CAPITULO II
Mis padres eran unas grandes personas, tenían
muchos planes acerca de mi futuro, no vivíamos en el mejor
Me sumerjo en la ducha, he sudado como una
bestia; después de la euforia que me recorría y tremenda maratón cumplida no
hago más que darme un baño reparador…al salir del baño, me tendí sobre la cama
y lo evidente es que me he quedado dormida, cinco de la tarde!!! Vaya que es
tarde, cómo he podido dormir tanto, eso se lo debo a mis trasnocho con nombre
propio “horas interminables de películas y series” mierda!!! Aurora, será darle
plantón, lo último que quiero es verle la cara a ese desgraciado…tenía
dieciocho cuando él se fue para la universidad al fin había tomado partido por
una carrera y en esas horas de ocio que preceden una despedida familiar, nos
encontrábamos mirándonos las caras, los Trebord se fueron a dormir instándonos
a que hiciéramos lo mismo, Aurora... bueno, ella quería jugar así que nos
fuimos hasta el lago que está detrás de su casa, cuando llegamos habían unos
amigos de Greg y otros tantos de ella, en ese tiempo era más fácil disimular mi
atracción hacia él pero después todo cambio, nos ubicamos debajo de un
cobertizo que hay para estas ocasiones y se le ha ocurrido a mi hermana de
afectos decir –jugaremos a la botella, verdad o penitencia –me fui a recostar
en uno de las esquinas, no estaba interesada en lo más mínimo en jugar, pero
bueno que quiere Aurora que no se le haga realidad, en cuestión de tiempo
estamos jugando, el juego es realmente divertido hasta que te toca a ti, escojo
verdad –cuando fue tu primer beso –pregunta Simón uno de los amigos de Greg,
evidentemente me sonrojo, agacho la mirada y digo un NO muy avergonzado, saltan
las risas y Aurora va en mi rescate, explica porque el No, no de haber besado,
no de haber experimentado esa maravillosa sensación...Mierda!!! Otra vez, esta
vez es mi “adorado” León quien hace de mi verdugo y a él se le ocurre una
“maravillosa idea” –no se valen dos verdades de seguido, así que te toca
penitencia, protesto inmediatamente, pero ya les he dicho lo escabrosa que
puede llegar a ser Aurora cuando se propone algo, me sube una ráfaga de estupor
al recordar ese momento –bien como penitencia tendrás que besar por cinco
minutos a Gregory –de seguro me dará un infarto pensé, pero antes debo matar a
León no lo dudo; por el contrario, Greg se levanta me toma de las manos y me
lleva hasta el lago a la parte donde no alcanza la iluminación y sí, sí, como
cuento de princesas de hadas son los cinco minutos más hermosos de mi vida –no
te va a pasar nada solo dejaras que mi lengua desflore tu boca –él muy infeliz
se burla, estoy segura pero no logro articular palabra alguna, sus labios están
sobre los mío, aferra una de sus manos a mi espalda, con la otra sostiene mi
nuca y como cuando se pone en marcha un engranaje que encaja perfectamente así
son sus labios con los míos, me besa de una manera que no sabría explicar...
