Dueña De Un Futuro
DOS AÑOS ATRAS...
Sofía era una hermosa chica recién graduada de
la Universidad de Illinois en Springfield, de ascendencia latina, unas curvas
que dejaban sin aliento y personalidad explosiva. La menor de tres hermanos y
la única mujer de ellos, su padre era afrodescendiente y su madre una mujer
blanca del interior del país, decía tener ascendencia alemana, pero ese pasado
de prometedora alcurnia no les había servido para nada...migraron al país del
norte con la esperanza de darle un mejor futuro a sus hijos.
Sofía era la niña mimada de sus padres y
hermanos, la protegían como si fuera una joya preciosa, a sus 21 años no había
tenido novio, en palabra de sus padres “usted solo tendrá novio cuando sea una
profesional” no era de extrañar siendo su familia de profundas raíces latinas y
valores religiosos sólidos. Ella amaba a su familia pero quería viajar,
sentirse libre, tomar sus propias decisiones, equivocarse y poder levantarse
nuevamente. Estaba convencida que al lado de sus padres no lo conseguiría,
ellos hacían su camino demasiado fácil, sentía que caminaba sobre nubes y nunca
podría caminar por la tierra como una simple mortal. Así que este año que se recibía
como psicóloga, aspiraría como voluntaria de la Unicef y se iría a recorrer el
mundo con las brigadas extramurales en servicio de las comunidades menos
favorecidas. Ya estaba decidido.
-Sofi en tu habitación deje un sobre, parece
que tiene que ver con un trabajo –le indico la madre de la chica cuando llego
después de una reunión sobre le graduación
-eh, gracias mamá –Sofía corrió directo a su
habitación y abrió con ansias ese misterioso sobre, cayo a la cama de
golpe...no lo podía creer, había sido seleccionada para unirse como voluntaria
a la Unicef. Ahora lo más difícil estaba por venir, a pesar de que tenía
licencia hasta para matar, sus padres dominaban sus decisiones y esta iba ser
una de estas pero ella se había decidido porque ninguno interviniera, era una
mujer y como tal se iba a comportar.
La cena fue servida y todos fueron convocados a
la mesa, hicieron la oración de agradecimiento por los alimentos y se
dispusieron a cenar.
-como les fue en la universidad muchachos
–pregunto con su estentórea voz Jesús, el padre de Sofía. Sus hermanos a pesar
de ser mayores no habían decidido una carrera profesional hasta después de un
tiempo de “probarlo todo”
Uno a uno comentó los pormenores del día hasta
que le tocó el turno a la pequeña Sofía. Ella caviló cuales eran sus mejores
opciones y definitivamente no había ningún viento a su favor y como
acostumbraba decir su madre “al mal paso darle prisa”
-Papá, mamá he conseguido –todos se emocionaron
con el anuncio, bueno al menos cuando comentara a donde se iba el golpe iba a
ser menos doloroso.
-pero cielo que sucede, te noto nerviosa
–inquirió su madre que la conocía como la palma de su mano
-mamá el sobre que guardaste en mi nochero es
la razón de mi anuncio –pensó cada palabra –es una contestación de la Unicef,
me iré como voluntaria el próximo mes –
La cara de su padre se encendió, dejo caer el
cubierto que sostenía en sus manos. Sus hermanos tomaron un trago rápido del
jugo de lulo que habían servido, su madre empezó a llorar. Su padre fue el
primero en hablar
-cuando pensabas decírnoslo, tan malos padres
hemos sido que a la menor oportunidad sales corriendo de nuestro hogar –esa no
era la respuesta que esperaba Sofía, esperaba que le gritara o la amenazara con
no dejarla ir, pero por el contrario se mostraba herido por la falta de
confianza de ella hacia ellos.
-papá no es eso, sino que ustedes siempre han
diseñado mi plan de vida y temía que se opusieran a este sueño que durante
tanto tiempo he albergado –
Toda su familia la rodeo y lloraron juntos,
justo allí Sofía había comprendido que era el momento oportuno para trazar su
propio destino y seguir un camino diferente.
Dada la fecha acordada su familia la despidió
en medio de la algarabía de ver a uno de sus miembros triunfar
-Sofía usted sabe cómo es el mundo, recuerde
los principios que le hemos dado y por favor no le crea las promesas de amor
que muchos oportunistas puedan jurarle, una latina con hermosos cabellos y una
piel bañada por el sol no pasan desapercibidos por los hombres –fueron las
palabras de despedida de su padre
Su hermano mayor que hacía las veces de
comediante no pudo evitar sus malos chistes –ojala hubieses sido tan morocha
como papá o heredado sus ensortijados cabellos hacia él no estuviera a punto de
un infarto porque su niña pronto se convertirá en mujer –ella le dedico una
mirada de reproche, como se le ocurría hacer un comentario como ese delante de
sus padres.
Su madre era un mar de lágrimas, su pequeña por
primera vez vivirá lejos de su protección y ¿si se enfermaba? ¿Si no le gustaba
la comida a los lugares que llegara? Las madres siempre se martirizan pensando
en qué lugar han de parar sus hijos y si encontraran a alguien de buen corazón
que los ame y mime como ellas lo harían.
