Con la tecnología de Blogger.
RSS

CAPITULO XIV


Estar interna en la clínica se ha convertido en una rutina de vida, a veces por control u otras por complicaciones. Ha pasado un mes desde que nos casamos Héctor y yo y aunque los primeros meses de casados deberían ser una luna de miel a cabalidad, lo nuestro ha sido un completo desastre. Cancelamos nuestra luna de miel, la razón mi maldito estado de salud; he bajado cinco puñeteros kilos y cada día parezco más un cadáver ambulante, para  variar Héctor no ha vuelto a hacerme el amor. Estoy cansada hasta el hastío de que me todos me traten como una convaleciente, es cierto me voy a morir pero no necesito de su lastima; necesito que me hagan sentir viva...estoy cansándome de luchar y me pregunto una y otra vez por qué Héctor decidió casarse conmigo, no era suficiente razón el saber que al igual que todo lo que una vez importo para él yo también moriría. He sido egoísta y hasta ahora he conocido el alcance de mi mezquindad, Héctor no se merece esto y yo no tengo porque obligarlo a vivir esta vida de mierda que le ofrezco. Cada vez que veo a sus ojos, solo veo dolor y desolación...aunque ya no sé si lo que veo es culpa y remordimiento. No ha vuelto a la editorial, todo lo concerniente al periódico lo lleva a cabo la junto directiva aunque de vez en cuando un delegado de la misma se viene a reunir con Héctor en su despacho.

-Señor, lo necesitan –me reincorporo, Héctor no está aquí conmigo, está en el despacho
-quien lo solicita Ibby, mi esposo está en el despacho –ella asiente y entiendo que debe ser el delegado de la editorial, precisamente estaba en el despacho preparando unos asuntos que debía tratar con él sobre unos movimientos importante