solo sé que sus labios juegan con mi labio inferior... su lengua efectivamente
entra en mi boca y después de cinco minutos puedo decir que tengo tanto de sus
fluidos orales en mi boca que perfectamente haría un cultivo de ellos. No puedo
con la vergüenza y como siempre salgo corriendo... Ahora estamos aquí cinco
años después de haberse ido, no lo había vuelto a ver y qué tenemos…suena el
timbre…
Entra como una bala, toma mi rostro entre sus
manos no sé qué le habrá pasado, solo me mira buscando algo roto en mí y de
verdad que no lo entiendo –que te ha hecho el majadero de mi hermano –ya sé por
dónde va todo, así que la dejo terminar, igual no sé qué ha ocurrido en su casa
después que me marche –no me fuiste a buscar como quedamos –me suelta y vamos a
mi cuarto a escuchar sus reproches –León me llevó a casa, mamá me conto que sin
más saliste corriendo como si hubieses dejado la vida olvidada y que no habías
vuelto y como no contestabas el celular estaba aún más preocupada, creí que te
sentías incomoda con ellos en casa y que por eso habías hecho tu actuación
magistral de salir huyendo –su rostro se torna trágico –cuando de momento está
la puerta de tu cuarto abierta y veo a mi hermano tumbado en la cama, por
cierto perdona por no haberte contado que regresaban –ahora su cara es de
vergüenza, esta chica me desespera con sus cambios de ánimo –así que entro a
saludarlo y qué veo mi chaqueta y sandalias que usabas tirada en el suelo y él
con un labio hinchado y un poco edematizado y con cara de matar a quien se le
ponga en frente “me he pegado con el lavamanos mientras resbalaba cuando salía
de la ducha” está bien le creo de momento y le pregunto que hace esa ropa ahí
“tu lirón salvaje que lo dejo olvidado” todo me suena mal, algo que no encaja,
como carajos ibas a contestar si el móvil estaba en la chaqueta –su expresión
ahora es de inconformidad, sigo escuchándola – ahora dime te hizo algo el
estúpido de mi hermano, sé que le encanta jugarte sus bromas pesadas –sino le
cuento en algún momento lo averiguara y de escuchar atentamente empieza a
gritar como loca –ese hijo de su madre me va a escuchar, es que le voy a
suturar la boca, que no se atreva a ponerte un dedo encima –no sé cómo decirlo,
pero Aurora es única en su clase, empiezan a asomarse a través de sus ojos una
picardía típica de ella y espeta –pero Catalina lo que no tiene nombre es que
te haya dejado así de caliente pero que warro es mi hermanito, eso no se le
hace a una mujer –acto seguido estalla en risas, yo me pongo las manos en la
cara, Aurora no tiene remedio. Hago que me cuente las partes aceptables que
puedo tolerar escuchar de su velada sexosa con León y aquí los ánimos se tornan
mucho mejor. Vamos a la cocina a prepararnos algo, esta noche se queda a dormir,
mañana será otro día.
Nos instalamos, hubiese querido dormir con
Aurora pero hay tantas habitaciones que sus padres deciden darnos una a cada
uno para que “tengamos nuestro propio espacio personal”, genial me toca la
habitación contigua a la de Greg, qué más puedo pedir, entro pitada a mi
cuarto, desempaco y no hago más que mirar hacia el techo a la espera que
alguien me salve el fin de semana, pero qué tan mal puede ir? me digo a mi
misma, solo serán tres días vuelvo y me consuelo…
La puerta se abre, miro hacia allá DIOS QUE HE
HECHO PARA MERECER ESTO literalmente lo grito, él se acerca muy acompasadamente
y se sienta en el otro extremo de la cama, inmediatamente me recompongo y lo
miro con la intención de que sepa que como intente besarme de nuevo lo dejare sin
descendencia
-vamos tan mal estuvo que te besara, no sería
la primera vez –en su cara se asoma un aire de satisfacción
-vamos tan mal estuvo que te mordiera el labio
–siseo en tono de sátira
Él se tiende en la cama, no sé de qué va esto,
pero me estoy colocando muy nerviosa que temo se dé cuenta de mi reacción.
Empieza subir mi suéter y en movimientos muy
tiernos acaricia mi vientre, me estoy tensando, respiro muy aceleradamente
–ssshhh tranquila, no te me pierdas que te quiero en tus cincos sentidos- me
habla muy despacio, podría decir que muy sensual, levanto mis ojo para verlo y
su barba de tres días, roza mi rostro
–le he echado seguro al cuarto –me dice con malicia –estoy muerta... sí, este
solo es mi recuerdo el que habla, su nariz roza la mía, Dios que no siga, toma
una de mis piernas y la entrelaza con las suyas –¿aún eres virgen lirón
salvaje? – me ahogo en mi propia respiración, sé de que va esto y palidezco.
Empieza a llenar de besos mi cara, baja lentamente a mi cuello y lo que parece
ser su especialidad sale a flote y en instantes estoy con nada más puesto que
mi ropa interior, juro que me muero de la vergüenza y en lo único que pienso
es que gracias a Dios soy fan de la
depilación con cera
-por…por…por favor de… -un beso ahoga mis
palabras, un tierno beso...
-Aurora tenía razón, fue muy canalla de mi
parte dejarte así el otro día –maldito desgraciado nuevamente se está burlando,
pero que puedo hacer si estoy sin aliento, solo percibo a grandes rasgos todo
lo que me rodea, una atmosfera muy cargada, el golpear de las olas contra las
rocas, un silencio sepulcral dentro de la casa y oh por Dios, oh por Dios que
es eso entre mis piernas. Estoy acabada, solo guardo la esperanza que salga con
vida de esta porque Aurora no sabe lo que le espera.