Sofía sube al avión y se da cuenta que tiene
como compañero a un guapo chico rubio, pero decide no prestar atención al chico
caliente que la acompañara las próximas horas de vuelo y saca un libro que
llevaba en su mochila y se sumerge en la lectura sin más. Pero él estaba
dispuesto a hacer conversación, no iba a durar más de 10 horas de vuelo sin
confraternizar
-hola me llamo Marc –le extiende una mano y le ofrece
una sonrisa tipo Colgate - ¿visitando amigos? –continúa el acompañante
-Sofía y no, recogía un encargo y me dirijo
hacia mi nuevo hogar –dice ella muy someramente aunque preferiría hablar hasta
que puedan darse la dirección del correo electrónico
-pero ellos parecían muy cercanos a ti –era
evidente que él la había observado minutos antes de abordar el avión y no sabía
si tomar esto como un halago o temer de que fuera un acosador, pero ya que
sería su única compañía en las próximas horas se decantó por la primera opción.
-de hecho son mi familia, me estaban despidiendo
–le comentaba ahora interesada, y un infierno si no lo estaba; este chico es el
sueño de toda mujer...
- pero el señor no es tu padre –ya sabía hacia
donde se encaminaba la conversación, de hecho se la sabia de memoria y era aquí
donde la ascendencia alemana que su madre decía pregonar a viva voz venía a
tomar partida
-sí es mi padre –y antes que él hiciera el
comentario de porque él es “afro” y tú no, ella se adelantó en decir –sé que no
nos parecemos en nada, ni siquiera en color de piel pero eso se debe a que mi
madre es de descendencia alemana y
bueno, los genes de ella pudieron más y por eso cualquiera piensa que él no es
mi padre –así estuvieron charlado hasta que apagaron las luces, lo divertido de
esta historia era que Marc era un médico que se había enlistado también como
voluntario en la misma brigada a la cual ella haría parte.
Llegaron a Somalia sin ningún contratiempo y
una amistad que prometía. Al principio fue duro, era una ventaja hablar el
inglés, pero definitivamente ser mujer no era de gran ayuda.
Durante meses lloro extrañando a su familia
pero muchos otros días fueron felices porque sabía que estaba haciendo sus
sueños realidad. Una tarde cuando había terminado sus horarios de guardia
camino lejos del campamento y se sentó en las arenas calientes y comenzó a
llorar nuevamente por su familia, sus amigos...de repente unos enormes brazos
la rodearon, aspiro la colonia de Marc y se relajó en sus brazos. En un segundo
estaba siendo acunada por su único amigo del campamento y en menos de esos él
la miraba a fijamente y sus rostros estaban a pocos centímetros.
-Sofía ya no sé cómo manejar esto, me vuelves
loco y si no fuera por ti estar en este lugar sería una tortura. No quiero
verte sufrir, quiero que te apoyes en mí,
confíes en mí. Daría todo lo que tengo porque yo fuera tu razón de
abrazar un nuevo día –Sofía jamás se había sentido ligada a un hombre, jamás
alguien le había llegado al corazón. Recordó las palabras de su padre, pero
Marc no era cualquier hombre. Marc era suyo
-bésame Marc –la mirada de Marc se ilumino y
tomando el rostro de Sofía en sus manos la beso...
Empezó a
rumorarse que tribus enemigas habían iniciado una lucha de territorio y de ser
así, tendrían mucho trabajo y personas a las cuales salvar de la muerte. La
guerra estallo y ellos se vieron presos del fuego cruzado, no podían tomar
partido por ningún bando, ellos estaban allí para servir.
Una noche que lucía como pacifica como no hacía
mucho, Sofía invito a Marc a su tienda. Esta noche era la definitiva, de todas
las mujeres de la brigada era la única que ridículamente era virgen, las
palabras de su padre en el aeropuerto vinieron a su mente e ignoro sus
pensamientos. Marc no era cualquiera...era su Marc, era lo que siempre se
recordaba cuando daba un paso más en su relación con él.
-lo mejor será que me vaya –Marc retiro sus
manos del pecho de Sofía, no quería lucir como un hombre desesperado por sexo
aunque fuera una cuestión que no podía negar del todo.
-Marc quiero que continúes...quiero que me
toques como solo tú lo haces –Marc respiro tortuosamente
-nena, estas segura de lo que me estas pidiendo...no
quiero que te sientas presionada, tenemos tanto tiempo por delante –ese era el
hombre que ella amaba, el hombre que le prometía no solo el presente sino que
también le había entregado su futuro
-bebe mírame a los ojos y dime si esto no es lo
que deseas –
-eso es jugar sucio –Sofía sonrió ante su
inevitable triunfo y comenzó a morder el lóbulo de la oreja de Marc, mientras
le susurraba que nunca lo había hecho con otro hombre
-me quieres matar –Marc estaba que se consumía
de deseo, una cosa era tener a Sofía como su novia pero otra muy distinta que
él fuera el primero –diablos, tan bueno soy que te he ganado –más que una
afirmación era una pregunta al vacío
-entonces has efectivo tu premio tontuelo –Marc
empezó a besarla como si fuera la última vez que pudiera hacerlo, cuando empezó
a quitarle la blusa se escuchó un grito ahogado a las afuera de la tienda.
