COMPLICACIONES
Era domingo por la mañana, Alexander no tenía
que ir a la oficina, después de lo sucedido con Sofía tenía que llegar a un
punto intermedio. Tenía que llegar a ella, lograr que ella confiara en él,
después de lo sucedido con Ben Sofía se había negado a verlo; las cosas
sencillamente no podía continuar de esa manera.
Se dirigió a la habitación de Sofía, al entrar
no la hayo en la cama, camino al cuarto de baño y vio en el reflejo del espejo
que estaba en closet buscando algún tipo de ropa.
-hola –Sofía lo miro, tuvo que contener un
silbido al ver la imagen de Alexander, tuvo que recordarse que ella no lo
quería ver después de lo del día anterior; pero era imposible, fracaso en su
intento y no pudo desviar su mirada de la imagen de Alexander. Alexander tenía
vaqueros, suéter, remera de cuero negra y botas estilo militar que lo hacía
lucir como un chico malo de instituto.
-hola –pudo decir Sofía al fin y quizás no era
lo único que quisiera decirle
-necesitamos hablar –las palabras salieron
automáticamente
-perfecto, permíteme cambiarme y te sigo –
-de hecho quiero que salgamos, no es bueno que
estés encerrada todo el tiempo, esto no es una cárcel y tampoco eres mi
prisionera o mi elemento decorativo como lo has insinuado ya en varias
ocasiones–
-oh –dijo Sofía sorprendida, no esperaba salir
con Alexander por todo lo que el significaba, era un hombre que vivía en el ojo
del huracán de la prensa y si lo veían con ella, seguramente no iba a terminar
en algo bueno para él.
-es lo único que tienes para decir –rió Alexander,
ella lo hacía reír más de lo que lo había hecho en toda su vida –bueno, si has
sido capaz de tratar con el personal de servicio de la casa–a su mente vinieron
imágenes de ella con Ben y maldijo para sí mismo –me imagino que tratar conmigo
en un ambiente diferente a una habitación no te hará mal –
-no quiero dar la impresión de paria social
–Sofía trato de excusarse –pero a donde me llevaras, no sabría que colocarme –
-vaqueros, chaqueta y una bufanda está haciendo
frio –Alexander no sabía que decirle –solo colócate algo que sea cómodo –
Sofía busco unos vaqueros negro que le habían
encantado mientras había hecho un inventario de lo que él había hecho comprar
para ella, saco una blusa de algodón cálida que tenía un escote en V un poco
sensual pero no demasiado. Alcanzo una cazadora de cuero que iba muy bien con
los vaqueros y al ver que Alexandro llevaba botas, quiso lucir unos botines
estilo vintage y como último accesorio miro entre las bufandas y escogió una
bufanda rosada.
Mientras Sofía escogía la ropa, Alexander no
dejaba de mirarla, quería conocer sus gustos, era una mujer que le gustaba
destacar o al menos eso pensaba por el conjunto que escogió. Sofía se desnudó
frente a Alexander sin ninguna preocupación, ya él había visto todo de ella,
que más daba que la viera cambiarse.
-a donde iremos –pregunto Sofía mientras
Alexander la tomaba de la mano, un detalle muy íntimo pensó ella
-primero iremos a desayunar al Boisdale Canary
Wharf, luego te llevare al Holland Park ubicado en
una zona exclusiva de Kensington. Te aseguro que te encantara –Sofía no podía
explicar la emoción que le prodigaba salir de esta enorme mansión, le daba
igual a donde la llevara después de todo.
-Alexander, sé quién eres –Alexander se detuvo
para mirarla –no crees que es un poco riesgoso que te vean conmigo –Alexander
se relajó no esperaba que Sofía le dijera algo como eso
-vamos, no significa que vallamos a hacer nada
prohibido por ahí. Nadie me da órdenes de que lo que debo hacer y lo que debo
evitar. Así que siéntete tranquila de pasar el día a mi lado, nadie podrá
llegar a ti mientras este a tu lado –Sofía le apretó la mano, agradeciendo que
al menos hoy se comportara como el Alexander que se había enfrentado a Raoul
por ella
Bajaron las escaleras y caminaron por pasillos
que no había podido explorar antes, Sofía estaba sorprendida de lo grande que
era esta mansión.