Maldita sea nuevamente estoy sangrando por la nariz...he aprendido que cualquier hemorragia por muy leve que sea debo de decírselo a Héctor porque si no me podría arrepentir, debo verme con Trace en la tarde pero a juzgar por el tiempo ya Héctor debió haber terminado su reunión de negocio y mejor decirle que me lleve para evitar algo peor.
Me dirijo al despacho y escucho risas, es tan extraño escuchar a Héctor reír en estos días que me causa curiosidad saber el motivo de su aparente emoción, abro el despacho y veo que es una mujer quien está con él, lleva un ajustado vestido rojo que deja entrever una figura perfectamente entallada, un cabello muy bien cuidado que pende a uno de sus costados, tiene los labios pintados de un rojo provocador y seria completamente estúpida sino me diera cuenta que se le está insinuando a mi marido. Ambos voltean al sentir mi presencia y que pueden ver sino más que una mujer que da lástima, con un kleenex en la nariz tratando de parar insignificantemente una leve hemorragia nasal...
-cariño sucede algo –Héctor suelta la copa que sostiene y viene corriendo hacia mí, no sé si lo que veo en sus ojos es lastima o verdadero dolor...mierda por qué me tengo que sentir tan insegura con respecto a Héctor o sus sentimientos
-no pasa nada Héctor –un momento lo he llamado así –puedes seguir con tus asuntos, solo quería recordarte que tengo cita con Trace esta tarde –los ojos me arden por las lágrimas que estoy conteniendo, quién es esa mujer y por qué Héctor estaba tan feliz a su lado
-permíteme el kleenex, has estado sangrando –aparto mis ojos de Héctor y veo como la guarrilla esa está atenta a nuestra conversación
-no pasa nada, hablamos después –salgo del despacho evadiendo la reacción de Héctor por mi reticencia a responderle y deseo que venga detrás de mí y deje a la loba aquella sola en el  despacho demostrándole que soy más importante para él...pero no, no viene tras mí y sintió como si algo dentro de mí se partiera en mil pedazos...
Ella es lo que él necesita...
-Catalina estas bien –me ha llamado Catalina, Dios no puedo mirarlo...
-estoy bien Héctor, estoy bien –el aire me está faltando, por favor Dios que no tenga otra crisis, no quiero a Héctor encima de mí por pura lastima
Camino hasta el sofá que adorna el balcón de nuestra habitación y me dejo caer sin fuerzas, él enseguida viene tras mí como no lo hizo hace un rato cuando fui hasta su despacho
-mi amor que te pasa –ahora si soy su amor
-nada que no sepa usted señor Mafort –envuelvo mis brazos alrededor de mis piernas evitando el temblor que recorre mi cuerpo
-maldición Catalina como puedes decirme que no pasa nada si desde que entraste en el despacho has actuado diferente conmigo, ahora hasta me llamas por el apellido de mi padre –sus voz está por encima de lo normal y en vez de sobresaltarme me llenan de rabia
-quien era esa mujer –maldición me repetí un centenar de veces que no se lo preguntaría, si él no había tenido la delicadeza de contármelo antes por qué tendría que ser yo la que se lo preguntara
-Vanessa?? –Su voz ahora suena en sorpresa –ella es la delegada de la junta con la que he trabajado desde que traslade el trabajo a la casa –un momento ahora no era “el” sino “la” delegada de la junta...
-cuando pensabas decirme de que no es ningún “delegado” sino “delegada” la que se reúne contigo durante horas para tratar lo de la editorial –no había vuelta atrás me sentía traicionada y tenía que hacérselo saber
-espera...de eso va todo, estas así conmigo porque no te dije que me reunía con una mujer en vez de un hombre –se acerca para abrazarme pero me levanto de un tiro del sofá evitando el mareo que sentí al hacerlo –Catalina estas acaso celosa de Vanessa –lo miro y espero que sienta el odio de mi mirada
-valla ahora no es el delegado sino Vanessa, sabes que Héctor he estado pensando en las mil maneras que me pudieron impulsar para ser lo suficientemente mezquina para pedirte que siguieras a mi lado pero no puedo evitar ser razonable de que mereces tener a tu lado más que una paciente terminal de LMA –Héctor se levanta y se lleva las manos a la cabeza y veo algo confuso en su expresión
-de que va esto Catalina...habla claro porque los rodeos no van conmigo –el temblor vuelve a mí y los ojos se me humedecen
-que entiendo perfectamente porque no habías querido contarme acerca de tus reuniones con ella, es una mujer bella –cada palabra me quemaba –llena de salud y que al parecer te hace sonreír lo que yo no puedo hacer desde que descubrimos que estoy a punto de morir –Héctor me mira sorprendido
-oh Dios mío...Catalina no sigas por ese camino –se acerca a mí pero me alejo nuevamente
-Héctor no finjamos, el amor es una mierda que apesta...tú no puedes seguir queriendo estar a mi lado cuando ni como mujer te puedo complacer –
-Catalina cállate, tú no sabes lo que estás diciendo...tú no tienes ningún derecho decidir lo que haga o deje de hacer con mis sentimientos –
-Héctor perdóname por haberte pedido que siguiéramos con nuestros planes de boda...no necesito que sigas a mi lado por lastima –el dolor que siento es insoportable pero antes que pueda decir algo más Héctor estampa sus labios en mí, sus labios son fuertes y decididos, mi cuerpo se estremece con su tacto...oh Dios...
-Catalina...te amo, acaso no te basta con eso...como puedes pensar siquiera que yo podría vivir alejado de ti, Vanessa no es más que una mujer como muchas pero tu mi amor eres la única. Dime que te ha hecho sentir insegura de mi amor por ti, dímelo y lo reparare...solo no vuelvas a decir algo tan horrible como eso, por favor no lo hagas porque lo único que me puede matar no es tu enfermedad sino que me dejes de amar o que creas que no te amo...jamás dudes de mi amor porque sería miserable al saber que no te amo lo suficiente para que estés convencida de eso –no sé qué decirle, maldición el hombre más hermoso sobre la faz de la tierra sigue a mi lado cuando no soy más que un saco de huesos y yo qué hago sino sentirme insegura de sus sentimientos solo porque una zorra como esa trabaja con él
-mi amor dime algo... –Héctor me lleva a su regazo y me abraza, me siento estúpida por todo lo que le he dicho, lo único que se hacer es llorar como una tonta
-Héctor soy una estúpida, una tonta...perdóname –
-no mi amor tú no eres nada de eso, tú eres la mujer más inteligente, audaz, bella, testaruda, persistente que conozco en esta vida –me besa nuevamente y me lleva hasta nuestra cama –mi amor no puedo estar un minuto más lejos de ti, quiero tenerte –me mira como si estuviera pidiendo mi aprobación, pero de por Dios si lo único que quiero es que me haga el amor
-mi amor pero si lo único que he deseado todos estos días desde nuestra boda es que me hagas tuya –no lo merezco de esto estoy segura
Me besa con pasión, me ama...
-Catalina Mellan te amo –desliza por encima de mi cabeza la blusa –no  hay nadie más que tú en mi vida –besa cada centímetro de mi piel –esa  mujer no significa nada para mí –se deshace de mi pantalón de chándal –lo único que me mantiene con vida es tu amor y sin el nada quiero –
-Héctor... –me silencia con un beso
-shh...no hables mi amor, soy yo quien no debe dejar de decirte que te amo –
-aaahhh –
-eres hermosa y eres mía –entra en mí una y otra vez –solo mía y yo soy tuyo –mi cuerpo lo ansiaba tanto, sin él era sentirme vacía –me crees mi amor...me crees –lo miro a los ojos y sus ojos están llenos de lagrima, el corazón se me desgarra –te amo... –