Ambos se sobresaltaron y cuando notaron que los gritos se hacían más fuerte
salieron a ver que sucedía.
Era un hombre como de unos 40 años, había caído
por accidente en medio de las riñas y había salido gravemente lastimado. Marc
sin perder tiempo lo adentro en la tienda de Sofía, mientras examinaba sus
signos vitales, el hombre empezó a hablar en árabe agradeciéndole a Ala por haberlo puesto en el camino de esta
hermosa pantera del desierto. El tiempo transcurrió y poco a poco Sofía le fue tomando mucho afecto
y no dejo que se marchara hasta que sus heridas no estuviesen completamente
curadas.
-Raoul que harás cuando te hayas curado del
todo –le pregunto Sofía ese día mientras observaban el cielo estrellado
-llevarte conmigo mi pantera, tengo un gran
futuro para ti –pronuncio con promesas estas palabras
-has enloquecido, como puedes decir eso, sabes
que amo mi trabajo y que estoy enamorada de Marc, no tienes nada que me pueda
interesar. No has sido más que como un padre, no puedo dejarlo todo como si
nada –afirmo con vehemencia
-y tú la hija que el cielo que no me dio, por
eso te voy a llevar a un lugar donde tendrás el mundo a tus pies –
Esa noche Sofía soñó con riquezas y un futuro
maravilloso, era una soñadora en toda la extensión de la palabra, quizá todo
era culpa de la cantidad de libros que había atesorado en su mente desde muy
pequeña, pero no podía irse con Raoul, tenía un trabajo que amaba y un buen hombre
que había ganado su corazón.
-buenos días princesa –era música a sus oídos,
Marc la estrecho en sus brazos mientras le susurraba hermosas promesas de amor
-buenos días cariño, tengo que contarte algo
acerca de Raoul –dijo Sofía, entre ellos dos no había secretos
-le quieres demasiado, es un buen hombre y es
una fortuna que haya llegado herido a tu tienda –calibro el valor de las
palabras que diría a continuación –él es como el padre que tanto extrañas –en
verdad lo pensaba, Raoul había hecho que Sofía no se sintiera tan lejos de su
hogar y resistiera en esas tierras extrañas y hostiles.
-pero pienso en algo más que eso –ella hablaba
sin premuras, quería abrirle su corazón. El escuchaba atento. Marc se sentó
junto a ella, mientras le daba un beso en la frente
-y que es eso de algo más, estas tristes por
qué pronto se ira, si es por eso te aseguro que Raoul no perderá contacto
contigo, te quiere mucho eso lo sabes de sobra -
Raoul era un hombre reservado, mientras su cuerpo
sanó se mantuvo en una relación superficial con los demás, solo con Sofía era
más abierto pero ella nunca había violado su intimidad. Pero esa conversación
de la noche anterior había dejado muchas dudas en la mente de Sofía, a qué se
refería con llevarla con él, ella no podía irse sin más.
-me dijo que ahora que estuviera completamente
sano, me llevaría con él. Creo que ha tomado las cosas a la ligera, pero hay
algo en sus palabras que me causan desconfianza. Es la primera vez que no
siento que es el Raoul que ha estado viviendo con nosotros-
-¿crees que Raoul se puede estar enamorando de
ti? si es así se sincera con él; a lo mejor ha malinterpretado tus atenciones y
cariño –puntualizo Marc que sin mediar empezó a sentir celos de la idea que un
hombre aunque mayor como Raoul pero nada desagradable se pudiera haber
enamorado de su Sofía. Ella sonrió ante la mención de esta idea y desecho el
comentario
-no me refiero a eso tontuelo, me refiero a que sentí por primera vez que Raoul no llego por casualidad a mi tienda, no sé si es que me he dejado influenciar con todas esas ideas del Al-taqdir (destino en árabe) y de las estrellas de las que tanto habla Raoul. Algo me dice que él no me lo dice todo y no me refiero a que se esté enamorando de mí, él esconde algo más...
-ojala sea eso porque te juro que si intenta sobrepasarse contigo no me va importar nada y tendrá que aceptar que tú eres mía –Sofía descanso en el ancho pecho de Marc y sonrió ante lo territorial que podía llegar a ser Marc en muchos sentidos.
