CAPITULO I
LIMITES QUE NO SE PUEDEN CRUZAR
Era una tarde lluviosa, Alexander estaba observando
a través del gran cristal que decoraba la parte posterior de su oficina, podía
contemplar como la ciudad entera se refugiaba del tiempo colosal que amenazaba
con destruir lo que encontrara a su paso. No pensaba en nada más que en lo
ridículo y patético que era el ser humano al querer huir de lo inminente o
incluso querer escapar de su destino, una voz familiar lo saco de sus
pensamientos algo pusilánimes.
-Alexander querido, regodeándote de las
ventajas de estar protegido bajo un techo adoquinado y una buena calefacción -
Esa voz familiar no era más que la pétrea voz
de Gabriel, su amigo de juerga, socio en el arriesgado mundo de la bolsa y un
hermano en los momentos más incomodos de su vida, debería decirse como un gran
hermano mayor.
-se supone que tengo que mostrar alguna clase
de complacencia a tu comentario –rió para sí mismo –como has podido atravesar
la ciudad en medio de esta tempestad, ratas almizclera como tú en momentos como
estos se refugian en lo más confortables de sus guaridas –dijo con cierto humor
estas palabras.
-yo también te he extrañado hermano –fingió
estar herido –y dejando a un lado nuestras expresiones de afectos, tengo que
confesarte que estoy aquí porque viajare dentro de tres meses a Turquía y no
podré estar para tu desafortunada boda con la despreciable Paris Hilton rusa;
he decidido darte por adelantado una despedida de soltero como te mereces
–confeso con aires de grandeza.
Alexander no se inmuto ante tal comentario,
Kasie no era precisamente la mujer que el amara, no era más que una buena
adquisición económica que le aseguraría permanecer un poco de tiempo adicional
en medio del mercado ruso, mientras él continuaba atesorando una de las franquicias
más prometedoras a su edad y en medio del revuelo mundial que se cernía sobre
la economía mundial. Giro para mirar a Gabriel y esbozo una sonrisa de magnate
ingles resaltando un mentón simétricamente cincelado que le daba apariencia de
dios griego.
-ilumíname Gabriel, debe ser muy considerado y
prolijo tu ofrecimiento ya que te has anunciado mucho antes de la
materialización de unos de mis mejores contratos con la puta hija de Rainer
–camino hacia el mini bar de su oficina donde preparo dos escoces para aligerar
la conversación.
Alexander era un hombre frio y calculador y en
lo único que mostraba piedad era ante su propia existencia, veía la vida como
un gran tablero de ajedrez donde cualquier movimiento podría asegurar “jaque
mate” en favor o en contra de sus propósitos. Había crecido rodeado de las
hostilidades que el mundo podría ofrecerle al hijo de un asesino y de una madre
drogadicta, odio cada día de su vida hasta que Dan Heigh lo rescato de la
miseria y forjo en él a Alexander Heigh poderoso banquero ingles que con solo
mover un dedo podía tener al primer ministro británico a sus pies, pero quería
más y eso lo había llevado a pedir la mano de Kasie Rainer la unigénita de la
peor escoria rusa como él le llamaba al dueño de las grandes industrias de
diamantes y zafiros en el devastado continente africano.
-hay una subasta en el norte de Francia, mañana
a la media noche. Podrás escoger a la que quieras yo pagare la putita que elijas
–levanto la copa que minutos antes le había extendido su amigo.
-me rodeo de mujerzuelas todo el tiempo, me
casare con una puta refinada y vienes ahora justo tres meses antes de mi boda a
ofrecerme a una golfa de subasta –enarca una ceja –mejora tu propuesta querido
amigo, aun no me convences –levanta su copa en respuesta.
-son putas sin voluntad, zorras que han sido
doblegadas y hacen lo que sea para complacer a su “amo” –sonrió con crueldad,
pero algo en el interior de Alexander se tensó.
-sabes que no participo de esas mezquindades, no
tengo corazón pero tampoco soy un mal nacido con la cabeza hecha mierda –camino
hacia la vista exuberante que le ofrecía el cristal ahora nublado por el frio
de la ya casi extinta tormenta. No estaba jodido de la cabeza, no como aquel
hijo de puta que lo marco para siempre se recordó a sí mismo.
-prepara el equipaje Heigh, tendré preparado mi
avión a primera hora. No solo iré a organizar tu despedida de soltero, no eres
el único bastardo que tiene que atesorar fortunas –y antes de que Alexander
pudiese decir algo más, Gabriel ignorando el repudio evidente de su amigo, salió
de la oficina del gerente general y dueño de Heigh Enterprise Holdings Inc.
Era un poco difícil entender como una persona como Alexander que
mostraba mano de hierro a cualquiera podía no considerarse un monstruo.
-Marcie, cancele todas las reuniones que estén
programadas para los próximo dos días, ha surgido un viaje inesperado y no lo
puedo aplazar –le había dicho a Gabriel que no lo acompañaría, pero estaba
hastiado de la rutina y aunque aquello le era tan repulsivo como regodearse en
el sufrimiento de los indefensos quería ver...recordar porque existían
límites que no podían cruzarse. Las
indicaciones que le daba Alexander a la voluptuosa y sensual de su asistente
personal; era impersonales, carentes de afecto alguno. Ella tomaba apuntes, no
sin antes acomodar uno de sus bien llevados rizos de su pulcra cabellera rojiza
que le daba un aura de mujer del infierno, Alexander no se inmuto en lo más
mínimo en dedicarle una mirada, Marcie a diferencia de todas las mujeres que
trabajaban en el emporio económico de Alexander había compartido más que
ordenes con su jefe; hacia mucho que había sucedido y que ambos acordaron que
quedara en el olvido o al menos eso venia de parte de Alexander que había
dejado que Marcie continuara a su lado debido a la habilidad para trabajar a su
ritmo y su innegable intelecto.