-esta casa parece un fuerte y yo que creí que
la había conocido toda cuando estabas en Nueva York –
-siento por haberte dejado tanto tiempo a solas
en esta casa –
-no...Es decir, solo estuve por los jardines
y...y en el despacho, no es que me hayas hecho mucha falta en realidad. No
tienes por qué disculparte –Alexander se tensó automáticamente
-que hacías en el despacho –
-estaba utilizando el ordenador, te prometo que
no hice más que ver noticias en general y algo acerca de mi desaparición –ahora
Sofía hablaba demasiado rápido
-puedes utilizar lo que quieras –Alexander no
quería que Sofía trabajara en ese escritorio donde tantas veces se había tirado
a Kasie –el lunes hare que te traigan un portátil, para que lo personalices a
tu gusto –
-no es necesario –
-eso lo decido yo –
-como digas –Sofía no quería cuestionar sus
decisiones porque aquí Alexander seguía mandando
Cuando llegaron a un garaje que parecía más un
parqueadero, Sofía no terminaba de sorprenderse. Alexander la condujo hasta una
moto con la cual Sofía pensó que sus hermanos morirían por montar
-te gusta –Sofía no dejaba de mirar la
motocicleta con asombro –es una Kawasaki ZX-14, vamos que no muerde y esta bebe
sabe obedecer a su papá
-le llamas bebe –
-es mi bebe –
-como digas, por Dios donde dejaste al
Alexander gruñón que solo viste saco y corbata y por nada del mundo montaría
una moto –
-quizás hoy es tu día de suerte –
<<Alexander
baja de esa moto>>
<<Dan prometo no
meterme en problemas>>
<<Si no regresas
antes de medianoche, puedes empezar a despedirte de ese pedazo de motor>>
-Dan odiaba que montara moto –agrego tras
recordar como su tutor sufría de jaquecas cada vez que lo veía sobre una moto
-me lo imagino, mi papá tampoco dejaría alguno
de mis hermanos a los 15 años subir a una moto como estas –Alexander se dio
cuenta por primera vez que Sofía hablaba de su familia, quería preguntarle
cuantos hermanos tenia, como era su familia; pero no debía presionarla. Sofía
sola se abriría para él.
Alexander subió despreocupadamente, Sofía
estaba recelosa, detestaba montar un aparato como ese. Cuando estuvo sobre “la
bebe” de Alexander a pesar de los
nervios era imposible no sentir la corriente eléctrica que emanaba del cuerpo
de Alexander, se preguntó si él sentiría lo mismo o era solo producto de su
abstinencia durante tantos años y se
castigó interiormente por no haber desafiado a sus padres antes y haber
experimentado más en el campo del amor, ahora no estaría alucinando con un
hombre caliente en la parte posterior de una moto.
Alexander arranco, el motor ronroneo y Sofía
grito asustada –Sofía, agárrate fuerte –
-pedazo de idiota, al menos me hubieses avisado
–
-Dios ahora quien es la que está gruñendo –
-podemos por favor solo irnos –Sofía se aferró
a Alexander con tanta fuerza que pensó que le haría cardenales en ese maldito
torso tan bien tonificado
-por favor no me claves las uñas, no soy de
piedra para no sentir –bromeo Alexander
-solo arranca antes de que me arrepienta –
Aparcaron cerca del Boisdale y caminaron hasta
el famoso restaurante agarrados de la mano. Fueron atendidos por el maître del
lugar, quien en el momento que reconoció a Alexander lo condujo hasta un
reservado.
-fáilte roimh an tuasal –
-go raibh maith agat –
El maître los dejos solos
mientras buscaba el menú para que escogieran lo que desayunarían
-se puede saber a dónde me has
traído y que se suponía que hablabas con el maître –Alexander no podía parar de
reír con la expresión de miedo de Sofía –deja de burlarte de mí –
-Sofía el Boisdale es un
restaurante muy inglés, la especialidad es la comida escocesa –le apretó la
mano que descansaba sobre su pierna –me daba la bienvenida y se lo agradecía.