-por cierto señor de las cavernas aún no hemos concluido lo que iniciamos esa noche cuando Raoul nos interrumpió –Marc le sonrió de vuelta, hacía dos meses que Raoul había llegado a la tienda de Sofía y no habían podido tener un tiempo a solas
-cariño eres una desvergonzada –Sofía envolvió sus manos en el miembro de su novio –bueno esto más que lo otro –dijo sin aliento –bebe, deja de hacer eso o te tomare aquí mismo–Sofía aunque emocionada porque al fin Marc la hiciera suya, no quería que su primera vez fuera en medio de la nada
-mañana...mañana será nuestro día libre –fue una promesa solemne
Raoul salió a recorrer las calles de Mogadiscio, pronto dejo las calles más concurridas y se introdujo en un callejón que no tenía más salida que un inmenso portón, se introdujo en él y allí lo esperaban un grupo de hombres
-al salaam a' Laykum khoya (hola, hermano)
-WA alaykum al salaam. Besaron sus rostros y bendijeron a Ala. Era la primera vez que Raoul salía de entre los límites de la brigada de la Unicef, pero él conocía a estos hombres y era evidente que estuviese cumpliendo una cita
-como está la muchacha. Recuerda que el plazo para su preparación está cerca, ella es la elegida para el emir; no lo has olvidado verdad Khoya – pregunto este misterioso hombre con cierta suspicacia
-por qué tendría que haberlo olvidado khoya, es hermosa, impetuosa y me he ganado sus afectos. No puedo negar que la deseo, pero sé cuáles son mis deberes y el teatro que he montado ha hecho su función y ella está en primera fila expectante –sonrió Raoul, era cierto que toda su actitud hacia Sofía había sido un gran número y ella inocentemente le había creído –solo que a pesar de todo eso, ella no vendrá por las buenas conmigo y necesariamente tendremos que hacer un emboscada y raptarla. Hay un hombre que está enamorado de ella y no dejara las cosas tan fáciles como nos planteamos al principio, ayer le comente algo sobre querer traerla conmigo pero no se mostró convencida y tú lo has dicho khoya ya no hay más tiempo- Los hombres se despidieron, Raoul volvió al lado de Sofía y no volvió a mencionar la idea de llevarla con él. Al día siguiente antes de la cena y antes de que Sofía y Marc dejaran el campamento para disfrutar de una noche libre de obligaciones, el campamento fue sorprendido con unas bombas, Raoul que estaba cerca de Sofía la llevo hasta un lugar seguro, Marc en medio de la confusión vio como Sofía era llevada lejos y no dudo en seguirla.
En el campamento todo era gritos, pero solo eran productos de la desesperación ya que los artefactos que habían explotado habían sido colocados en lugares estratégicos y no habían causado lesiones a ninguno de la brigada.
-Raoul hacia donde me llevas, mira que los demás necesitan de nuestra ayuda –intento resistirse Sofía, pero Raoul era un hombre fuerte y bloqueo todos sus intentos de querer regresar
-shhh!!! tranquila pantera que conmigo estas segura, pronto vendrán por nosotros y esto será solo un vago recuerdo, a tu gente no le ha pasado nada –Sofía sintió que un extraño escalofrió la atravesó tras las palabras de Raoul y vio a través de sus ojos algo que jamás habían visto, por primera vez, vio en los ojos de Raoul deseo por ella
-suéltala Raoul –una voz grito en medio de las sombras, Raoul y Sofía sabían quién era el que hablaba. Raoul rió fuertemente burlándose de la afirmación
-¿qué la suelte? quería hacer las cosas más fáciles para ti, pero has sido un maldito intruso en mis planes. Creí que no sería necesario quitarte la vida pero has llegado al punto de no retorno –Sofía se tensó, intento por un momento soltarse de los fuertes brazos de Raoul pero era imposible desde cualquier punto
-¿Raoul que estás diciendo? como puedes pensar si quiera eso, suéltame...tu sabes que soy americana y trabajo con la Unicef, si intentas algo te verás en serios problemas. Por favor déjanos ir –suplico Sofía, tenía que apelar a la parte racional de este hombre que en ese momento era un completo extraño para ella
-no tengo miedo a tus amenazas Raoul, suéltala o te juro que te arrepentirás –siseo Marc con gran furia. Raoul se burlaba de sus intentos fallidos de hombre al mando y sin vacilar, desenfundo un arma que llevaba oculta debajo de su manto y le propino un tiro en el pecho a Marc. Sofía pego un grito desgarrador, Raoul la soltó y ella corrió hasta el cuerpo que se retorcía de Marc.
-¿por qué los has hecho?, ¿por qué? –ella se aferró al cuerpo de su amor y lloro desconsoladamente, Raoul no se movió ni un centímetro, poco le importo el dolor de Sofía. Al instante una camioneta llego al lugar. Sofía inocente se levantó para pedir ayuda pero fue en vano, aquellos hombres venían por ellos, Raoul la agarro nuevamente y ella empezó a propinarle puños y patadas pero este cansado de los ataques inconexos de ella, la abofeteo y le hizo perder el conocimiento.
Sofía no sentía su cuerpo, estaba adormecida y le era muy difícil razonar sobre lo que le había ocurrido, se encontraba amarrada a los postes de una cama doble. A las horas se dio cuenta de su realidad e intento con todas sus fuerzas soltarse del fuerte agarre que la tenía sometida pero era imposible, empezó a gritar desesperadamente pero era imposible; el lugar en el que se encontraba nadie la podía oír, nadie podía ir en su ayuda.