Descansa sobre mi pecho, no importa cuán pesado lo sienta quiero tenerlo así para siempre junto a mí, paso mis dedos por sus cabellos, lo abrazo y siento como se relaja. Se sostiene sobre sus codos y me mira
-no te dije nada sobre ella porque no tiene importancia, es una empleada más...me crees verdad, tu sabes que no hay nadie más para mí, solo eres tu pequeña, solo tu –
-solo actué como una estúpida, perdóname...es que hacia tanto que no me hacías el amor y verte feliz junto a ella me tomo con la guardia baja...Héctor me voy a morir y cuando lo haga tu tendrás que seguir con tu vida...prométeme que lo harás –
-Catalina solo estaba riendo por un comentario que hizo sobre la firma, solo me mostraba cortes...solo tú me haces feliz, solo tú me puedes hacer sonreír de verdad –vuelve y me besa y ya no quiero seguir con esa tontería, le amo y él me ama siempre he sabido eso y no tengo porque dudar ahora

El control con Trace fue satisfactorio, me dijo que no tenía nada de qué preocuparme, solo debo cuidarme porque tengo las defensas bajas y puedo pescar cualquier refriado. Cuando llegamos a casa, Héctor no hace más que consentirme y pedirme perdón una y otra vez
-mi amor voy a reubica a Vanessa, ella no volverá a la casa y nombrare a otra persona para que me informe de los avances de la editorial –
-no tienes por qué hacer eso –
-ella perturba tu paz y yo no puedo hacer que eso vuelva a suceder y no se hable más del tema –

Aurora ha venido a visitarme y Héctor me deja a solas con ella...por fin
-estoy embarazada –miro a Aurora como si le hubiesen salido dos cabezas –no me vas a decir nada –sacudo mi cabeza para ver si escuche bien
-pero si apenas...te casaste porque estabas embarazada!!! –Aurora se sonroja
-sí ósea no, nos casamos porque era lo que deseábamos y con lo del bebe no quisimos esperar más –
-y porque hasta ahora me lo dices –
-porque con el primer trimestre del embarazo es mejor mantener la cautela, no quería darte una noticia como esta y si luego sucedía algo doloroso no quería que pasaras por algo como eso –la abrazo como si no fuera a bastar y le beso las mejillas
-oh amiga... –las lágrimas me salen a raudales
-cállate no digas nada pulgosa –nos abrazamos y reímos como tonta
 Quería contarle acerca de esa tal Vanessa a Aurora pero con la noticia del bebe decidí disfrutar de la noticia...cuando quede a solas en la habitación me derrumbe, estaba feliz por Aurora y Cesar pero era verla era un recordativo de que yo jamás podría disfrutar la fortuna de tener un hijo en mi regazo...jamás podría tener un hogar de verdad junto al hombre que amaba

-estas bien amor –Héctor llego hasta donde estaba y se acurruco junto a mi
-si...no pasa nada, solo me sentía un poco cansada –lo miro y sé que no me cree lo que le estoy diciendo pero decirle la verdad sería crear más tensión entre los dos...

HÉCTOR
Lleve a Catalina hasta la cama y la acune en mi regazo hasta que se quedó dormida. Me  he sentido tan culpable desde que ella entro en el despacho, ella tenía todo el derecho de sentirse así y no la culpo porque para nadie puede pasar por desapercibido el hecho de que Vanessa todo el tiempo se me esta insinuando...sé que estoy jugando con fuego, pero maldición ella es una mujer verdaderamente excepcional y cuando me reúno con ella es como un bálsamo...me comprende y no trata de adentrar en mi agonía por la enfermedad de Catalina. Amo a mi esposa y sé que aunque solo deseaba salir de la rutina teniendo una conversación libre de temores o dolor con Vanessa eso no era una actitud digna de admirar, por eso he decidido reubicarla porque no quiero que Catalina se sienta amenazada o herida y más si sé que es por mi culpa.
Todo este tiempo de la abstinencia ha sido una fatal idea, solo ha servido para acrecentar sus temores y para que perdiera el control cuando le hice el amor...es que esta tan vulnerable que tengo tanto miedo de hacerle daño, le amo...le amo con locura y saber que la voy a perder me desgarra el alma.
CATALINA

-ey, que haces ahí mirándome como si me estuvieras adorando –Héctor entorna los ojos y acaricia mi rostro
-buenos días princesa –me da un tierno beso en la frente...luego en la nariz y me besa en los labios con tanta calidez que el corazón se me acelera
-perfecto día mi amor –sonríe contra mis labios y me invita a que lo siga hasta la ducha


La barriga se le nota asombrosamente a Aurora, con los días he empezado a olvidar la noción del tiempo y según ella ya él bebe está pasando por los cinco meses, por Dios cinco meses y yo todavía sigo con vida.