No tengas miedo, eres una persona como cualquier otra que ha venido a desayunar
–
-como digas –
-es la segunda vez que me dices
lo mismo cuando das por terminada una conversación, por favor no me hables así
–
-lo siento –
Al instante llego el maître y les
ofreció la carta, Alexander no demoro en pedir –tráiganos Haggis –
-¿lo mismo para la dama? –
-sí, lo mismo para la señorita –
-disculpa que no te haya ofrecido
el menú, pero quiero que pruebes el Haggis, es mi plato preferido cuando vengo
a este restaurante, es su especialidad –
-y si no me gusta –
-ordenaras el plato que desees –
-y no te molestaría –
-me molesta que no expreses lo
que pienses –
-vaya y yo que creí que era todo
lo contrario, no me des mucha confianza Alexander o te arrepentirás–
Cuando les trajeron este plato
típico escoces, Sofía juro que cuando tuviese la oportunidad de volver a un
restaurante escoces jamás pediría este plato, Alexander estaba encantado con la
expresión de Sofía, ella era tan divertida, natural, espontanea. Partió una
porción de su plato y se la ofreció
-toma, prueba y te darás cuenta
que no miento en lo delicioso que es este plato –Sofía miro a todos lados,
quería cerciorarse que ninguno viera como Alexander darle de comer –anda,
prueba no te arrepentirás –Alexander la apremio
-mmm –Sofía mastico lentamente la
porción de Haggis que le había ofrecido Alexander. Él por el contrario disfruto
cada sonido que ella emitía –madre santa y de que se supone que está hecho este
plato –
-¿pasó el examen? –
-bromeas??? Dios santo jamás
había probado algo tan delicioso, disculpa mi ignorancia cuando pensé que esto
no me podía gustar –
-créeme, pocas veces me equivoco
en mis decisiones –
-¿y entre esas pocas esta tu
decisión de haberme comprado? –
-Sofía no te compre, solo pague
para que esos bastardos no te siguieran explotando –
-claro, se me olvidaba que soy tu
último proyecto altruista –
-el Haggis está hecho de carne,
especias y harina de avena –fue la respuesta de Alexander
-¿acostumbras a venir aquí muy a
menudo? –
-es mi restaurante preferido –
-de verdad no te molesta que te
vean conmigo –
-Sofía deja de pensar que eres
una vergüenza para mí, ¿crees que tomo tu mano por costumbre? no, lo hago
porque por donde pasas todos tienen que mirarte y no soporto que te miren de la
forma en que lo hacen, te tomo de la mano para que sepan que estás conmigo,
maldición mujer eres la única que me hace cuestionar cada paso que doy y en lo
único que pienso es en que no debería pedir tanto de ti cuando...cuando tú te
iras y yo me casare con Kasie. Además es un restaurante donde acostumbro a
venir solo, eres una delicia viéndote comer por eso sabía que sabrías apreciar
la comida de este lugar –
-y te has preguntado que tal vez
me guste hacer dietas, que tal que sea una mujer que sufra de sobrepeso o no
has visto el enorme trasero que tengo –Sofía intento bromear, si algo empezaba
a odiar de pasar tiempo con Alexander era cuando se ponía en plan de hombre
profundo
-¿hay un momento sobre el cual no
bromees? No necesito que te escondas en
ellas para que podamos pasar un rato agradable, y ese enorme trasero que dices
tener no es más que uno de tus mejores atributos –le guiño y Sofía no pudo
evitar ruborizarse, cielos santo a Alexander en verdad le gustaba su trasero,
bueno para variar a ella también
-tienes toda la razón, odio las
dietas, odio los cuerpos lánguidos, jamás hubiese sido modelo –
-¿eso quiere decir que odias a
Kasie? –Alexander la miro con un deje de desafío, pero Sofía puso en blanco los
ojos como respuesta
-no seré yo la que se case con
esa Barbie anoréxica -
Cuando hubieron terminado,
caminaron hasta el parqueadero donde Alexander había aparcado la motocicleta.
Cuando en el camino se cruzaron con una mujer pelirroja, cuerpo delgado pero
que se veía trabajado en el gimnasio, Sofía vio como ella le sonreía a
Alexander y la sangre se le calentó y odio que se estuviera acercando, ni
siquiera Kasie había provocado esto en ella.