-vaya ya has despertado pantera, creí que nunca lo harías –dijo en tono burlesco Raoul quien solo llevaba puesto un pantalón y tenía el torso desnudo, exhibiendo su atlética figura pero haciéndolo más aterrador.
Sofía lo ignoro y empezó a llorar nuevamente, le oro a Dios para que esto fuera una pesadilla, sentía que la cabeza le iba a explotar, no quería pensar que ese hombre era Raoul, no quería imaginar nuevamente la escena en que Marc caía abatido. Se negó a creerlo y cerró sus ojos esperando que pronto despertara de ese sueño tan doloroso.
-Pantera, necesito que te calmes y empecemos a hablar. Te explicare por qué estás aquí y necesito de tu colaboración, las cosas serán más fáciles si cooperas porque de una u otra forma hare que hagas lo que yo digo – le quito el cabello enmarañado que cubría su rostro y acaricio su mentón. Sofía ante su toque intento alejarse de él y movida impulsivamente por un odio desenfrenado lo escupió. Raoul teatralmente limpio su cara, soltó las manos de Sofía y la sentó junto a él en la cama sin soltarla un momento de sus grandes manos. Sofía batallaba pero era imposible, ardía en furia y al hombre que había llegado a querer meses antes ahora era un bastardo al que desearía matar con sus propias manos.
-no me llames pantera y te advierto que tendrás que matarme como lo hiciste con Marc porque jamás, jamás llegare a querer a estar contigo por voluntad propia. Te odio Raoul, te odio como nunca he odiado a nadie –el agarre de Raoul se suavizo y ella no dudo en levantarse de la cama y llegar a una esquina de la habitación en la que se encontraba.
-¿estas ofreciéndote pantera? no me seduce tu idea, pero deberías saber que quisiera hacer muchas cosas contigo y no es precisamente asesinarte, ese estúpido no tendría por qué haber muerto pero se cruzó en mi camino y no lo podía permitir, no es por eso que te he traído. No te dejare de llamar así, no lo hare porque eso es lo que eres para mí. Te he traído porque te voy a enseñar el arte de la seducción, te prepare para que seas una perfecta sumisa y te venderé a uno de los jeques árabes más influyentes y poderosos del mundo, aahh pantera te daré la mejor oportunidad de tu vida –camino hasta donde ella y cuando estuvo a centímetros de ella, Sofía no lo pensó dos veces y lo abofeteo, la ira fluyo por los ojos de Raoul y sin mediar palabra alguna con una fuerza salvaje rasgo la camisa de Sofía, la cual cayo como si fuera trapos viejos. Sofía se cubrió avergonzada, no era de las mujeres que le gustaba enseñar su cuerpo, no permitía ni que su madre la viera desnuda y ahora aquí un hombre que no era más que un sicópata la había desnudado y Dios sabe que cosas haría con ella.
Raoul la agarro por el cabello y hecho la cabeza de esta hacia atrás, estaba enfurecido por haberlo escupido y ahora por haberlo abofeteado. Sofía gimió de dolor pero él la ignoro y empezó a tocar su cuerpo, ella temblaba entre sus manos, solo Marc la había tocado de una manera íntima y ahora Raoul tocaba su cuerpo sin reparar en el daño emocional que le estaba ocasionando y por un momento llego a pensar que sería violada, lloro como nunca pero Raoul no se inmutaba, la seguía acariciando hasta que coloco sus labios sobre los pechos de esta, ella grito de desesperación y lucho por alejarse de él, era imposible Raoul no la dejaría escapar.
-shh, no grites pantera, nadie va a oírte estamos en una casa alejada de la población y aunque te oyeran nadie haría nada porque esta casa está fuertemente custodiada –
Raoul le quito el sostén con violencia, ella lucho con desesperación, él la tenía sometida. Nadie la podía ayudar, la venció en el suelo y le quito el pantalón. Sofía ya no podía gritar más, sus lágrimas ya no brotaban de sus ojos. Inmovilizada por el terror, espero lo inevitable. Él rasgo sus delicadas bragas de algodón y lamio sus pechos con violencia, Sofía sufría en silencio, cerro sus piernas pero él no tuvo problemas en separárselas y con una mano sostenía por encima de la cabeza los brazos de la indefensa chica y con la otra empezó a estimular su clítoris. Pero el dolor más grande de Sofía era como su cuerpo reaccionaba ante las caricias crueles de este hombre. En un instante de forma inesperada sus pezones hinchados de la estimulación de Raoul empezaron a tensarse y una reacción que jamás había sentido se materializo en su vientre, un brutal orgasmo la poseyó y segundos después en las manos de este monstruo la pequeña Sofía se corrió. Raoul empezó reír como loco, pero de que servía, Sofía no se podía sentir más humillada. Profundas arcadas precedieron su orgasmo y vomito todo lo que podía haber contenido su organismo para ese momento.