-mi amor –Héctor me llama y dejo de hablar con Aurora
-estamos aquí bebe –Aurora pone en blanco los ojos
-vamos tarde a tu chequeo...Aurora ven y te dejamos de paso en tu casa –nos levantamos y lo seguimos

En el consultorio con Trace todo se vuelve rutinario, exámenes...chequeos...sugerencias...
-si –Héctor recibe una llamada –en estos momentos estoy con mi esposa –está bien, estaré en unos minutos  -
-quien era –
-de la editorial, necesitan una firma para un aval...te importa si llegamos un momento -
-no, claro que no –a veces Héctor exagera con su atención en mi

Héctor entra al salón de juntas y yo lo espero en su despacho, él quería que lo acompañara pero no quería distraerlo...sé cómo es él cuando me tiene cerca. Estoy sentada en su silla con vista a la ciudad, cuando siento que alguien entra en la oficina giro la silla en dirección a la puerta.
-valla le queda muy bien estar sentada en esa silla –respiro profundamente...por qué siento que debo odiar a esta mujer
-algo que sin duda no te quedaría a ti –su expresión se tensa y creo que tengo un punto a mi favor
-me lleve una impresión equivocada de ti, es más Héctor se refirió de una manera muy diferente a ti -
-y que impresión te he dado –le ofrezco una sonrisa desafiante
-de mujer arrogante y que sin dudarlo no merece a un hombre como Héctor –duda en decir algo pero no le doy oportunidad
-sabes jugar una posición muy estratégica, a mí no me engañas pero a quien ves aquí es una mujer que no se anda con rodeos y apenas puedo soportar tu presencia...no me gusta aquellos que se meten con lo que es mío –se cruza de brazos y sé que está a punto de mostrarme tal cual es
-puedo jugar como quiera, no olvides que tu vida tiene un tiquete seguro de expiración y al final solo quedare yo –sus palabras me producen aberración
-pero mientras esperas seguiré disfrutando de cada momento, caricia y amor que me brinde mi  ESPOSO –su labio inferior tiembla es evidente que muere por Héctor –y te advierto lo que siente Héctor por mí ni la muerte ni el tiempo lo pueden apagar, una mujer tan bella como tú no debería perder su tiempo con alguien que ya tiene sus días contados –
-te ves muy segura de ti misma pero a pesar de que Héctor me reubico hace meses sé que tengo ganado un sitio en su corazón y no sabes cómo me gane su confianza –confianza...confianza en mi esposo es lo que debo sentir
-confianza no es amor...la confianza no ha sido suficiente para llevarte a la cama –sus ojos despiden furia –esa confianza la puedes emplear para masturbarte en su nombre –
-quien ríe de ultimo ríe mejor...recuerda que yo seguiré con vida –esta frustrada y por mucho que sean ciertas sus palabras, ella no tiene nada...yo tengo a Héctor

-Vanessa hágame el favor y abandone mi oficina, no puedo permitir que nadie le falte el respeto a mi esposa...eres una gran manipuladora pero no lo suficiente como para que te anteponga por encima de mi esposa –Vanessa palidece, confieso que no sabía que Héctor nos escuchaba
-Héctor te puedo explicar lo que ha ocurrido –Héctor camina hacia mí y se coloca detrás de la silla
-no hay nada que explicar, estoy utilizando todo mi autocontrol Vanessa...no hay cosa que yo desprecie más que una traición y todo el tiempo que creí en tu sincera amistad no fue más que una estratagema para aprovecharte de mis momentos de debilidad. Por favor abandona mi oficina -

Cuando Héctor actúa de esa forma me daba mucho miedo...es tan frívolo. Vanessa abandona la oficina y no exagero al decir que sus ojos estaban llenos de lágrimas, realmente no la culpo...Héctor es un hombre maravilloso y a punto de enviudar.
Héctor gira la silla hacia él y no me gusta lo que veo. Se arrodilla frente a mí y descansa su cabeza en mi pecho, abro las piernas para que este más cómodo
-perdóname –su voz es entrecortada
-te acostaste con ella –él levanta su rostro
-crees que lo haría –Dios ya no se ni que pensar
-entonces por qué desde esa vez que entre en el despacho no haces más que pedirme perdón una y otra vez –vuelve y entierra su rostro en mi regazo y un temor empieza a crecer en mí, agarro con fuerza sus cabellos y empiezo a rezar para que no sea lo que me estoy imaginando
-no lo hice y nunca lo haría...Catalina no puedo soportar que sufras y menos si es por mi culpa. Me siento culpable porque no quiero imaginar que por el hecho de buscar un poco de paz para mí, lo único que logre fue hacer crecer en ti la duda y con ello tu dolor –sus palabras me aguijonan
-un poco de paz Héctor –lo alejo bruscamente de mí y salgo a toda velocidad de la oficina

Me dirijo hasta la oficina de Greg...no estoy pensando con claridad y lo último que quiero es seguir hablando con Héctor