Olvidando su posición se aventuró a rebatir la
orden –señor pero tiene reuniones que no puede aplazar, debe recordar que el
mercado de la bolsa cerrara antes de que usted consolide una de las
adquisiciones más prometedoras de la empresa –
Alexander que continuaba sin mirar a la mujer
mientras el daba sus últimas indicaciones antes de volver a casa, lentamente dirige una mirada glacial a
su objetivo y dejando de lado los asuntos que examinaba, enfoca un fiero ataque
a la ahora vulnerable dama.
-Marcie ha olvidado quién es el jefe en este
lugar, no estoy desesperado por firmar acuerdos antes de que cierren las
bolsas, quien quiera asociarse conmigo esperara hasta que a mí me dé la gana
–la mujer empieza a temblar e intenta excusarse pero él la detiene con un
comentario final –no abras tu boca llena de carmín que no me interesa ni tu
opinión ni tus disculpas y ahora mueve de mi presencia tu culo forrado de lencería que perfectamente
le vendría mejor a una puta de cabaret y
haz lo que te ordene sino quieres que te despida por tus impertinencias –vuelve
su mirada al documento que examinaba y ella sale de la oficina a punto de un
ataque de pánico.
En casa, Alexander toma una copa de vino,
piensa en Marcie y considera cuan
rastrera fue su actitud, por qué simplemente no le tiro la renuncia en su cara,
por qué aun lo miraba de esa forma tan patética como cuando compartían la
cama...por un trabajo se pierde hasta la misma dignidad razonó. Al pensar en
ello vino a su mente la proposición de Gabriel “esclavas sexuales” el mundo es
una paila infernal y solo personas como él han podido tener un lugar
privilegiado.
-piedad
Alexander, usted no conoce esa palabra, la vida no la tuvo con usted
–fueron los pensamientos que inundaron su mente luego de desechar los
pensamientos que pulularon por su mente momentos antes. Camino hacia la habitación
y se preparó para darse una ducha caliente, no estuvo bajo la tormenta pero
podía sentir como si las aguas hubiesen llegado a mojar hasta sus huesos.
Sumergido en la bañera se quedó dormido; hoy como todos los días no había
tenido un momentos de paz, incluso no dejo asuntos sin atender cuando miraba a
través del profundo cristal. Una succión en su miembro lo sobresalto trayéndolo de vuelta
del mundo de los sueños donde al menos podía no pensar en quien era él.
-joder Kasie, puedes al menos por un momento
mantener alejada tu boca de mi polla –grito Alexander con un gruñido
amenazador, lo cual la sobresalto y la llevo a interrumpir la felación tan
esmerada que trataba de darle a su futuro esposo
La hermosa mujer de blondos cabellos aclaro su
garganta y con voz sensual le contesto
–solo quería hacerte sentir mejor, no creí que te enojaras –volvió a su labor
con dedicación y él sosteniendo su cabeza marco el ritmo que deseo, al menos
podía obtener placer de esos labios que tan repulsivos le parecían, fueron sus
pensamientos.
Fuera de la tina, saco una toalla cubriendo su
desnudez de las caderas para abajo y se dirigió a Kasie ofreciéndole un albornoz que le llegaba
hasta los pies, ella divertida se acercó nuevamente donde él.
-hagamos el amor cariño –ante lo insulso de
esas palabras el planto una sonrisa tan hipócrita como un modelo de pasarela
ordenándole que se volteara, apoyara sus manos en las barandas de la cama,
jamás en su vida había hecho el amor; el solo follaba y con ella no iba a ser
la excepción. Ella hizo como le ordeno, inclino su cuerpo, mientras Alexander
alcanzaba un preservativo y sin ninguna anticipación la penetro como si fuera
un animal, Kasie exhalando gritos de
placer luchaba por mantenerse en pie. Él era indiferente a su situación, ella
quería sexo, él quería que se largara y lo dejara en paz y entre más rápido acabara
sería mucho mejor.
Kasie se tumbó en la cama, agotada y con los
pulmones queriendo explotar a través de sus costillas, Alexander le dio tiempo
de recomponerse mientras fue a la ducha a asearse nuevamente.
-Kasie necesito que te largues, quiero dormir
tranquilamente esta noche y tú sencillamente eres un grano en culo y no me
dejaras descansar –ella abre los ojos y con voz apagada y somnolienta le
contesta.
-qué abre visto en ti para querer casarme
contigo, eres el hombre más despreciable que he podido conocer. Si no fuera
porque tienes a mi padre comiendo de tu mano te haría pagar los desplantes que
me haces a diario –se levanta enojada, trato de ignorarla pero era imposible,
la despreciaba tanto como a su padre y no evitaba humillarla cada vez que podía.
-te casaras conmigo porque soy el único hombre
que tu padre considera digno de su fortuna y estás conmigo porque tu promiscua
vida nunca te dio tanto placer como el que puedo darte con solo un polvo desde
atrás, sin intimidad, sin involucrar emociones –ríe lleno de cinismo y añade
–si te estas enamorando solo te diré que estas
atesorando en saco roto, recuerda que tú y yo seremos como todos los
matrimonios de hoy en día, solo estaremos juntos por el beneficio mutuo que nos
podamos prodigar. Nunca te he mentido, sino que nunca has usado la cabeza para
pensar, solo piensas con tu coño, pero en mi caso mi polla es lo último que me lleva a actuar
–se coloca un pantalón de chándal y se mete en la cama y cuando ella enfurecida
sale de la habitación el alcanza a decirle –cielo estaré dos días fuera del
país, que duermas pensando en mi –ella no se preocupa por decir algo, él
siempre encontrara la manera de estar en ventaja sobre ella.
Claro que Kasie Rainer no quiere a nadie más
que a ¿su tarjeta de american express? pero teniendo la oportunidad de amarrar
al joven multimillonario más exitoso del presente siglo según la revista
Forbes, por qué no perder parte de su tiempo en cuestiones de sentimientos. La
manipulación es su mejor arma y aunque sabe que no funciona con él, no puede
evitar manejarse de esa forma delante de su futuro esposo que según ella no es
más que un bonito empaque con buenos polvos como garantía.