-para que te oponías, si todas ustedes son putas por naturaleza –la levanto y con brusquedad la tiro en la cama, Sofía se envolvió en un ovillo no quería verlo, no quería que volviera a colocar sus asquerosas manos sobre ella, cerro sus ojos y las lágrimas empezaron a salir, pero esta vez de humillación y vergüenza –cuentas con suerte que no te pueda hacer mía, porque si no te follaría hasta que perdieras la conciencia puta, dejare que descanses un poco. Has tenido mucho por hoy –
Raoul salió de la habitación y la pequeña se quedó dormida mientras sollozaba. Una luz entro en la habitación, Sofía se levantó sobresaltada, se cubrió con las sabanas recordando su desnudes y oro a Dios para que Raoul no la volviera tocar. Descubrió que la luz provenía desde un gran ventanal y allí de pie estaba Raoul; era de día, con sus cabellos húmedos y con ropas diferentes. Él se giró hacia donde ella y la miro con una falsa piedad.
-sal de esa cama pantera, te bañare para que pueda alimentarte –ella se encogió aún más y no quiso mirarlo a los ojos –no me obligues a hacer lo que hice a ayer, sal de esa maldita cama que te guste o no te bañare –él se encamino hacia donde ella y Sofía empezó a temblar y con una voz suplicante evito que él diera un paso más hacia ella
-dime donde está el baño Raoul y yo voy sola, pero por favor no me vuelvas a tocar, no lo hagas por favor –empezó a llorar desconsoladamente y él quizás por el tiempo que habían compartido o por su maldad retorcida fue hasta donde ella y la abrazo
-pantera no te quiero hacer daño, pero eres obstinada y tienes que aprender. No te volveré a tocar como lo hice ayer si me obedeces en todo ¿has entendido? en todo –pero él noto como temblaba Sofía y en verdad esto no le agradaba así que la soltó –por tu bien tendrás que dejar que te duche, no puedes hacer otra cosa más que obedecer y te prometo que no te volveré a tocar en contra de tu voluntad –
-pero por qué no puedo hacerlo yo sola, por qué me tienes que ver desnuda, por qué me tienes que tocar –había horror en su rostro, estaba hinchado de tantas lagrimas que no pareciera que fuese la hermosa Sofía
-no me hagas perder la paciencia pantera, harás lo que te diga y punto –la saco de la cama arrastras y la introdujo en el baño, esposo sus manos a un tubo cerca a la bañera, la pobre Sofía nuevamente se encontraba indefensa ante él. Raoul empezó lavar su cuerpo –pantera eres tan hermosa, no sabes cómo me excitas, este será un duro año para mí, nunca había preparado un mujer tan hermosa como tú –Sofía solo lloraba y deseaba que Raoul acabara pronto, toda su intimidad estaba expuesta ante este hombre. Termino de bañarla y la seco con una toalla, la llevo de vuelta al dormitorio y le ayudo a colocarle unos brazieres de encaje negro y unas bragas a juego.
-de ahora en adelante permanecerás así todo el tiempo para mí. Ya no usaras más ropa, solo este tipo de lencería pantera. No me llamaras más Raoul, para ti seré amo –Sofía no hablaba, solo estaba ideando la manera de poder escapar de sus manos de la forma que fuera, aunque en eso se le fuese la vida, no iba permitir que nadie la volviese a tocar sin su voluntad como el día anterior lo había hecho Raoul.
-ahora pantera vamos a alimentarte ¿tienes hambre? –le pregunto curioso Raoul
-si amo –él esbozo una gran sonrisa. Este año que les esperaba sería de gran provecho después de todo.
-perfecto pantera, ahora vendrás aquí junto a mí, te arrodillaras, abrirás un poco las piernas y extenderás tus manos sobre tus deliciosos muslos –a Sofía le pareció humillante esa posición pero tenía que hacerlo o seguir al lado de él y no lo soportaría por mucho tiempo –pero a ese “si, amo” deberás agregarle “por favor”, recuerda que soy tu dueño y mi deseo está por encima de tu voluntad. Tú ya no la tienes ¿has entendido pantera? –Sofía quería golpearlo, gritarle cuanto pudiese pero eso complicaría sus planes y no se lo podía permitir.
Raoul la dejo y fue por el desayuno, regreso pronto y Sofía esperaba arrodillada para cuando el llego. Al verla su alegría era abismal, ella estaba cediendo y eso era un triunfo personal para él.
-bien pantera, ahora solo comerás de mi mano, nunca más te alimentaras por tu cuenta, eres solo un objeto y no tienes derecho más que a complacer mis deseos –
-sí, amo –
Durante varias semanas, Sofía siguió al pie de la letra una a una las indicaciones de Raoul, progresaba en cada uno de los movimientos que le indico. Pero cada noche mientras la abandonaba lloraba hasta que su alma y sus ojos se lo permitían...Marc...Marc era el dolor más grande que llenaba su herido corazón, no tenía voluntad, como le había dicho Raoul, ella ya no decidía por ningún asunto por elemental que fuera.