-buenos días Alexander –Sofía
solo podía ver la cara de Alexander, quería ver si esta mujer le afectaba en
algo
-buenos días Marcie –Alexander la
saludo como lo hubiese hecho en el oficina, Marcie no pudo evitar sentirse
menos de Sofía, porque él nunca la miraría con algún interés. Marcie no paso
por alto que su jefe llevaba de la mano a esta mujer que no era su prometida y
como no iba a serlo si esta era una morena muy atractiva y con un cuerpo de
muerte
-pensé que regresaría hasta el
lunes –
-no te pago para que pienses
Marcie sino para que obedezcas mis órdenes, parece que siempre lo olvidas
–Sofía casi sonríe ante el tono de Alexander, se relajó sin siquiera notar la
tensión de su cuerpo, al menos esta mujer era una empleada de Alexander y sin
poder explicarlo a su mente vino la expresión
<<No confraternizo con el personal de servicio>>
-lo se jefe, solo que me
sorprendió verlo caminar por la calle como cualquiera de uno de nosotros –Marcie
no pudo detener el borde de sus palabras, odiaba tan intensamente como amaba a
este hombre
-es más sorprendente verle
caminar a usted en tan exclusiva zona
Marcie y se dará cuenta que no ha muerto ninguno, que de extraño sea que lo haga
yo –sino fuera porque Alexander tenía agarrada de la mano a Sofía, ella hubiese
caído de para atrás, pero que grosero puede llegar a ser Alexander, pensó Sofía
-hasta el lunes jefe –
Alexander no contesto nada, se
encamino hasta el parqueadero y volvieron a subir a la motocicleta, esta vez
Sofía se aferró muy bien a Alexander ya se le iba haciendo muy natural estar a
horcajadas sobre este peligroso motor.
-disculpa que no te haya
presentado con Marcie, pero ella solo es mi secretaria y no tienes por qué
entablar relación alguna con mi personal de servicio –fueron las palabras de
Alexander cuando llegaron al Holland Park
-pero yo no soy tan diferente a
ella o a cualquiera que trabaja para ti –Sofía hablo con cuidado de no provocar
el enojo de Alexander
-tú no eres como una de ellos –la
acerco a él y por un momento solo quiso revivir el beso que había sucedido
entre ellos, el primer día de terapia con Ben. No vacilo en este momento, se
inclinó y alineo sus labios a los de Sofía, saboreo su esencia. La estrecho
contra su cuerpo y dejo que sus lenguas bailaran una danza sensual
-cualquiera que te conozca pudo
haber visto que me has besado –fue lo único que pudo decir Sofía
-¿y? –
-por Dios te vas a casar –
-dentro de dos meses, aun soy un
hombre soltero –
-vaya, eso me ha hecho sentir
mucho mejor –Sofía puso los ojos en blanco y se separó de Alexander
-aquel día fuiste tú la que
inicio el beso y no te ha importado si
quiera el hecho de que me voy a casar cada vez que te me insinúas –
-por Dios ese beso fue algo como
si quisiera darte las gracias –Sofía se ruborizo –bueno digamos que se subió un
poco de tono y en cuanto a lo otro, las veces que he intentado seducirte es
cuando he querido convencerme a mí misma de que no me compraste para ser tu
puta -
Alexander ignoro el sarcasmo de
la respuesta de Sofía y la tomo nuevamente de la mano y empezaron a caminar por
el parque
-es una lugar precioso –
-espera que lo recorramos en su
totalidad –
-háblame de tu padre –
-Dan me adopto justo cuando
entraba en la adolescencia, no lo considero mi padre pero es lo más cercano que
he tenido de un padre –
-que le sucedió a tus padres
–Alexander miro a lo lejos
-preferiría que no habláramos de
mi familia, no tengo parientes de sangre vivos, háblame de ti –
-soy americana, soy la menor de
tres hermanos, la única mujer que tuvieron mis padres –
-cuál es tu nombre completo –
-Sofía Mendoza –
-tu nombre no es para nada
americano –
-mis raíces son latinas, mi padre
es afrodescendiente y mi madre provenía del interior del país de donde son mis
padres –
-valla, tienes mucha historia.