-pensé que no te detenías para regodearte en la
desgracias de cierto grupo poblacional –es el saludo de bienvenida que Gabriel
Metz le ofrece a su amigo Alexander cuando lo ve bajarse de un Ferrari f430
negro. Este lleva unos vaqueros negro y una
cazadora americana, dejando su atuendo de hombre de negocios no es más
que un apuesto hombre de 30 años de cabellos negros, un poco largos para ser un
empresario agresivo y que siempre lleva desordenados dándole un toque de
rebeldía, acentuado con unos ojos verdes color aceitunas parecidos a los de su
padre.
-digamos que es eso o tener que tirarme por las
noches a Kasie y sinceramente me tiene harto, no sé si podré soportar casarme
con esa puta solo por unas cuantas acciones en el mercado de los diamantes y
zafiros del mundo –se estrechan las manos y suben al jet privado de su amigo.
Durante el vuelo han hablado de negocios y de
otros temas menos rentables haciendo que el viaje se torne más corto de lo
previsto. Al llegar al hotel se ubican en sus respectivas habitaciones, Gabriel
tiene que solucionar unos asuntos, Alexander sale a dar un paseo por la ciudad
de Lille. Se encamina a orillas del rio Deûle, pasando por la “Grand Place” que
es el corazón de la animación de la ciudad, siguiendo por el palacio de Rihour
y Bellas Artes, terminando su recorrido en “La Vieille Bourse”. Llega al hotel
entrada la noche y se dirige a su habitación.
-aun estas ocupado – pregunta Alexander a
través de su móvil
-me estoy alistando, espero que estés haciendo
lo mismo. Quiero que lleguemos un poco más temprano de lo previsto, quiero
presentarte a unos amigos y de paso que conozcas un poco el medio, te darás
cuenta que no es tan cruel como lo pintas –son las indicaciones de Gabriel a su
amigo antes de dirigirse al evento clandestino de subastación de esclavas
sexuales en una de las villas privadas de uno de los mafiosos italianos más
temibles de la región.
-a las diez en el bar del hotel –se despide
Alexander
Como lo habían indicado se encuentran a las
diez de la noche en el bar del hotel, ambos portan esmoquin negros con solapas
de raso, Gabriel lleva corbata, Alexander pajarita. Zapatos Oxford acharolados, con camisa blanca
de puño doble. Quien no los conoce creería que son parte de la farándula
francesa y que se dirigen al festival de Cannes. Pero estos adonis no son carne
fresca de la farándula francesa, ni se dirigen al afamado festival que se lleva
a cabo lejos de esta ciudad por el contrario van a una subasta de mujeres
dominadas para complacer hasta los gustos más retorcidos de los hombres que se
convertirán en sus amos esta noche.
-previamente a la subasta se llevan a cabo
shows especiales con algunas sumisas de estos hombres, ese será tu regalo de
bodas y despedida de soltero Alexander pero si lo prefieres nos quedaremos
hasta que se lleve a cabo la subasta que es el evento final de la celebración.
Ya he preparado que una de esas mujeres se encargue de complacerte toda la
noche como te lo mereces –son las palabras de Gabriel cuando se dirigen a las
afueras de la ciudad.
-Gabriel ten mucho cuidado con quien haces
negocios, la mafia italiana no es algo con lo que quiera combatir –dice
seriamente Alexander, ya una vez le salvo el culo a expensa de lo que le había
advertido Dan, pero la amistad estaba por encima de cualquier cosa.
-te preocupas demasiado Kostya*, alguno de los
dos debe moverse por los barrios bajos del inframundo y ese soy yo. Dedícate a
mantener limpia nuestra sociedad, esa es tu labor –dicho esto entran a una
villa que perfectamente pudo haber sido un antiguo castillo medieval, Gabriel
habla con los guardas de seguridad que al reconocerlo le dan pase libre
-veo que conoces muy bien a toda esta gente, me
asustas Kostya, me asustas –son las palabras de Alexander, ante la familiaridad
que resulta ser este ambiente para su amigo Gabriel
Frente a la entrada de esta gran mansión,
Gabriel entrega las llaves a un hombre que se encarga de parquear el deportivo
descapotable que renta durante sus estancias en la ciudad francesa. Se
encaminan por un largo pasillo adornado de pinturas italianas y al llegar a un
gran salón atiborrado de mesas, Gabriel se acerca a un hombre de cabellos
grisáceos de tés pálida y ojos negros; por el saludo de Gabriel, Alexander
comprende que este es el Italiano promotor de la gran celebración.
-Andrea Babare, querido como lo he prometido he
venido esta noche junto con mi hermano Alexander, no tomes en cuenta su
frialdad solo lo hace para impresionar –le indica Gabriel en tono de broma al
italiano que precede esta noche
-Salve Alexander, los amigos de mi fratello son
mis amigos. Al fin tengo el gusto de conocer el hombre que conquisto el corazón
del pusilánime ruso de mierda que ha resultado ser una piedra en el zapato para
muchos. Qué hiciste para conseguirlo –
Andrea Babare es un temible mafioso italiano,
se maneja en las sombras y guarda muy bien sus pasos, mientras estés en su
círculo puedes vivir tranquilo.
-no moverse por el bajo mundo mi fratello –dice
Gabriel en defensa de Alexander, Andrea ríe fuertemente y toca el hombro de
Gabriel.