Toma mi mano y la guía hasta su erección
–sientes esto lirón salvaje, esto es gracias a ti –abro mis ojos como un poema,
un poema de horror, siento pánico y solo puedo ver en sus ojos pasión y
lujuria. Sigue guiando mi mano y esta vez es hacia su pecho y con mi ayuda se
desabrocha la camisa, la tira a un lado y vuelve sus manos contra mi culo, me
sujeta contra él y juro que mi cuerpo no coopera con mi causa porque mis
caderas instintivamente danzan alrededor suyo.
-Aurora ha ido a nadar con León –se ríe
irónicamente –mamá ha olvidado unos alimentos, así que fue con papá a
comprarlos al pueblo –me dice mientras sigue recorriendo con sus lascivas manos
mi cuerpo. Acto seguido estoy sin mi sostén, con mis pequeñas 32B al aire. No
sé cómo explicar esto, realmente se siente mucho mejor que cuando lo ves en las
películas; me mira como cuando después de navidad santa le ha traído un regalo
a lo grande y lo que viene no tiene que ver nada con santa o niños. Empieza a
chupar mis senos, esto se siente tan bien y un calambre atraviesa mi columna
vertebral y arqueo mi cuerpo.
-pero mira que no tienes pezones, son tan
curiosos tus senos y muy lindos eh –empieza a bajar por mi vientre, juro que no
doy para pronunciar monosílabo alguno, solo mi cuerpo reacciona ante sus
provocaciones. Ahora se levanta un poco y saca mis bragas de entre mis piernas,
recorre su mano en
dirección a mi intimidad y cuando está a punto de tocar mi interior con una
fuerza que no logro entender le cierro mis piernas, él sonríe, se levanta y
tira de sus vaqueros, estoy inmóvil, parezco una roca y veo como asoma su
erección después de haberse librado de
su bóxer. Pacientemente abre mis piernas –no te hare daño, lo prometo – antes
me enorgullecía el hecho de ser la única chica aparte de Aurora que es lógico porque es su hermana que nunca
había estado con él, no es una exageración, es tan bello como el David de
Miguel Ángel y quien podía negarse a sus encantos y aquí estoy yo el patito feo
del lugar dándole mi mayor tesoro “mi virginidad”, puede que dentro de unas
horas me sienta como la mayor porquería del mundo, pero no me importa en lo
absoluto, solo me dejo llevar...
Se tumba a mi lado, nuestras respiraciones son
intensas, no sé cómo le llaman a esto pero eso no puede haber sido más que un
orgasmo, un hermoso y perfecto orgasmo...me siento desnuda y no por la ausencia
de mi ropa...le doy la espalda no quiero que me vea...mis ojos se ahogan en un
silencioso llanto...sus manos acarician mi espalda, besos suaves cubren mi
desnudez...me abraza consolando mi alma –como cuando el rio reclama su cauce y
las olas sus rocas así mi alma reclama por tu ser – ahora nuestros rostros se
miran y enjuga mis lágrimas –eres mía y de nadie más – esconde mi rostro en su
pecho y esto lo que siempre he soñado...cuando es tu primera vez solo puedes
pensar en si esa persona realmente esperaba por ti y cuando sucede ni todos los
orgasmos del mundo se podrían comparar con la seguridad de que él está ahí para
ti....
Tocan a la puerta violentamente, me sobresalto
pero alguien me tiene fuertemente abrazada, vuelvo en sí, mierda!!! Greg sigue
aquí estamos completamente desnudos, me tiene rodeada con sus brazos, no logro
moverme...
-Catalina abre la maldita puerta, por qué le
tienes que echar seguro, mi hermano al parecer se fue a surfear, así que no
tienes porque tener miedo de que fuera a meterse en tus bragas- ambos nos
levantamos, un poco somnolienta, el quita el cabello que cae por mi rostro, me
da un hermoso beso y me susurra –que hermosa te ves –trato de recomponerme,
aclaro mi garganta –maldición Aurora no puedes dejar que un pobre descanse
tranquilamente, qué quieres-
Sé que sigue en la puerta –baja a almorzar que
ya es la una de la tarde, cuánto has dormido Alisea* –la oigo marcharse.