Como es que conociste a Raoul de todos
modos–
-estudie psicología –Sofía sonrió
ante la sorpresa de Alexander –te he dicho que no nací siendo una puta, me
apunte a un grupo sin fronteras de la Unicef en África...me secuestro e hizo de
mi esto que ves –Sofía aleja su mirada de Alexander, a veces siente que él
puede ver más en ella de lo que realmente está dispuesta a mostrar
-¿no quieres hablar de eso? –Alexander
sabia cuando retroceder pero necesitaba más, necesitaba conocer a la verdadera
Sofía
-preferiría que no Alexander –
-por qué te fuiste tan lejos del
lado de tu familia, ¿no te llevabas bien con ellos? –
-Alexander mi familia me adora y
no sabes lo que tienen que estar sufriendo con mi desaparición, les amo y cada
minuto que paso lejos de ellos es un dolor que se hace más grande, solo me
apunte a la Unicef porque quería experimentar cosas nuevas –Alexander abrazo a
Sofía, sintió como su voz se quebraba y lo último que quería era ver esa
expresión desolada del día anterior
-entonces arreglare todo para que
vuelvas con ellos –Sofía lo abrazo fuertemente, saber que podía regresar con su
familia la hacía inmensamente feliz, saber que podía recuperar su vida era algo
invaluable
-no es tan fácil Alexander, la
comunidad internacional me ha declarado como muerta en el fuego cruzado de
tribus enemigas en Somalia pero recuerda lo que dijo Raoul, no tengo mi
documentación y apenas pase por algún control de las autoridades el día que
salí de Francia, estaré bajo investigación y me tocara hablar de todo esto y tu
saldrías perjudicado, además...ahora te pertenezco –Alexander levanto
suavemente la barbilla de Sofía para que ella lo viera
-no me perteneces, no de esa
manera Sofía...en cuanto a lo primero tienes toda la razón, no es tan fácil, tendré
que hablar con mis abogados y solucionar tu situación legal cuanto antes –
-gracias –Alexander la sostuvo
por un momento, Sofía era tan frágil, estaba seguro que había muchas cosas de
ella que el ignoraba. Pero todo eso lo hacía sentir más miserable por la forma que
había tenido que sufrir
-Sofía quiero que me perdones,
por todo. Estoy hablando con la verdad, quiero que riñas cuando algo no te
guste, si quieres abofetearme cuando me comporte como un completo idiota,
simplemente hazlo pero no te sientas con obligaciones hacia mí. No me debes
nada, no quiero que sientas que tienes que actuar como te obligo a pensar ese
maldito del Raoul –
-¿por qué haces todo esto? actúas
de una manera y otra, Alexander sé que tengo mucha mierda en la cabeza pero tu...oh
Dios eres tan difícil, que ya no sé cómo actuar contigo –
-todo esto me lo dices por ti o
toda esa mierda de psicología, porque eso mismo me decía Ben –
-por qué le odias –
-está interesado en ti –
-y en que podría importarte –Sofía
se mordió el labio, ahogando una sonrisa; si tan solo Alexander supiera
-no hemos venido a hablar de él –
-tenemos que ser sinceros Alexander
y nada tiene que ver con psicología, si quieres que me recupere como dices...si
quieres que supere todo esto, entonces empieza a comportarte como una persona
que estaría dispuesta a ayudarme en todo, a aceptar responder a mis preguntas y
a decirme claramente qué esperas de mí. No puedes tratarme como si te
perteneciera, si tú no estás dispuesto a pertenecerme, no puedes besarme porque
te provoque, cuando ya caso aparte me haces sentir usada. Es la verdad no soy
una puta, por mucho que Raoul me tratara como tal, por mucho que me haya
humillado...Alexander, maldición!!! Hace
dos años si me hubieras conocido no habrías hecho nada de lo que has hecho por
mí porque sencillamente era otra mujer, era alguien dueña de mi destino -
-me voy a casar con Kasie, su
padre es un ruso muy importante a nivel internacional y todo estaba bien en mi
vida hasta que decidí acompañar a Gabriel quien no solo es mi único amigo sino
también socio en muchos negocios que tenemos en común a esa maldita subasta
donde te rescate. No me arrepiento de haber ido porque si no, no te hubiese conocido y Dios!!! Que hubiese
sido de ti sino te rescato de ese cerdo árabe que te quería comprar–
-pero entonces por qué te
comportas de esta manera conmigo, te vas a casar...esa mujer merece tu respeto
y yo también lo merezco –
-tu mereces que yo te trate como
la mujer valiosa que eres, Kasie...vamos, hasta su padre sabe lo puta que es–
-¿te vas a casar con una mujer
que no se respeta ni a si misma? –
-Sofía, no me conoces –
-entonces cuéntame quien eres –
-viste como trate a mi
secretaria, las personas para mí son un medio para alcanzar un fin. No me
importa si Kasie es una puta o una santa, solo me interesa adueñarme de los
negocios de su padre y ella era el único camino –
-¿ella sabe todo esto? –Sofía
cada día se aterraba de la persona inescrupulosa que era Alexander ¿Cómo un
hombre como él podría merecer su confianza?