-estas ocupado –entro a su oficina antes que Héctor se dé cuenta a donde he ido
-para ti nunca lo estoy mi lirón salvaje –mierda esto no va a ser como lo planee
-Greg... –él se levanta y viene hasta mí y me conduce hasta el sofá que esta junto a su escritorio
-está bien Catalina –me mira y yo le sonrió nerviosamente –mejor –asiento y el besa mi mano
-podemos salir de aquí –Greg me mira confundido
-sucede algo, donde esta Héctor –se levanta –te ha hecho algo –definitivamente fue un error venir
-olvídalo, mejor tomo un taxi hasta la casa –ahueca en entre sus manos mi cara y me mira a los ojos
-algo te pasa mi...Catalina y te llevare a donde quieras si me cuentas que está pasando, sabes que no puedes estar sola por ahí –los ojos se me llenan de lágrimas de solo pensar en lo que me dijo Héctor un hueco en el pecho parece querer asfixiarme –está bien salgamos de aquí –
Greg conduce fuera de la ciudad y ya sé a dónde conduce y cada minuto que pasa es un error más sumado a la situación
-Greg si alguien nos ve aquí podríamos estar en problemas...piensa en lo que diría Adela, incluso Héctor –Greg detiene el auto en la represa
-nunca nadie nos ha visto aquí y aunque sucediera solo hemos venido a hablar –salimos del auto y nos sentamos en un tronco viejo junto al camino
-siento que toda esta situación es demasiado para Héctor, tu más que nadie sabes lo mucho que él ha perdido en la vida y tengo miedo que después de mi... –Greg me abraza
-no te vas a morir Cata, mira que todo este tiempo has respondido al tratamiento y pronto aparecerá un donante de medula compatible contigo –
-Greg no existe la posibilidad de que pueda ser benefactora de un donante de medula, mi final es inminente y Héctor se está consumiendo en el proceso –escondo mi rostro en su pecho y el dolor es insoportable
-Catalina lo estás subestimando, él ha sufrido demasiado pero no es tonto para no aprovechar cada segundo junto a ti...deja de pensar en el futuro y dedícate a vivir el presente. Que ha pasado para que pienses de esa manera –
-Vanessa –los músculos de los brazos de Greg se tensan –quien es ella y no me mientas Greg –levanto la mirada para poderlo encarar
-eso no te lo puedo explicar Catalina...eso no me corresponde –me separo de él y esto no lo puedo soportar
-llévame a casa...estoy cansada de que me traten como si no pudiera afrontar nada en mi vida -
-Cata... –me levanto y camino hasta el auto
Durante el camino no hablamos...esa mujer es alguien más y no puedo evitar sentir crecer un sentimiento de agonía. Cuando llegamos a casa Héctor está sentado en el jardín delantero, apenas me ve se levanta y camina hasta el auto
-por Dios Catalina donde estabas –sus ojos ahora se posan en Greg –ya has cumplido tu parte déjame con mi mujer –no puedo ignorar el tono despectivo con que se dirige a Greg, hubiese protestado por la forma en que lo ha tratado pero estos dos me tienen harta con sus secretos y verdades a medias.
Salgo del auto y entro en la casa, Héctor habla algo con Greg que no logro escuchar y me dirijo hasta la alcoba
-quiero que corras a esa mujer –le digo cuando entra a la habitación
-no puedo hacerlo Catalina –la furia recorre mis venas y juro que si no me cuenta ahora todo me voy a largar de su vida
-quien es ella Héctor Villianco, a Estefanía la corriste por menos y a ella por qué no –estoy enfurecida y de verdad que no soy capaz de prever lo que haría en este estado
-ella ya no es una amenaza para ti mi amor...ya te he perdido perdón –ahora la desesperación atraviesa su rostro, Dios como quisiera ir y abrazarlo y decirle que no pasa nada pero esa mujer no es cualquiera
-dímelo Héctor, no quiero tus excusas...solo quiero la verdad –tomo aire –Héctor sé que esto es mucho para ti y no me extrañaría que buscaras consuelos en otros brazos pero no puedo soportar que me engañes en mi cara –mi pulso se acelera