-tienes toda la razón fratello, aunque contigo
a su lado no quiere decir que esté tan limpio que digamos –
En ningún momento Alexander ha estado
intimidado, su máscara de hierro no es imperceptible y antes que producir
aversión u odio a los presentes le confiere un respeto por parte de ellos que
se traduce en temor. Saben que es amigo Gabriel lo cual es sinónimo que puede
ser igual de despiadado y cruel con sus enemigos, no ha conquistado la fama por
su atractivo, ha llegado a donde está por pisar sin condescendencia a sus
enemigos. Se maneja en los grandes círculos sociales sin necesidad de mezclarse
con las ratas de campo que hoy hacen presencia en dicho evento. Por el
contrario Gabriel Metz es un hombre turbio y de negro pasado, conoció a Alexander
un poco antes de casi morir ante unos alemanes, Alexander le salvo la vida y
fue el lazo definitivo que marco su amistad.
Gabriel hizo su tarea de presentarle a Alexander
todos los criminales que acompañaban esa noche, desde proxenetas franceses
hasta miembros exclusivos de la realeza árabe. El evento no se iniciaría hasta
dentro de una hora, así que Alexander hastiado de conocer a todas estas basuras
humanas y un poco arrepentido de haber aceptado la invitación de Gabriel empezó
a recorrer los otros salones; le gustaba observar, le daba ventajas ante sus
oponentes y definitivamente era mucho mejor que soportar a todos esos parias de
la sociedad.
Era una mansión exquisita, adornada con un
gusto especializado, pero no era esto lo que le interesaba a Alexander, sabía
dónde estaba lo que no conocía era a esas mujeres que serían “el plato fuerte
de la noche”. Recorrió otros salones más, cuando de repente su atención se
centró en un hombre como de 1.80 mts, no
podía tener más de cincuenta años y con signos de haber vivido la vida a su
complacencia, sostenía en sus manos una cadena amarrada a una mujer de largos
cabellos negros, serpenteado en ondas que la hacían ver salvajemente sensual,
era hermosa aun en la situación en la que estaba, Alexander no pudo evitar
centrarse en esos grandes ojos miel que estaban perdidos en un lugar diferente
a esa sala. La mujer estaba de rodillas, la cadena se envolvía alrededor de su
delicado cuello, sus labios pintados de un excitante rojo carmesí resaltaban su
piel morena pálida. Vestía un corsé negro de cuero a juego con un liguero del
mismo material, unas pequeñas bragas de encaje, sus pies aunque ocultos se
podía ver que llevaba unos zapatos de tacón. Alexander no podía mirar en otra
dirección, ella era un imán para sus ojos. Quiso acercarse para saber quién
era, por qué la tenían amarrada como si fuera un animal, la ira reventaba sus
sienes no podía comprender porque este ataque de indignación lo llenaba, solo
quería arrebatarla de las manos de ese bastardo y llevarla lejos junto a él y
hacer que esos hermosos ojos reflejaran la luz de su alma aunque apagada por un
profundo dolor que no era ajeno a quien la mirase. Cuando intento llegar hasta
donde ella Gabriel lo tomo del brazo.
-eh, por qué te desapareciste del salón, estos
hombres te encuentran fascinante. Vamos que la celebración ya comienza –se
soltó bruscamente del agarre de Gabriel, lo cual sobresalto a su amigo –pero que te pasa
Alexander, pareces a punto de una apoplejía, te encuentras bien –la
preocupación inundo el rostro de Gabriel, el rostro de Alexander estaba
enrojecido y su cuerpo temblaba. Intento volver hacia donde esa mujer pero ya
no estaba, la busco con la mirada y había desaparecido, reconociendo el número
que estaba montando, se calmó y se dirigió a Gabriel.
-lo siento Kostya no sé qué me paso, volvamos
al salón; creo que este ambiente me ha afectado –fueron las palabras de Alexander,
pero lo que en verdad buscaba era poder ver si en medio de aquellas mujeres
podía reconocer a la mujer que minutos antes había revolucionado sus sentidos.
Alexander era el invitado especial de la noche,
se sentó junto a Andrea y Gabriel en una mesa dispuesta en el centro del salón.
Poco a poco fueron llegando mujeres de diferentes nacionalidades; latinas,
europeas, asiáticas y africanas, vestían con provocativos atuendos y algunas
solo posaron desnudas a los ojos de los asistentes. Alexander recorrió con la
mirada a cada mujer pero no encontró a aquella, estas como muchas otras mujeres
que lo rodeaban no le produjeron el más mínimo deseo de atención, eran igual de
insulsas a sus ojos como lo era Kasie o incluso Marcie. Se dirigió a Gabriel a
quien le pregunto mostrando muy poco interés para no delatarse.
-¿estas son todas las mujeres de la noche? –
-para lo que hemos venido sí, hay un grupo
especial que solo será exhibido en la subasta –le mira Gabriel que
evidentemente esta excitado con este mercado de carne humana
Alexander repasa a las mujeres nuevamente
tratando de no haber pasado por alto a aquella mujer pero se da cuenta
nuevamente que ella no está aquí, entonces con un ánimo ajeno a él nuevamente
mira a Gabriel
-puedes reservarte el especial que tenías para
mí, realmente no me interesan ninguna de estas putas y definitivamente sí quiero
quedarme para la subasta – Gabriel lo mira sorprendido y un poco confundido
-¿has enloquecido? estas mujeres son lo más
exquisito de la carta, no hay otras como ellas y ahora que comience el show te
darás cuenta que no exagero en ninguna de mis palabas -
Andrea que se había mantenido ausente en la
conversación, después de haber gritado obscenidades a todas esas mujeres se
dirige hacia los dos hombres.
-querido Alexander tu refinado pensamiento te
ciega ante estas bellezze, estas mujeres podrán saciarte en lo que prefieras
–hizo una pausa para señalar con el dedo que le trajeran a una española de
grandes pechos que solo llevaba puesto medias –estas mujeres son ideal para lo
que has venido a buscar, las mujeres de la subasta son mujeres que se venderán
a hombres que coleccionan sumisas, son vírgenes entrenadas en esta labor pero
definitivamente tú no has venido por ninguna de ellas –dicho esto le ordeno a
esa mujer que se colocara en posición de sumisión mientras que con su boca
devoraba sus senos.