-amo, puedo preguntarle algo –dijo Sofía mientras almorzaba a los pies de Raoul
-claro pantera, puedes preguntarme todo lo que quieras con respecto a tu entrenamiento –dijo perezosamente Raoul mientras le daba en la boca un trozo de carne
-amo como puedes saber que soy virgen –le dijo ella con naturalidad, su plan empezaba a andar sobre ruedas y ya no había marcha atrás.
-pantera, mi sabiduría la herede del desierto, conozco a una doncella con solo verla a lo lejos y ese día cuando te vi en el aeropuerto –Sofía sintió como su corazón se aceleraba - sí, te conozco desde que llegaste. Ese día supe que sería la adecuada para este trabajo y mira que no me equivoque. Era normal que al principio reaccionara como lo hiciste, eres muy inocente pero en mis manos serás una gran sumisa y serás la joya de mi corona –
-amo y por qué tengo que ser virgen...y si... –guardo silencio premeditadamente, Raoul tenía que picar el anzuelo o sus planes se irían al traste
-virgen vales más para estos hombres, pero ibas a decir algo más, te he dicho que preguntes lo que sea –ahora Raoul estaba interesado en lo que diría Sofía
-no amo, lo que iba a decir era una indiscreción y usted ha sido muy claro en que si no lo obedezco el castigo será severo –agacho la mirada y ahora estaba en perfecta posición de sumisión lo cual alentó el corazón de Raoul y así no le podría negar nada
-sea lo que sea pantera pregúntalo, te prometo que no te castigare –le ofreció un poco de agua
-amo ¿usted aun me desea? quiero que usted –trago fuerte -quiero que usted sea mi primer hombre –levanto los ojos y trato que su mirada fuese suplicante, Raoul sintió como una fuerte erección se levantaba entre sus piernas, Sofía lo excitaba pero sabía que no podía tocarla o estaría en problemas –amo hágame sentir lo que sentí el primer día cuando me trajo aquí, quiero sentirlo dentro de mí –esta vez su voz sonó seductora y Raoul no pudo evitarlo, la levanto y la coloco sobre la mesa y le bajo las bragas. Sofía le abrió las piernas en seductora invitación, Raoul ardió de deseos, no la penetraría solo le practicaría sexo oral y ella haría lo mismo con él. No habría ninguna violación del contrato.
-pantera aprendes muy rápido, te daré placer tanto como pueda, pero tu virginidad no me pertenece y eso lo tienes que tener claro –se acercó a Sofía, el corazón de ella empezó a latir más fuerte de lo acostumbrado, gotas de sudor empezaron a correr por su sien. Raoul lo interpreto de una manera equivocada –no te preocupes pantera, lo disfrutaras tanto como yo –Sofía se estaba arrepintiendo de lo que había iniciado, pero ya no había vuelta de hoja.
Raoul empezó a besarle el cuello, Sofía lo ladeo asqueada y las lágrimas empezaron a brotar pero Raoul no se daba cuenta, estaba cegado por el deseo de poseerla. Desabrocho su brazier y con sus manos empezó a acariciarle los senos, de pronto con su boca los succiono con violencia y estos se tensaban ante su provocación. Cuando Sofía se dio cuenta que Raoul había bajado la guardia, tomo el cuchillo con que minutos antes él había cortado los pedazos de sangre y en el momento en que él alejo su boca de sus turgentes senos y quiso besarla en sus labios esta sin pensarlo dos veces le clavó el cuchillo en el triángulo que formaba la unión del cuello y los hombros, se lo retorció sin misericordia. Raoul grito de dolor y se tambaleo lejos de ella intentando arrancarse el cuchillo. Sofía tomo el albornoz de baño que descansaba al pie de la cama y abrió la puerta para escapar. Raoul se retorcía de dolor y como pudo se levantó del charco de sangre en el que estaba, cuando Sofía quiso llegar a la puerta que daría a la libertad tres hombres la interceptaron. En vano eran sus intentos de escapar, jamás podría. Raoul gritaba improperios a su espalda y la maldecía hasta la muerte, fue auxiliado por sus hombres y Sofía fue levantada como una brizna de viento y encerrada en su habitación, la esposaron a los barrotes de la cama. Sofía sabía que si Raoul se recuperaba la despellejaría viva, realmente no le importó porque al menos así terminaría su calvario y seria libre.
Al día siguiente del intento fallido de fuga, una mujer como de 30 años o un poco más entro a la habitación, era bella en demasía. Se acercó hasta donde ella y le acaricio el rostro, le soltó las manos heridas por las esposas, besos sus manos y sus ojos de un gris rasgado se llenaron de lágrimas. Sofía la miro y su corazón se llenó de esperanza.
-¿has venido a liberarme? por favor sácame de aquí ¿Raoul está vivo? si regresa me hará pagar cruelmente, sálvame de su crueldad –suplico Sofía entre sollozos, aquella mujer la abrazo y beso sus enmarañados cabellos
-no puedo hacer eso, yo también soy una como tú. Soy la sumisa de un hombre tan cruel como Raoul y si intento liberarte pagare con mi vida. Ven, desde ayer no comes y seguramente tendrás ganas de vaciar tu organismo –Sofía le obedeció y se dejó conducir hasta el baño, allí ella así como lo hacía Raoul la baño pero a diferencia de él, ella no la miraba con lujuria, en su mirada había ternura, comprensión; ella le entendía.