Greg me abraza por detrás y comienza a besarme
nuevamente, estoy flipando porque casi nos pillan y él lo único que piensa es
un nuevo raund –con que has asegurado la puerta para que no pueda meterme en
tus bragas- dice burlonamente, odio que lo haga porque siempre creo que lo hace
para burlarse de mí.
-mira, no se tu pero me pone de malas el hecho
que alguien nos descubra, así que por favor, cámbiate y sal del cuarto- pero él
no parece haber entendido y sus manos me colocan sobre él...sus besos son mi perdición
y quien soy para oponerme a ellos, le deseo...respondo a cada caricia y su erección
no se hace esperar...me abro a él...esto se siente mejor que al principio...su
boca juega con mis pechos...mi cuerpo tiembla pero no le abandono, me aferro a
su cuerpo...empiezo a gemir –sssshhhh no quieres que nos descubran, verdad? –maldición!!!
No sé cómo llevar esto...es tan brutal sentirlo y tener que callar... –dolerá,
se una niña buena – lo dice en respuesta al deseo porque lo haga más fuerte... –no
me importa –con voz ahogada le replico –no lo hagas más difícil para mí –pronuncia
con desesperación y allí triunfalmente se asoma el estallar de nuestros
seres...ha querido enseñarme el cielo pero juro he estado en el paraíso y el
infierno a la vez...allí nos abrazamos, guardamos silencio, inmortalizados podría
decir...pero abajo nos esperan y eso no se puede cambiar...
El me
suelta, se levanta exhibiéndome su hermosa virilidad, oh si ya sé que está bien
dotado en todos los sentidos, pero el terror que me sobrecoge en estos
instantes si nos llegan a descubrir por aun no aparecer en el comedor no lo
logro imaginar....
Mientras él se cambia hago lo mismo
inmediatamente, y puedo ver como su rostro se ilumina miro en la dirección que
él lo hace –oh mierda!!! –espeto, y allí como un trofeo para los valientes esta
la mayor prueba de mi inocencia, sabanas manchadas, si esta situación no puede
ser más incómoda juro que no lo imagino. De hecho no sé por qué pero me tumbo a
llorar y no es precisamente por haber perdido mi virginidad, ya había llorado
suficiente cuando lo hicimos por primera vez...esto es por la vergüenza de
haber estado con Gregory Trebord, en casa de sus padres y ahora unas sábanas
que dicen a gritos que alguien me ha
hecho suya...me siento tan infantil... Él se mueve, hacia el closet, Dios desde
que empezó esta locura, pareciera que supiera con exactitud lo que quiero o
pienso, saca unas sábanas y empieza a cambiarlas por las sucias, se tumba a mi
lado
-por eso lloras –me pregunta muy ansioso
mientras toma mi mano, creo me he equivocado y sus actuaciones no son quizás
por su larga experiencia sino porque trata de adivinarlo a través de mi rostro,
estamos tan cerca que me acurruco en su pecho, me mece entre sus brazos –no te
he lastimado, verdad –me pregunta desesperado, lo abrazo fuertemente y nos
fundimos en un largo beso.
Nos colocamos en pie, me sonríe con su mejor
arma –será mejor que me escape por esta ventana y haga mi entrada por la puerta
de atrás, con eso de que me fui a surfear y con estas sabanas...bueno será
mejor que me deshaga de ellas –me besa nuevamente, le miro –no tienes necesidad
de todo esto... solo hemos tenido sexo y somos lo suficientemente maduros para
saber cómo comportarnos – ¿he dicho esto? La chica que hace un momento lloraba
de vergüenza, razón tienen los hombres cuando dicen “quien entiende a las
mujeres” él me mira con frustración y se va tan rápido como puede a través de
la ventana y sé que cuando crees que no puede haber más mierda sobre tu cabeza;
sencillo, llega una paloma y te caga a lo grande para recordarte que nunca es
suficiente.
Ya en el comedor, él está sentado casi
terminando su plato...los Trebord ya no están solo quedan León y Aurora... la
tensión sube tras el comentario de León acerca de que Lisa regresa el martes.
Lisa es una ex novia de Greg, antes me daba igual pero en estos instantes...después
de lo que paso en el cuarto juro que siento un escozor justo en mi vagina de
solo escuchar la mención de ese nombre, mierda!!! Quiero salir corriendo, pero
a dónde??? Aurora iría tras mí y cómo le explicaría que acabo de perder mi virginidad con su
hermano; así que me contengo y trato de centrarme en el delicioso filete de
salmón que ha gratinado la señora Lucia para nosotros.