Alexander contemplo indiferente cada
espectáculo, iban desde orgias bacanales hasta escenas bondage que incluía a
los asistentes. Gabriel tomo a una de esas mujeres y sobre la mesa le practico
sexo oral, estuvo a punto de marcharse al hotel pero recordó a aquella mujer y
guardo las apariencias. Mantenía la esperanza que fuese subastada y si así era
se prometió que la compraría.
-me has avergonzado Alexander, ni siquiera te
has dedicado a mirar a alguna de estas putas y te he traído a este lugar
precisamente para que escogieras a la que fuera –dice desconcertado Gabriel, su
amigo no es ningún santo y al igual que todos los hombres no puede negarse ante
una bella mujer, pero él por el contrario se mantuvo apático y ansioso por una
razón que desconocía.
-sabes que el voyeurismo, las prácticas
bondage y el sexo swinger no me va.
Siento haberte decepcionado delante de tus colegas pero no hago las cosas para
agradar a ninguno y eso te incluye a ti Kostya. Lo sabes perfectamente –su
indiferencia no lo abandono, quien hubiese querido descifrar lo que se cernía
sobre sus pensamiento perdería el tiempo, Alexander era tan reservado como la
noche más oscura.
-caballeros hablan demasiado, Alexander ya que
no te apeteció ninguno de los platos de esta noche, por qué no seguimos hasta
el salón donde se llevara a cabo la subasta, quizá algo te guste y luego que lo
hayan comprado podemos llegar a un acuerdo con su dueño para que te conceda una
noche con su puta personal –Andrea les dirigió una mirada de emoción, al
parecer ese evento prodigaba más placer que los que presenciaron durante esa
parte de la noche.
Andrea era quien estaría como moderador y antes
de subir al estrado le ofreció unos puestos privilegiados a Gabriel y a Alexander.
De repente cinco mujeres fueron llevadas al escenario, fueron paseadas como si
fueran unas mascotas de la mano de hombres que las sostenían por cadenas que no
solo ataban sus cuellos sino también sus muñecas y tobillos. Alexander
reconoció a la mujer, era la última de las cinco y su actitud no era como las
otras, aquel hombre que horas antes la acompañaba en el salón, tenía una
expresión severa y pareciese que agarrara con mayor fuerza sus cadenas. Alexander
lucho para mantener la compostura, el deseo de querer asesinar lo invadía y la
ira que lo acompaño durante su niñez y adolescencia volvió a aflorar y deseo
con todas sus fuerzas matar a ese hombre, deseo matar nuevamente pero esta vez
por ella. Andrea empezó su discurso de inauguración y por momentos logro
apaciguar el espíritu de Alexander. Oferto a las cuatro primeras mujeres y cada
una fue comprada por un millón de euros, incluso menos. Estas mujeres eran
diferentes del grupo, tal como se lo había dicho en la mesa, ellas eran mujeres
vírgenes que no habían conocido hombre y que habían sido entrenadas por los
hombres que sostenían sus cadenas durante un año. Pero cuando llego el turno de
esta mujer toda la sala guardo silencio, ella no era como las demás, las otras habían
sido rubias y parecían ángeles pero esta era una morena con porte imperial y a
diferencia de las demás ella miraba a los presentes con repulsión y su
mandíbula estaba tensada, levanto el rostro y escupió la cara del hombre que la
tenía sujetada, él le propino una bofetada fuerte pero no lo suficiente para
hacerla sangrar. Ella en su lugar enarco una risa sardónica y no obedeció
cuando él le ordeno que volviera a una posición de sumisa. Gabriel miro a
Alexander y pudo ver como se removía en la silla que ocupaba.
-kostya compórtate que esa puta no merece caridad
cristiana –Alexander lo miro con profundo odio, pero este no era el momento de
perder los estribos, el lugar estaba excitado por la escena que acababan de
presenciar y más de uno a su espalda estaban haciendo apuestas por quien
dominaría a esa salvaje.
Andrea empezó a hablar –caballero les presento
a esta potra indomable, tan fiera como un caballo árabe. Ha pasado por los
castigos más crueles que se pueden imaginar y sin embargo aún se aferra a una
dignidad que ya no le pertenece –rió y los puños de Alexander se envolvieron
–como las putas anteriores esta perra también es virgen pero solo a quien le
pertenezca se le darán detalles de su entrenamiento –Andrea se detuvo y añadió
–Raoul querido, enséñales cuan guerrera es nuestra panterita –Alexander observo
cada momento en profunda reflexión y lo inevitable se vino abajo, Raoul arranco
el corsé que cubría la desnudes de la mujer y sus pechos quedaron expuestos al
excitado público. Pero la mujer levanto la cabeza y no intento cubrirse, Raoul
la giro y movió su cabellera a un costado y grandes cicatrices se acentuaron en
su espalda. Alexander hizo acopio de toda su fuerza de voluntad, esto era
demasiado –no solo su exterior ha sido marcado, también su interior señores.
Esta puta se ha hecho merecedora de cada marca, quién se arriesgara a dominar a
este ángel del infierno. Advierto algo más, esta puta perdió el habla durante
su entrenamiento-
Alexander no espero hasta que Andrea terminara
su presentación cuando levanto su mano y ofreció una gran cuantía
-dos millones de euros por la dama –Sofía que
había vuelto a su posición ausente al escuchar lo que ofrecían por ella busco
con la mirada al hombre que ofrecía tanto, Alexander le sostuvo la mirada, no
sabía que quería trasmitirle a través de ella, solo quería que ella lo mirara a
él, solo a él. Gabriel lo miro estupefacto.
-pero has enloquecido, como puedes ofrecer
tanto por una puta que te aburrirá a la primera noche, te recuerdo que te
casaras dentro de tres meses –Alexander no le contesto palabra alguna pero una voz desde el fondo quebró el estado
de sorpresa de los presentes.