-ella solo ve lo que quiere, sabe
que no la quiero. Sofía no puedo querer a nadie –
-¿por qué dices eso? a veces
siento que soy diferente para ti, eso dice mucho de ti –
-claro que eres diferente para mí,
no de la manera en que tú quisieras; solo que ese día que te vi, quise
protegerte y eso es lo que estoy haciendo –
-vamos, entonces pongamos límites
a esto que sea que hay entre tú y yo, que uno no busca acostarse con aquellas
personas que quiere proteger –
-Dios estaría ciego sino quisiera
acostarme contigo, pero sabes que en ningún momento lo he intentado ¿de verdad
estas insinuando que eso es lo que quiero de ti? –
-un día Raoul me golpeó
brutalmente, me azoto hasta que se sacio. Marco todo mi cuerpo, mi piel estaba
en carne viva, no sé cuánto tiempo lo hizo...perdí el conocimiento casi por dos
semanas, creo; cuando desperté no pude hablar y lo único que sabía era que
cuando él me vendiera seria el juguete de quien me comprara–
-oh Dios Catalina, cuantas veces
lo hizo. Te he dicho una y mil veces que no eres eso para mí –Sofía diviso el
estanque que se abría a sus ojos, este era un parque mucho más hermoso que
Central Park
-azotarme de esa manera solo dos
veces, muchas veces cuando no le hacía caso me golpeaba pero no eran golpes tan
fuertes –Alexander empuño las manos, se concentró en las personas que pasaban a
su lado para distraerse y no pensar en cada golpe que Raoul le había propinado
a Sofía
-Sofía te prometo que hare pagar
a ese infeliz todo lo que te hizo. Dios sabe que si no lo hago no podría vivir
en paz –
-estas dispuesto a arriesgar
tanto y dices que no sientes nada por mí –
-Sofía jamás podría amarte si eso
es lo que insinúas –
-los sentimientos son algo que no
podemos controlar, no estoy diciendo que me ames pero sí que sientes algo por
mí. ¿Qué te sucedió en la vida para que pienses que no puedes querer a nadie? –
-no vale la pena hablar de eso y después de todo porque insistes siempre en
lo mismo, ¿es que acaso sientes algo por mí?– Sofía sonrió amargamente ¿era
posible que ella alguna vez sintiera algo por Alexander? No, jamas
-por Dios Alexander salvaste mi vida,
no te negare que nunca podre pagarte lo que hiciste por mí, pero querido eres
todo lo lejos de un hombre al que pueda amar, porque a diferencia de ti yo si
he amado y no pierdo la fe de volverlo a hacer –Alexander sabía que jamás podría amar, pero
el saber que una persona como Sofía que creía en el amor jamás sentiría algo
por una persona como él fue un golpe sonoro y fuerte
<<Por qué mamita>>
<<cállate engendro y no me mires...tienes los mismos ojos del
hijo de puta de tu padre. Te odio estorbo>>
-Sofía no quiero que me analices
como si fuera un paciente, solo quiero que me entiendas y me des una
oportunidad de reparar el daño que te hicieron y que también te he hecho yo en
cierta manera–
-no eres un paciente mío
Alexander, en mi estado soy mentalmente incapaz de atender a cualquier persona
como psicóloga. Solo lo digo porque tampoco quiero que me alejes de ti. Esto
suena como una mierda, por Dios te vas a casar, te pido que me respetes y aun así
siento que lejos de ti no podre recuperarme–
-te he prometido que no te dejare
ir hasta que no estés completamente sana, después de lo que tu familia a
sufrido no es nada justo que vuelvas a ellos con tantas heridas sin cicatrizar
-
-¿yo no soy una amenaza para ti?
Y sabes que no me interesa en lo absoluto que hagas con tu vida, es solo que no
quiero ser una carga para ti –
-Sofía no hay vuelta de hoja en ese
asunto, me casare con ella, ese cerdo
sabe que su hija es una puta pero espera que yo la trate como a una dama, también
tengo que protegerte de él, pero te he dicho que nada ni nadie te podrá
dañar...ni siquiera yo –
Sofía no lo estaba analizando
pero su mente de psicóloga no podía evitar pensar que había algo del pasado de
Alexander que lo había dañado, ahora estaba segura que el sentía algo por ella,
así lo negase. Ahora entendía porque se iba a casar con esa tonta rubia.
-¿podemos regresar? Aunque suene
extraño pero me siento tan cansada que si prometes darme un té como el del
avión y darme un buen masaje dormiría el resto del día –
-lo sabes Sofía, si no me logras
decir porque no te gusta dormir te juro que asi me gane tu odio, le pediré a
Ben que te medique –Sofía ignoro el tono autoritario de Alexander e hizo lo que
se le daba mejor, mentir
-no sé si ahora somos una especie
de amigo Alexander, pero lo que haya en mi mente se queda allí –
-has pedido mi ayuda, no lo
olvides –
<<Por qué, por qué>>
<<él era un estorbo pantera, tenía que hacerlo>>
<<Sabias que lo amo, por qué lo mataste>>
<<Suéltame>>
-Sofía despierta –Alexander
abrazo a Sofía queriendo sofocar sus temblores
-suéltame –Sofía golpeo contra el
cuerpo de Alexander pero él no se apartaba
-solo soy yo, pequeña. Soy yo
Alexander –Sofía volvió a la realidad, se dio cuenta que no eran los brazos de
Raoul
-lo siento Alexander, es solo...