A penas término de almorzar me levanto y me
dirijo a la playa, gracias a Dios que Aurora está poniéndose al día con León y
al menos por hoy no voy a hacer blancos de sus interrogatorios.
En
una parte muy alejada de la casa me tiendo en la arena, dejando que las olas me
bañen con su espuma, me adentro al mar lavando mi cuerpo ya que no tuve
oportunidad de ducharme después de haber estado con Greg, las lágrimas empiezan
a correr pero esta vez son porque me sentía agradecida por lo tierno que fue
conmigo, quizás muchas tengan un mal recuerdo de su primera vez, pero aquí
estoy yo, rememorando con marcado idealismo cada caricia, cada beso y cada
instante que estuvo dentro de mí, yo el lirón salvaje en brazos de un
adonis...pero algo interrumpe mi ensoñación, sí, yo y mi estúpida costumbre de
arruinarlo todo, sé que toda esa escena no fue más que la de un hombre tan
seguro de sí mismo que espera que las mujeres lo recuerden por ser un
especialista en el arte del sexo; pero qué más da, el me enseño el cielo y nadie me puede quitar
eso.
-no se cuanta mierda puedas tener en tu vida,
pero debes crecer o la vida te lo enseñara a golpes –siento veneno en esas
palabras, me giro en dirección a ellas y ahí está él, tan sexi como puede... a
pies descalzos, con sus pantalones de playa, sin camisa exhibiendo su
tonificado cuerpo y yo aquí empapada del mar mirándole con un deseo
indiscutible.
Nos tendemos en la paya, estoy sobre él y ahora
como si tuviera una vasta experiencia en el arte del amor, ahora soy yo quien
lo hace mío, puedo sentir como lo disfruta, somos dos espíritus salvajes que se
entregan a su pasión, nuestros movimientos son una danza al amor, sus
movimientos pélvicos y los míos buscan liberarse, beso sus labios como si no fuera
a tener otra oportunidad –oh mi lirón
salvaje cuantas veces te imagine siendo mía –no puedo evitar sentirme audaz,
acelero en mis movimientos, él me toma por la cintura y pronuncia palabras
ininteligibles, creo que es el lenguaje de la pasión, somos uno solo, sin nada
más que ese fuego que nos consume...
Ahora él está sobre mí me mira con sus
profundos ojos negros y empiezo a sentir su erección entre mis
piernas, él
quiere verme, se lo permitiré y así podre explorar a través de sus ojos lo que
su manos me hacen sentir, abro mis piernas a su encuentro y no sé qué hay en su
mirada, maldición!!! Me embriaga lo que veo, aunque no sé lo que es pero me
sobrecoge un profundo temor ante la grandeza de ello y sucumbo a su deseo
–Catalina déjame verte –me implora con la voz en un hilo, no puedo porque sé
que no lo resistiría, parece entender y el calor que siento es insoportable, mi
cuerpo se arquea, su pene embiste con una fuerza que disfruto contra mis
paredes, quiero que acabe, que se desborde esto que se mantiene silente en mi
interior... Oh allí estamos tendidos sobre la arena, el me abraza, no quiero
que lo deje de hacer... y en un día pareciera que me estuviera poniendo al día
con todas las veces con las que nunca estuve con un hombre... –la marea está
subiendo lo mejor será que volvamos –me dice poco convencido.
Le ruego que me deje volver sola, no quiero que
interpreten lo que está pasando entre los dos.
-me dejaras que valla a tu habitación cuando
todos estén dormidos –me pregunta suplicante
-por qué- le pregunto confundida
-será que puedes dejar toda tu mierda de
autocompasión a un lado –me grita enojado
-estará sin llave la puerta –le sonrió acordándome
lo irónico de la expresión, buscando calmar los ánimos, no quiero que se enoje
como hace un rato y como siempre yo termine arruinando lo mágico del momento.
-de que hablo???? –Me tira hacia un espejo que
está colgado en una de las paredes –quieres más explicación, sé que tienes unos
inmensos ojos grises pero nunca te los había visto con ese brillo y tus
mejilla, Oh por Dios –se lleva las manos a la cara –esas son las que te delatan
están rojas como un tomate- ahora que le digo... no mira estoy así porque he
tenido en menos de 12 horas cuatro polvos espectaculares con tu hermano,
piensa...piensa Catalina, cuando... –pues que más va a hacer me la he pasado
toda la tarde bajo el sol como quieres que estén mis mejillas, sino insoladas
–ella me mira como queriendo insultarme por una indiscreción.