-ofrezco tres millones por esa puta, ella
necesita un hombre de verdad que le enseñe modales –Alexander dirigió su
atención a quien había hecho la oferta y le dedico una sonrisa impasible.
-cinco millones de libras esterlinas por la
DAMA –contesto muy pagado de sí mismo, haciendo hincapié en la última palabra.
El auditorio guardo silencio, nadie ni siquiera
ese zar del oro negro pagaría tanto por aquella ingobernable mujer, todos allí tenían
un límite y nadie lo sobrepasaría para tener a una mujer como esa a su lado.
Gabriel quedo plantado en su puesto, sus ojos se abrieron como plato, soltó un
poco el nudo de la corbata, estaba seguro que el aire le faltaba, la mujer no
le quito los ojos de encima a Alexander y unas lágrimas surcaron su hermoso
rostro, ninguno de los presentes comprendía a que se debían pero de lo que
estaban seguro era que de agradecimiento no eran.
-Alexander Heigh, fratello, tanto dinero por
una piltrafa de mujer, la virginidad de una puta como esta no vale tanto
–pronuncio Andrea desde el atril, Alexander lo miro con aberración y se levanto
-he decido que ella será mi plato de la noche
–se encamino hacia el improvisado palco a donde estaba la mujer y al llegar
allí lo que en un año no había presenciado Raoul el hombre que había sido su
amo durante todo este tiempo, sucedió.
La mujer bajo sus ojos al suelo y cayó sobre
sus propias rodillas, coloco sus brazos sobre cada muslo y no levanto la
cabeza. Raoul quedo sorprendido ante la sumisión de esta, lo cual lo lleno de
enojo y tiro más fuerte de sus cadenas
-vaya puta, te ha gustado tu nuevo amo, de
haber sabido que tenías debilidad por las libras esterlinas por cada minuto de
entrenamiento te hubiese ofrecido una –dominado por la ira tiro aún más fuerte
de las cadenas provocando que ella gimiera de dolor. Alexander le arrebato las
cadenas y sostuvo la mano de Raoul.
-le vuelves a colocar una mano encima y te mato
–sus miradas se enfrentaron con odio, Raoul con un orgullo herido, Alexander
movido por la pasión de proteger a aquella mujer a la que había comprado.
Gabriel corrió hacia donde su amigo al igual que Andrea.
-caballeros no pierdan los estribos, esta puta
solo busca provocar un enfrentamiento estúpido, Raoul gracias como siempre por
habernos ofrecido a una de tus mejores tesoros y a ti Alexander desearte que en
verdad puedas dominar a esta zorra –los asistentes empezaron a abandonar la
sala, Raoul salió reverberante de la rabia, solo quedaron Andrea, Gabriel y Alexander
junto con aquella misteriosa mujer.
-Alexander estás seguro de la locura que acabas
de cometer –dijo conciliadoramente Gabriel
-a nombre de quien tengo que gestionar el
cheque Andrea –fue la respuesta de Alexander
Mientras Andrea se reponía de toda esa escena,
le explico cómo harían la transacción, las fechas de pago, la cuenta a utilizar y los documentos de identificación que
pertenecerían a Sofía. Alexander tomo nota mental de las indicaciones que le ofrecía
Andrea mientras empezaba a quitar las cadenas que rasgaban la tierna piel de
esta criatura.
-¿Cuál es tu nombre? Que te hizo ese bastardo
para que no volvieras a hablar –acaricio los cabellos de la mujer pero, ella no
levanto la vista.
-Alexander esta puta durante el proceso de
domesticación perdió el habla, es sorprendente que contigo se muestre de esta
manera, no te confíes ella, casi mata a Raoul una vez y no dudo que lo vuelva a
hacer contigo. Raoul la llamaba pantera, es lo único que se de ella, si quieres
puedes hablar con Raoul cuando ambos estén calmados o limítate a llamarla con
el nombre falso del pasaporte que te he entregado–le aconsejo Andrea quien no quería que le diera mucha
importancia a la asustada mujer.
-no tengo nada que hablar con él, y la próxima
vez que hables de ella no le llames puta en mi presencia –Gabriel se tensó ante
el veneno que acariciaba cada palabra de Alexander, queriendo evitar una
debacle intervino.
-Andrea, mi Kostya está teniendo un subidón de adrenalina, no le
prestes atención, que tal si nos ponemos de acuerdo en unos asuntos que
competen a nuestros negocios y así dejamos a Alexander que se calme y razone
sobre su nueva adquisición –Andrea asiente y sale junto a Gabriel a un jardín
contiguo al salón.
Ahora la estancia estaba completamente vacía,
solo quedaban Alexander y aquella chica que no se había movido de su posición.
Alexander se agacha para quedar a su nivel, le levanta la barbilla y con un pañuelo
que saca del bolsillo de su chaqueta empieza a limpiar las lágrimas de esta
mujer.
-Sofía...me llamo Sofía –Alexander la contemplo
con adoración; ella hablaba, ella había decidido romper su silencio por él.
-estas a salvo conmigo –se quita la chaqueta y
la pone sobre los hombros de ella –puedes mirarme no quiero que me veas como tu
amo, puedes levantarte no necesito que te humilles delante de mí –
Ella al fin levanta su rostro, mira a Alexander
con temor. Él se levanta y le tiende una mano, ella vacila pero al fin decide
aceptar su invitación. Ahora ya cubierta su desnudez, no permitirá que ninguno
contemple su desnudez, ya nunca más.
-llámame Alexander, tendremos mucho sobre lo
cual ponernos al día ya que técnicamente me he hecho enemigo de ese bastardo
por ti –
-sabrá lo que necesite saber, estoy aquí para
complacerle –Alexander quiso negar lo que ella había dicho pero alguien se
aclaró la garganta cerca de ellos y los hizo virar en dirección de la distracción.