-de donde sacas que te engaño, acaso Gregory te dijo eso. Te enfadas conmigo y lo primero que haces es ir a los brazos de ese idiota que te recuerdo está casado con una mujer que es tu amiga –oh Dios es posible que este escuchando esto
-retráctate de lo que has dicho. Retráctate Héctor o te juro que te vas a arrepentir –el aire me está faltando en los pulmones
-te he dicho lo pasa entre Vanessa y yo, viste con tus propios ojos que te puse por encima de ella y cuando te desnudo mi corazón y te digo lo que siento vas y te refugias en los brazos de tu amor eterno y quieres que yo me retracte, de por Dios Catalina se justa, se justa –Héctor tiene lo puños crispado, su expresión es una hoja en blanco y no sé qué  pueda estar pensando
-maldita sea Héctor –empiezo a respirar aceleradamente –en realidad piensas que aun amo a Greg –mis ojos empiezan a arder –es eso lo que piensas de la mujer con la que te casaste –me reclino junto a la cama mi cabeza empieza a doler muy fuerte
-solo sé que siempre lo amaste y él no lo ha dejado de hacer –como puede él pensar esto de mi
-quien es ella Héctor...dime de una maldita vez quien es ella –la cabeza me empieza a dar vueltas
-Vanessa era hermana de Anna –oh Dios he escuchado suficiente
-por eso no la puedes correr –un temblor se apodera de mi cuerpo –no la puedes correr porque es la hermana de la mujer que amabas o espera –me agarro el pecho el dolor es ensordecedor –o es que nunca la has dejado de amar....no quieras justificar tus faltas conmigo, conmigo no Héctor –trato de levantarme, quiero salir al balcón el aire me está faltando
-Catalina estamos enojado y así no pensamos con claridad –lo miro como si con ello pudiese herirlo
-te voy a dar la paz que necesitas Héctor Villianco, no seré una carga más para ti...no quiero tu lastima, menos tu compasión –no me dirijo al balcón, camino hasta la puerta
-a dónde vas Catalina –me detiene y trato de soltarme pero es imposible
-a donde nunca debí de haber salido A MI CASA –
-esta es tu casa –se muestra confundido
-no Héctor, esta es tu casa, no la mía... –Héctor me lleva hacia él
-te estas escuchando –su voz empieza a temblar
-oh Héctor he escuchado demasiado...suéltame que no puedo estar ni un minuto más junto a ti, no si aún dudas de mi amor, no si no te puedes liberar del fantasma de Anna –me mira como si quisiese descubrir una respuesta a alguna pregunta no pronunciada
-perdóname Catalina–empiezo a sentir como una pequeña hemorragia asoma por mi nariz, lo miro y no puedo estar más así
-por qué me pides perdón Héctor, por nunca haber creído en mi amor –él trata de limpiar la sangre que empieza salir y le retiro la mano –mírame y date cuenta lo que soy...me pides perdón porque aún no has podido olvidar a Anna...me pides perdón por qué –
-Catalina vamos a urgencias, estas empezando a sangrar demasiado –
-me importa una mierda que me desangre, estoy cansada de todo esto Héctor...cansada de ser una carga, cansada de ser la culpable de haber hecho tu vida una mierda cuando ni siquiera el amor que nos decíamos profesar era verdadero –Héctor empieza a ponerse nervioso a causa de la sangre que me está saliendo
-Catalina déjame llevarte al médico...mi amor puedes iniciar una crisis...por favor –me agarra por los hombros
-me quiero morir Héctor, no quiero seguir con esto –me limpio la sangre con la manga de la blusa –y en estos momentos no quiero seguir viéndote, odio tus reproches y celos injustificados hacia Greg –debí de morderme la lengua porque sé que el odia que llame así a Greg
-si no vienes por las buenas conmigo, Dios me ayude...y en algo tienes razón no quiero seguir hablando acerca de tu “Greg” –
No tengo otra opción, la sangre empieza salir con más fuerza que siento que me ahoga. Héctor conduce a toda velocidad hacia la clínica y por mucho que quisiera decirle algo, ambos estamos enojados y diciendo cosas que no son ciertas o al menos por mí parte...