-y cuando bajaste a almorzar, había una grieta en el tejado que
te insolo la cara –mierda, mierda!!! Con Aurora no se puede, ahora su rostro
enfurecido se torna suspicaz, ay Dios me preparo para lo peor
-Catalina si estas así por lo que te hizo mi
hermano el otro día... –la interrumpo sin más
-mira tú detective sin sueldo, tu eres la que
me debes una explicación, como fuiste capaz de decirle lo mismo que me habías
dicho a mí, creí que yo era tu amiga –ya me estoy exaltando, trato de
moderarme.
-chicas dejen de cotorrear tanto y vengan a
cenar –afortunadamente nos interrumpe la señora Alicia, al menos tendré más
tiempo de pensar como le soltare esta bomba a Aurora...
-creí que vendrías cuando todos estuvieran
durmiendo –le digo muy calmadamente, él se tiende a mi lado
-quería hablar contigo, no había moros en la
costa y pase –me abraza contra el
-solo descansaba, no es que lo tenga por
costumbre –le replico –cuanto durara esto –me apresuro a preguntarle, rayos sus
músculos se tensan, no es buena señal.
-por eso estoy aquí, me puedes explicar porque
siempre has sido así, tan desconfiada, desafiante en ciertas circunstancias que
raya en el cinismo –noto curiosidad en su voz.
-mírate y mírame, quiero que ahora seas tú el
que me mire, mírame!!! y dime si soy al menos una décima parte bella de lo que
podrían ser todas esas mujeres esbeltas que han pasado por tu cama –siento que
mis palabras expresan un desprecio antes no sentido.
El tira de la toalla que me cubre, se quita la
sudadera que lleva puesta por pijama y me posee, me llena con una violencia
indescriptible, me duele, quiero que pare, por qué está haciendo esto, pero mi
cuerpo empieza a responder a su violencia y le espera con igualdad de
condiciones, ahogo esos gritos infernales que se desbocan por salir, no quiero
que alguien nos escuche, van bajando la intensidad de sus embestidas, me mira
con una incertidumbre prolija en sus ojos.
-crees que es por eso que estoy contigo, eh
catalina, respóndeme!!!, así...así follo con las putas que pasan por mi cama,
maldición!!! Creciste con Aurora, conozco a la perfección tu forma de ser, lo
que no entiendo es porque siempre tienes que sacar toda la mierda que llevas
dentro para alejar a las personas que te rodean, a eso he venido... a saber por
qué, maldición!!! Pero déjame felicitarte porque nuevamente la has cagado a lo
grande –se levanta de la cama.
-te lo dije esta tarde y te lo vuelvo a decir
ahora, crece por una maldita vez o la vida se encargara de enseñártelo a golpes
–no puedo moverme, le dejo marcharse, me pongo a llorar, que quiere decir, han
sido tantas cosas que me ha dicho durante el día que no sé cómo tomarlo:
primero se queda dormido junto a mi cuando le he dado mi virginidad, se insulta
porque le digo que no tiene que fingir interés después de lo que paso; en la
playa me dijo a gritos que siempre me ha deseado, ahora me parece entenderle
que antes del encuentro de hace un instante, hemos tenido más que sexo.
AAAAAHHHHH que parte de la historia me he perdido, pero si yo soy una cabezotas
él no se queda atrás, creí que era la única que huía cada vez que podía, pero
qué hace él??? Nada más me restriega en la cara mis inseguridades y me deja
peor de lo que estaba.... AAAAAHHHH porque me pasa eso a mí, la vida no puede
sin más pasar de mí???...
*Alisea= nombre de la protagonista del film italiano "Alisea y el principe de los sueños"
CONTINUARA...
4 comentarios:
Me parece q sta historia va a ser bastante interesante!!! Aunq a veces no se cd habla o piensa, m lio un poco. Pero me gusta muxo la historia. Espero q sigas escribiendo. Y muxa suerte!!!
gracias por leerme...si es muy emocionante y estare publicando los lunes y viernes un nuevo capitulo...besos de colores
Hola encuentro buenisiima la historia me tienes metidisima en ella. Saludos
saludos hermosa...gracias por leerme, espero la disfrutes hasta el final, besos de colores
Publicar un comentario