-¿se puede saber que estás haciendo? ¿Has
perdido el juicio? eh Kostya, contéstame maldita sea –la voz de Gabriel es un
fiero reproche –que tienen esta zorra que no tengan las otras putas, o es que
por primera vez en tu vida has dejado que tu polla piense por ti, qué harás con
ella, te casaras dentro de tres meses con Kasie, como pretendes justificar esta
adquisición –Gabriel cada vez levanta
más la voz, Sofía que aun sostenía la mano de Alexander la suelta por instinto.
-lo mismo que le dije a Andrea va para ti
Kostya, es mi puñetero dinero y lo gasto en lo que a mí me dé la puta gana o
desde cuando tengo que rendirte cuentas de lo que haga en mi vida –ella sonríe y
sabe que él hará lo que sea por ella, incluso matar.
-sabes que no me refiero al dinero porque ese
lo consigues a manos llenas, sino a la debilidad que estas mostrando por ella,
no te reconozco Kostya, no te reconozco...antes que nos peleemos por tu mujer
vayámonos a descansar, estoy cansado y mañana tengo unos asuntos que resolver y
pierde cuidado nadie más sabrá de tu movimiento lujurioso de esta noche, mis
amigos han hecho de cuenta que no has estado este lugar con nosotros...te tienen temor y eso ha jugado
a tu favor. Mañana en la tarde partiremos a Londres –
Ella parece no tener más de 23 años, es delgada
y puede medir como 1.65 mts, él no la suelta en ningún momento, sube a la parte
posterior del auto con ella y mientras Gabriel conduce ninguno pronuncia
palabra alguna. Alexander le sostuvo la mano durante el viaje de vuelta al
hotel, un acto íntimo pero que ninguno de los dos quiso romper
Al llegar a la habitación, Alexander pide algo
de cenar, le indica que se siente en un sofá mientras él va y le prepara un
baño caliente. El servicio no demoro en llegar, él lo recibe y la conduce hasta
el comedor.
-debes tener hambre, quieres acompañarme a
cenar –Alexander se sentía incómodo ante ella, no era una sensación que pudiera
explicar, solo estaba allí para atormentarlo.
-por qué me trata así –Sofía se sentó en la
mesa, realmente no había comido bien hacía mucho tiempo –ambos sabemos para lo
que me ha comprado, podemos ahorrarnos los preparativos y simplemente si así lo
quiere puedo sentarme sobre esta mesa y abrir mis piernas para usted –le sonríe
seductoramente –para que usted me folle hasta que le suplique que se detenga–había
desprecio en sus palabras, pero Alexander conocía lo que era tener un alma
destrozada y no quería que ella se sintiera cohibida de expresar su rabia y
frustración.
-¿te gustaría que tu primera vez fuera sobre
esta mesa? –Alexander quería seguirle el juego, había algo en ella sombrío,
pero también todo en ella era embriagador –es una petición muy básica viniendo
de alguien que ha sido brutalmente entrenada –deshizo la pajarita y soltó los primeros
botones de su camisa, haciendo visible el vello de sus pechos.
-no sabes todo lo que puedo llegar a hacer y
como lo puedo hacer –le sonríe descaradamente y se quita la chaqueta de
Alexander –pero aquí es usted quien da las órdenes –
-cúbrete, no quiero comer teniéndote desnuda
frente a mí –Sofía encontró contradictorias estas palabras pero las ignoro
-se supone que la mayor parte del tiempo tengo
que permanecer desnuda- lo miro deseando ver en el interior de él -dispuesta a
que me folle cuando le apetezca –
-y a ti, que es lo que te apetece a ti
–Alexander quería saberlo todo
-no fui entrenada para que mis deseos fueran
escuchados –Alexander se mantuvo en su línea, quería evaluar cada reacción en
ella
-pero te estoy dando la opción que me digas que
es lo que quieres –lleva un ravioli a su boca sin apartar sus ojos de los de
Sofía
-seré clara señor Alexander –
-Alexander, solo Alexander –
-bien, Alexander he sido preparada para ser la
perra personal de un bastardo hijo de puta. Me azotaron hasta la inconciencia
para que aprendiera a correrme solo con la orden de una voz. Pero usted me
ofrece una chaqueta en vez de un azote en el culo, me permite sentarme a la
mesa contrario a que me arrodille junto a usted y le molesta verme desnuda en
vez de follarme contra esta mesa sin perder tiempo. Dígame cuáles son sus
reglas y compensare las libras que tan descaradamente ha pagado para mí, pero
no me pregunte como si le importara lo que yo pensara –no había querido sonar
tan exaltada pero que él estuviera jugando a preocuparse por ella le valía
mierda porque ella sabía que al final él siempre seria como el maldito de
Raoul.
-eres mucho más de lo que dijeron –toma un
sorbo de vino –pero no te compre para ser mi puta, lo hice para rescatarte de
tu miseria y hasta el momento no he escuchado una sola palabra de
agradecimiento –toma otro sorbo de vino y la mira con intensidad –mis reglas
son esas y no estaría de más que controles esa boquita tan sucia que tienes, no
le queda bien a una dama como tú –le guiña un ojo, no quería parecer que
estuviera flirteando con ella pero fue inevitable.
-se supone que no eres como los hombres de ese
maldito lugar –era algo retorico, lo examino por un momento y se levantó de la
silla, movió los platos de Alexander y se sentó sobre la mesa, puso los pies a
cada lado de la silla –Alexander deja de fijarte en mis ojos y mírame las
tetas, suelta esos cuchillos y arráncame las bragas –pestañeo seductoramente y
se inclinó solo un poco.
-qué es lo que quieres probar –no se movió ni
un centímetro –noche equivocada, lugar equivocado pero con una situación
apropiada; no me importo que estuviera arriesgando mi pellejo pero decidí
rescatarte ¿qué no puedes entender? –Sofía quiso soltar un bufido, pero quería
ver lo que este hombre tenía planeado.