–no pudo acabar la frase, su cabeza daba fuertes golpes
-es la primera vez que durmiendo
junto a mí tienes una pesadilla –
-dije algo –Sofía sabía que no
era una pesadilla, era la reproducción de la muerte de Marc una y otra vez
-solo gritabas que te soltara –
-he suprimido muchos recuerdos
Alexander –Sofía pensó en lo que le diría, no podría decir cualquiera cosa
sobre las pesadillas –el hecho de haber trabajado la hipnosis con ben, ha
alentado a muchos recuerdos que tenía silentes salir a la superficie es todo –
-Raoul alguna vez abuso de ti
–Alexander tenía la respuesta de Sofía pero tenía que saberlo
-si te refieres a una violación
con penetración, no. No lo hizo –
-mientras dormías, estuve
observando unos bocetos realmente buenos que hiciste en el bloc que te entrego
Ben –Sofía quería alejarse de la pesadilla de Marc cayendo muerto, pero al
saber que Alexander había visto sus dibujos se puso a la defensiva
-no vuelvas a revisar ese bloc,
hace parte de mi terapia y es algo muy personal –
-siempre dibujas a la misma
persona ¿Quién es él? –
-no es nadie, después de todo no
tienes por qué saberlo –
-¿esa persona es ese tal Marc? –
-no es “ese” –Sofía apretó los
dientes furiosa –es él –Sofía se levantó de la cama, necesitaba mantener las
distancias con Alexander, ya era la segunda vez que él la observaba en un
estado deprimente de vulnerabilidad
-¿era tu novio? –Sofía ignoro a
Alexander y se encerró en el baño, donde el no pudiera ver como lloraba por el
único hombre que había amado en la vida
Sofía estaba nadando en la
piscina el lunes por la mañana, el momento de camaradería que había tenido con
Alexander el domingo en la mañana, se había esfumado con las pesadillas de la
tarde, no había querido cenar con él. Hoy tampoco lo había acompañado en el
desayuno. Alexander respetaba su silencio y ella no intentaba enloquecer con
todo lo que tenía que soportar. Había rechazado ver a Ben cuando este vino a
visitarla, nado unas diez veces ida y vuelta cuando sintió una intensa mirada
sobre ella. No era Alexander porque sentía escalofríos de sentir esa mirada,
así que solo tuvo para agradecer que hoy tuviera puesto un bañador, minúsculo
pero al fin y al cabo bañador.
-no sabía que mi futuro yerno
tuviera una belleza como usted prisionera en estas paredes –Sofía asumió que
este era el padre de Kasie, percibió el tono asquerosamente sexual de este
hombre pero lo ignoró –
-buenas, señor... –Petrov esbozo
una gran sonrisa, Sofía era un manjar a la vista
-Petrov, llámeme Petrov –Sofía
oculto el asco que le producía este hombre y decidió jugar su mejor carta sin
salir de la seguridad del agua
-Petrov, no sabía que Alexander
tuviera visitas, de haberlo sabido no me hubiese conocido en estas fachas
–Sofía se mostró seductora aunque por dentro intentaba contener las nauseas
-oh –hizo un movimiento con la
mano aduciendo que eso no era importante –no pude haberla conocido en mejores
circunstancias –Petrov se fijó en la mujer que estaba sumergida en la piscina y
solo podía pensar en la manera de llevarla a alguna habitación de la mansión
–ahora sabe quién soy, pero no tengo el gusto de conocerla a usted –
-Sofía, su nombre es Sofía –la
voz de Alexander sonó fuerte y decidida –Petrov, es de muy mal gusto llegar a
una casa cuando el dueño no se encuentra presente –Alexander había conducido
como un loco, cuando Bernard lo llamo a la oficina para informarle que el padre
de Kasie estaba en su casa
-mi error, sabes que siempre lo
hago. Alexander somos casi familia –le dio un apretón en el hombro –me dirás
quien es esta hermosa mujer –Alexander miro a Sofía y percibio la tensión que
se apoderaba de ella
-una mujer a la que no tienes
permitido mirar –no aparto sus ojos de Sofía
-vamos, no me digas que es con
ella con quien estas engañando a mi hija –la voz de Rainer sonó demasiado
condescendiente