HÉCTOR
Maldición no sé cómo pude decirle esas cosas a Catalina, en que estaba pensando de por Dios...pero es que verla llegar con Gregory después de que estuve preocupado todo el tiempo que estuvo desaparecida, el que no contestara mis llamadas...Dios la amo, ella  no tiene por qué dudar de mi amor, a Anna jamás la llegue a amar como la amo a ella. Maldita sea y esta lo de Vanessa, ojala pudiera explicarle a Catalina y que ella me entendiera...ahora solo espero que mientras la atiendan se pueda serenar. Había pasado tanto tiempo desde la crisis que sufrió en nuestra boda...
-Héctor no sé qué abra alterado la presión de Catalina, pero sabes que ella está en un estado de susceptibilidad  de mucho cuidado...ha pedido que no te dejen verla –Trace esta confundida con todo esto –arregla esto porque su estado emocional la pueden afectar más de lo que te puedas imaginar –siento como si mi corazón se detuviera
-voy a verla –inspiro fuerte
-solo no compliques la cosas –me deja solo y me dirijo hasta la habitación de Catalina

-que haces aquí...le dije a Trace que no quería verte –sigue enojada conmigo y ahora no sé qué hacer
-amor por favor...perdóname cielo, soy un tonto, un estúpido. Pero de por Dios tu puedes actuar llena de celos y yo simplemente aceptar lo que hagas y si digo algo me tratas como si fuera digno de muerte –pone los ojos en blanco y mira hacia la pared
-claro te puedo pedir que corras a esa mujer y es algo imposible pero tu si puedes venir a insinuar que te soy infiel con Gregory –por lo menos no lo llamo “Greg” –puedes meterte tus celos por donde te quepan –no puedo evitar reírme, ya saco la fiera que lleva dentro
-eso quiere decir que me perdonas –me mira otra vez y creo que estoy actuando como un estúpido porque en vez de verla cambiar de parecer sus ojos están ensombrecidos
-lárgate de mi habitación, le he pedido a Trace que llame a Aurora...por ahora le voy a pedir que me deje quedar en su casa, soy consciente que en mi estado no me puedo quedar sola en casa de mis padres y deja de bromear conmigo que no estoy de genio para tus estúpidas bromas...lo mejor fue que contrataras a tu querida amiga, ella solo ha sido el medio para que nos diéramos cuenta que lo nuestro siempre fue un error desde un inicio –se limpia una lagrima que corre por su pálida mejilla y siento como si me arrancaran algo desde muy adentro
-Dios, mi amor...vamos a calmarnos, estas enojada conmigo con justa razón y no me voy a justificar. Quieres que corra a Vanessa y lo voy a hacer, si quieres puede seguir llamando como quieras al estúpido de Gregory, Trace no ha dicho que te daría de alta así que puedes pensar toda la noche y mañana cuando no estés enojada conmigo veras que hemos sido unos obcecados...mi amor por favor –Dios que entre en razón porque si no se me va a venir la vida de golpe
-si eso quieres, hazlo Héctor...si quieres que me quede interna esta noche lo hare pero mañana quiero irme a vivir con Aurora y por favor quiero que te pongas en contacto con tus abogados porque quiero el divorcio –
-esto es una broma, mi amor no tienes por qué amenazarme con esto para hacerme sentir como una mierda... –Catalina solo está enojada, Catalina solo está enojada...ella no habla enserio
-perdóname Héctor pero esta enfermedad me supero...no creas que no comprendo porque actuaste como lo hiciste, yo sabía que era un error haberme ido con Gregory pero algo no estaba bien contigo y veo que no me equivoque con respecto a esa mujer...solo quiero que sepas que te amo a ti y solo a ti –yo lo sé Dios mío, yo sé que mi mujer solo me ama a mí –pero el amor no es egoísta y sé que estoy en una especie de neofase de latencia  como me explico Trace y que las cosas se complicaran en cualquier momento y lo mejor que nos separemos ahora que estamos a tiempo –cierro los ojos, tengo que pensar en algo
-Catalina yo también te amo y no me pidas que me aleje de ti porque sabes que no puedo...por favor todo este tiempo, piensa en ello mi amor por favor –por qué algo me dice que no la podre hacer cambiar de parecer
-no insistas Héctor, por favor sal de la habitación o le pediré a Trace que te saquen a la fuerza...estoy agotada y quiero descansar –se reclina y reposa su cabeza en la almohada...

Salgo de la habitación y no sé a dónde dirigirme, tengo que pensar en algo, Catalina no está jugando con esto, lo sé...solo lo sé. Dios si la pierdo y mi corazón no lo soportaría...

CATALINA
No soy la mujer que él necesita a su lado...sé que esto le dolerá pero lo superara, no puedo darle hijos...no puedo prometer estar a su lado cuando más lo necesite...no puedo sencillamente ser la mujer que destruya sus ilusiones.
Cuando le mencione lo del divorcio fue como una espada afilada que atravesaba mi garganta. Esa mujer significa mucho para él, no es por su hermana, es por lo que ella significa en su pasado y aunque le dije todo eso cuando nos enfrentamos en la oficina de Héctor al final ella ya gano por adelantado. Dios le amo...por qué todo tiene que ser tan injusto...

Solo sé que no hay vuelta de hoja...

  • Digg
  • Del.icio.us
  • StumbleUpon
  • Reddit
  • RSS

Capitulo XIII

Una luz incandescente ilumina el lugar, escucho a Héctor como si estuviera llorando, me llama como si no pudiese escucharle...que sucede, estaré soñando, pero no me puedo despertar...mi cuerpo no reacciona...qué es este tubo que tengo en la boca...

Creo que tuve un mal sueño...pero la luz es la misma...siento que Héctor vuelve a llamarme, esta vez puedo mover mi mano, aprieto su mano, intento hablar
-amor has despertado –la voz de Héctor parece un grito de alivio –ya vendrán a examinarte, no hagas ningún esfuerzo pequeña...ya podrás hablar cuando estés mejor –
Pero que rayos, de que está hablando Héctor como así que me examinaran pero si me encuentro perfectamente bien...no se supone que acabamos de llegar de cenar...

-me escucha –una voz que desconozco me habla
-claro que le escucho, donde estoy  –estoy desorientada  –Héctor???  –aclaro mis ojos, que es este lugar
-que es lo último que recuerda –es un hombre muy mayor que tiene una bata de médico
-había regresado de cenar con mi pareja...acababa de cambiarme y...oh por Dios estaba vomitando sangre, que ha sucedido...Héctor??? –empiezo a recordarlo todo
-tranquilícese señora, su esposo está esperando fuera, solo la examinaremos como último requisito para dictaminar si puede ser dada de alta –este médico me está desesperando
-que me ha sucedido por favor contésteme –le exijo
-cuando su esposo entre en la habitación, podremos hablar con calma...por ahora no se desespere...de momento se encuentra bien –
De momento?? A que se refiere este hombre...quiero regresar al hotel...quiero ver a Héctor...