-Alexander hazme tuya, me has preguntado qué
quería; bien eso es lo que quiero. Quiero que me folles –Alexander sonrió, pero
no con malicia, no como un acto seductor...solo lo hizo como quien ha
encontrado la respuesta a todas la preguntas.
-pequeña no te compre para follarte, no voy a
follarte y definitivamente no quieres que te folle –Sofía achino un poco lo
ojos, se mordió el labio inferior.
-eres tan aburrido, ¿esto tiene que ver con el
hecho de que dentro de tres meses te casaras? Bien, si de eso va todo te
aseguro que si por tener sexo me hubiese tocado ser comprada por ese asqueroso
árabe lo habría hecho –se desprendió de los zapatos y se quitó las medias. Lo
miro por un momento pero sin esperar que el la detuviera se quitó las bragas y
las dejo en la mesa –Alexander te has equivocado de persona porque yo no necesitaba ser
rescatada –era una gran mentira pero ella no iba a desnudar su alma ante él, se
sentó sobre Alexander y coloco sus manos en los hombros de él –eres un gran
actor con tus emociones...estas tan duro –se froto sobre él –me estoy
ofreciendo y tan solo me rechazas, acaso estas tan enamorado de tu prometida
–Sofía tenía que reconocer que él no se perturbo lo más mínimo, era un hecho
que él estaba excitado, pero su autocontrol podía más que una poderosa
erección.
-me voy casar lo cual significa muchas cosas
menos que esté perdiendo mi libido –paso una mano por el cuello magullado –si
otras fueran las circunstancias y no lo digo por mi te aseguro que antes que te
dieras cuenta te hubiese tomado sobre cualquier superficie –tomo sus manos y
beso sus muñecas –Sofía no soy un héroe...soy un monstruo como ellos; solo que
mi crueldad se manifiesta de otras maneras más elaboradas y deja de frotarte contra mi polla que me voy
a olvidar de mi caballerosidad y te dejare tan adolorida que no querrás que
nadie más entre en ti por un buen tiempo –ella sonrió, esta vez fue una sonrisa
sincera
-¿es ella hermosa? –Terminó de desabotonar
todos los botones de la camisa de Alexander –pregunto por si es que ella es
demasiado para competir –Alexander le rozo la mejilla con los nudillos de su
mano.
-eres mucho más hermosa que ella, pero no por
lo que hay aquí –señalo su cuerpo –aunque eres muy bella físicamente es lo que
hay en tu alma lo que te coloca por encima de ella –Sofía se detuvo –¿todas
estas cicatrices te las hizo él? –su dedos recorrían cada cicatriz de sus
hermosos pechos y abdomen –la miro a las ojos y vio como brillaban, al instante se arrepintio de haber preguntado
-son mis heridas de guerra –se levantó de su
regazo sin más y se encerró en el cuarto de baño...
13 comentarios:
IMPRESIONATE ... YA TE EXTRAÑABA MI QUERIDA AMIGA !!! hacia e conteo regresivo como tu en verdad q fue toda una sorpresa .... estoy segura q tendras mucho mas éxito q con Catalina y Hector .... porq cada trabajo tiene q superar al anterior y es algo q no dudo ni siquiera un pokito q lograras .... con respecto a tu capitulo inicial de hoy ... simplemente me dejas sin palabras y a la espera de mas !!!! ... sobra decirte q ME ENCANTO ... cada cuando vas a publicar? ... y claro q sea el dia q sea aqui estare :)
besitos
siempre se puede contar contigo preciosa, esperemos que esta pareja logre cautivar aun más que mis retoñitos iniciales...tengo planteado la publicación los lunes y viernes, veré como avanzamos en este proyecto. besos de colores y hasta el próximo capitulo
Se ve que está buenísima la historia. Te deja así como que, queriendo más. Tan buena escritora como siempre, saludos. Besos.
saludos y besos de colores para ti preciosa, tejiendo una nueva historia que nos transporte a otra dimensión. gracias por permanecer a la expectativa.
Ave hermosa bienvenida de nuevo y q cspitulazo el d hoy ehh promete y mucho. Exito seguro.Besos hermosa
Me has dejado sin palabras. Creo que "Intensa" es la palabra que andaba buscando. Espero seguir leyendo el próximo. Felicitaciones. Cariños por mil!!
Felicitaciones!! Creo que "intensa" es la palabra que andaba buscando. De seguro me encantará seguir leyendo tu trabajo. Cariños por mil!!
besos de colores para ti preciosa, eso es lo que se espera. hasta el próximo capitulo que con seguridad traera más secretos a revelar
gracias Andrea, aqui nos estaremos leyendo. hasta el proximo capitulo; besos de colores
Guau! me que quedado impresionada con esta nueva historia! me encanto! los diálogos son geniales.. mucha intensidad.. se nota que le has puesto mucha pasión y dedicación a esta historia! Con ansias de leer el próximo capitulo!
Besotes y que rico leerte otra vez =)
Hola de nuevo!!jjiijij...como con la otra historia!emociones que remueven todo el interior de una!;)...ya estoy deseando leer que sigue!..este primer capítulo a sido muy ....Intenso!!!tiene una buenísima pinta,haces q desee una al instante saber todos los secretos de "Sofía"....quien será en realidad?como llego a estar así,y "vivir" así?...enhorabuena x este primer capítulo!te deseo mucho éxito con esta historia!
Besitoss
Evelyn gracias por apoyar este nuevo proyecto. como dicen por ahi solo he querido que la espera valga la pena...dentro de pocas horas con el nuevo capitulo, besos de colores preciosa
hola Aaliyah, no sabes cuanto me emociona leer que lo creas asi, dentro de pocas horas publicare el nuevo capitulo y como spoiler te dire que los secretos de sofía podran leerse muy pronto, quizas haya secretos más dolorosos que los de ella. besos de colores preciosa
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