-es una amiga, no mi amante. La
próxima vez que Kasie te mande a averiguar si la engaño deberías decirle que
estoy harto de que a mis oídos lleguen sus constantes aventuras. ¿Sabes que su
nuevo amante es su entrenador? –Petrov se mostró serio –claro que lo sabes,
pero decides callar porque lo único que te interesa es que al fin de cuentas me
case con tu hija –
-eres su futuro esposo, deberías
de mostrarte más duro con ella –
-Sofía creo que ya has tenido
suficiente en esa alberca, me llevare a mi suegro para que tengas intimidad –
-señorita fue un placer –sonrió
nuevamente a Sofía y ella sintió que su estómago caía al fondo del agua –le
aseguro que nos volveremos a ver, cuando el posesivo de mi yerno no este
merodeando –Sofía no supo que contestar
-adelante Petrov, si has venido a
hablar creo que el mejor lugar es el despacho -
Alexander cerró la puerta con
demasiada fuerza cuando Petrov hubo atravesado el umbral. Estaba en piloto
automático, no quería actuar con cautela. Su suegro había atravesado una línea
que no le estaba permitida.
-en cuanto lo que dijiste en la
piscina, te advierto Petrov; llegas a acercarte a un radio de un metro a Sofía,
espero valores demasiado tu vida para que la quieras conservar –Petrov sentía
como la euforia viajaba a través de su sangre, por eso había elegido a
Alexander. Él tenía su misma pasión por la venganza y era implacable
-¿serias capaz de matarme por esa
mujer? –Alexander ladeo una pequeña sonrisa, sus ojos se llenaron de ira pura
-te mataría por ella sin pensarlo
–miro a Petrov a los ojos –no miento Petrov, después de todo tengo mis manos
manchadas por sangre de gente que no valía ni un penique –
-ya que has dejado claro que no
es tu mujer, será mía Alexander. no estoy presumiendo –Alexander se sentó tras su
escritorio, toco el borde interno de el y acaricio lentamente el arma que se
hallaba sujeta a la madera
-inténtalo si puedes, solo espero
que no falles en el intento porque te hare pagar a ti y a la zorra de tu hija
por lo que le hagas a Sofía –
-estás jugando con fuego –
-he vivido en el infierno y ni
uno de mis cabellos se consumió. Ahora, lárgate por dónde has llegado Petrov –
Rainer abandono la mansión de
Alexander demasiado preocupado. No le importaba quien fuera esa mujer la haría
suya, pero no toleraría que Alexander le hiciera daño a su hija, nunca.
<<Me harás pagar Alexander si antes no te he matado yo>>
publicacion del proximo capitulo, viernes 23 de asgosto
8 comentarios:
ay q yo me muero!!!! ahora estoy mas q intrigada!!! q le paso a Alex para q tenga las manos manchadas de sangre!!!! y el maldito de su suegro mejor q se cuide... de Sofia pobre de ella el infeliz de Raoul le hizo demasiado daño espero q ALex y ella encuentren pronto un camino de paz por q siento q ambos la necesitan !!!! ... a la espera del sig cap y ya estas compartida :D
besitos
Ohhhhhhhh acabo de leer los dos capítulos estaba atrasada estoy segura de qué el no permitirá qué le pase algo sofía.. Maravillosos capítulos te felicito..
besos de colores Jelly, creeme que lo que pertenece al pasado de Alexander es igual de cruel que lo que le paso a Sofía. creo que esta historia tendra sus complicaciones sin necesidad de ahondar en el pasado. hasta el viernes preciosa :*
Diana ten por seguro que Alexander no permitira que nadie vuelva a lastimar a Sofía, gracias por leer cada capitulo, hasta el viernes. besos de colores
Oh Dios, que capitulazo, cada vez me dejas mas muda !!!
Besotes desde Puerto Rico!!!
besos de colores Gladymar, dentro de pocas horas el proximo capitulo, veamos si te devuelvo la voz ;)
Apenas descubri esta historia me lei todos los cap! Esta buenisima e interesante. Te felicito ya quiero mas! Publica pronto!!!
Maryc dentro de pocos minutos publicare el nuevo capitulo, bienvenida y besos de colores
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