-no quiero ser la sumisa de nadie, no quiero ser tratada como una esclava, quiero volver a mi hogar –Sofía volvió a llorar, su corazón se secaba poco a poco.
-yo pase por lo mismo que tu pantera, pero me adapte y ya no soy tratada tanto como un animal sin voluntad, mi amo me quiere a su manera pero lo hace. Aprende el arte de la sumisión y te ira bien, no intentes otra vez escapar porque es imposible, no estás en Somalia, ahora estas en Francia –ella le ayudo a vestirse con algo más que aquella lencería sexi con que la vestía a diario Raoul. Quiso saber cómo había llegado hasta ese país, pero recordó que días antes Raoul le había mencionado que durante dos días había permanecido sedada, seguramente fue en ese tiempo en que fue trasladada
-cómo te llamas –
-llámame Mara, ¿te gusta que te llame pantera mientras no está Raoul? – tomo un peine y empezó a darle formas a sus rebeldes ondas
-cuando él lo dice me produce nauseas, pero confieso que es muy ilustrativo ese nombre –dijo Sofía con gravedad.
-bien pantera, entonces manos a la obra. Raoul me dijo que solo te ha enseñado voces de mando y posturas de sumisión. Me encargare de enseñarte como seducimos y complacemos a nuestros amos, aprende todo lo que puedas para que Raoul no pueda tener la oportunidad de colocarte otra vez las manos encima y si progresas en esto quizás me dejen a cargo tu preparación –la invito Mara
-pero él volverá y me hará daño, le odio y aborrezco ni tu bondad me podrá salvar –le dice derrotada
-pantera, cuando nos portamos mal nos deben castigar –Sofía se estremeció ante la idea del castigo, recordó como su padre cuando ella era niña la reprendía duramente y solo sabía que no quería jamás en su vida volver a pasar por algo similar, aunque los castigos de su padre eran insignificantes ante los que les propinaría Raoul cuando regresaría –pero aprende todo lo que tengo para ti y tu amo te amara y jamás te hará daño, confía en mi –
Mara durante tres meses le enseño cosas elementales y secretas en el arte de la seducción, le enseño cómo manejar su cuerpo y a conocerlo. Era como una madre, la consolaba cuando caía en depresión, o cuando la ausencia de su familia era insoportable. La hizo fuerte y segura, pero al cabo de ese tiempo Raoul volvió y ya no había forma de escapar de su realidad. Entre los objetos con los que la había instruido Mara ese día había un consolador y cuando Mara no la miraba lo tomo y escondió bajo sus sabanas. En momentos agobiantes, medidas desesperadas...solía decirle su madre y este no podía ser otro momento.
-vamos a ver pequeña zorra como te hare pagar lo que me hiciste –Raoul lucia desmejorado, por lo que le había dicho Mara se vio en riesgo de morir y ahora que lo veía no lo podía dudar, estaba muy pálido, pero su imponente presencia no lo había abandonado –Mara sal de la habitación y vuelve donde mi khoya, ya has hecho lo que se te ha ordenado –ella obedeció y salió de la habitación no sin antes pedirle a Ala que sus manos protegieran a la pobre chica...
publicación del próximo capitulo, viernes 9 de agosto. besos de colores gente hermosa y gracias por hacer de este proyecto una realidad cada semana.
6 comentarios:
qué historia tan cruel pero tan real te metes en el personaje y en el sufrimiento y realidad de sofía e quedado impactada y con la boca abierta.. Me gusto mucho tu historia y promete mucho..;-)
Gracias Diana por dedicar tiempo a esta nueva aventura, el mayor desafio es que ustedes puedan sentir lo que cada personaje vive. besos de colores y nos leemos hasta el proximo capitulo
bueno lo lei desde q lo subiste pero iba de salida, ahora si a comentar!!!! ...GRANDIOSO !!!! me encanto q nos hayas transportado al porq esta Sofia en manos de ese tipo... a sufrido mucho con lo de su primer amor!!! ... genial la manera q tienes de escribir bueno desde la historia pasada lo dije pero nunk esta de mas :D
besos nena y ya sabes aqui siempre ;)
SOLO UNA PALABRA: MARAVILLOSOOOO!!!!! AVE YA EXTRAÑABA TUS LECTURAS COMO SIEMPRE QKI ME TENDRAS EN CADA CAPITULOO.BESOS
gracias a Jelly, creeme que lo que viene en el otro capitulo es aun más horrible, Sofía ha sufrido mucho a manos de Raoul, pero heridas más grandes se abriran con el paso del tiempo, besos de colores y hasta el proximo capitulo
gracias Zule, se que tu eres una de las que siempre estan alli para apoyarme y gracias por ello. besos de colores y hasta el viernes Dios mediante
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