-mi amor que ha sucedido –Héctor luce desaliñado, lleva puesta la ropa de la cena y están llenas de sangre...su rostro habla de una profunda desesperación, oh Señor que me habrá sucedido...pero si siento todo en mi lugar
-no hables demasiado amor mío, todo va a estar bien –sus ojos esconden una profunda agonía no entiendo nada
-Héctor no me trates como a una niña, yo me siento bien...que ha sucedido –
-pequeña estamos en el hospital, anoche sufriste un accidente en el baño, por eso estas aquí...pero pronto te darán de alta –finge una sonrisa pero esa emoción no alcanza sus ojos
-no me mientas Héctor Mafort Villianco, dime que carajos me pasa y por qué tienes cara de no haber dormido...por qué aun no te has cambiado las ropas sucias de sangre –una extraña fuerza me impulsa a hablarle de esa manera, sé que algo me esconde
-amor mío, no me pidas que te dé más explicaciones de las que te he ofrecido...hazme más fácil todo esto, en cuanto te den de alta veremos si podemos volar de regreso a casa...cuando estemos en casa te lo explicare todo...solo por favor no me agobies con preguntas que no soy capaz de contestarte por el momento –posa su frente sobre la mía –te amo Catalina –unas lágrimas caen de sus ojos, veo que está luchando por mantenerse sereno, solo asiento y espero que sea él quien me diga lo que tengo que saber


-es usted una mujer muy fuerte, es muy difícil ver a simple vista lo que le sucede –este hombre no sé qué ve de bueno a esta situación, sé que algo malo ha sucedido...Héctor no se ha desprendido ni un solo momento de mi
-póngase en contacto con los especialistas señor Mafort apenas toque tierra...la señora podrá viajar sin contratiempos...solo no pierdan tiempo –alcanzo a escuchar lo que este hombre le dice a Héctor...esto me está asustando


-por qué tenemos que regresar mi amor –le pregunto a Héctor
-hay unas cosas en la editorial que requieren mi presencia pequeña...pero te prometo que cuando todo se solucione vendremos a pasarnos unas vacaciones sin ninguna prisa –me da un beso en la frente, revisa por enésima vez que esté bien en mi puesto...algo aquí no encaja

-escúchame muy bien Catalina, no quiero hagas el más mínimo esfuerzo...yo estaré a tu lado para todo lo que necesites...mi amor, préstame atención no quieras realizar nada por tu cuenta –no deja de repetirme lo mismo desde que llegamos

-Héctor sino me hablas con claridad como pretendes que le encuentre lógica a todo esto –coloca el edredón sobre mi

-mi amor dijiste que ibas a confiar en mi...por favor duerme, necesito hacer unas llamadas. Te prometo que cuando despiertes te podré explicar todo con calma, por favor hazlo por mí –me da un beso en la frente y le hago caso, realmente me siento muy débil y sin darme cuenta empiezo a quedarme dormida




-Héctor pero su anemia fue tratada con uno de los mejores especialistas...como puede ser posible que ella este padeciendo esta enfermedad tan grave –me pregunta Maximiliano muy preocupado...
Aurora se encuentra consolando a Alicia quien parece un manojo de nervios...
-mañana la doctora Trace quien la examino antes de que viajáramos me entregara unos estudios que se le realizaron...ellos nos podrán decir a que se debe todo esto, Catalina aún no sabe nada, no quiero agobiarla con esto...no hasta que este seguro de lo que está sucediendo, no me explico porque todo ha surgido de la nada –coloco la cabeza entre las mano, voy a enloquecer con todo esto
-Héctor el último día que estuvimos acompañando a Adela mientras se probaba el vestido, Catalina se desmayó –miro hacia donde Aurora
-y como es que hasta ahora me entero –no puedo creer que me hayan ocultado algo tan delicado
-sabes cómo es Catalina, nos terminó convenciendo para que no te dijéramos nada...perdóname –lo último que busco es que Aurora se sienta culpable
-por ahora no podremos hacer nada más que esperar...recuerden que ella no sabe nada, lo mejor será fingir hasta que mañana delante de la doctora Trace podamos arreglar todo esto –








-se puede saber que hacen todos aquí – como he podido me he levantado de la cama
-Catalina, mi amor no quedamos que no harías el más mínimo esfuerzo –Héctor prácticamente viene corriendo hasta donde mí y termina por ayudarme a bajar las escaleras
-solo me he levantado de la cama, no exageres –me lleva hasta el sofá
-hija deberías de hacerle caso a Héctor, nos comentó que tuviste un accidente en Londres...por eso hemos venido –dice Alicia quien se sienta junto a mí y me rodea con sus brazos
-sé que algo está pasando...Héctor sabes que no me gusta que me mientan –le digo insegura de querer escuchar lo que en verdad sucede
Héctor se coloca en cuclillas junto a mí, toma mi mano –amor crees que no tenemos derecho de estar preocupados después de ese incidente que tuviste en Londres –no quiere si quiera utilizar las palabras correctas y respeto su decisión –pero tú haces las cosas más difíciles como si en nuestras manos estuviera la solución a todo y cuando de mentir se trata porque no me dijiste que te habías desmayado, pequeña las cosas no funcionan así, es la primera vez que te sucede?? –no sé qué sucede, solo sé que Héctor está sumido en una profunda agonía y eso me destroza el corazón
-lo siento amor pero así no tenga el mínimo conocimiento de medicina, no es normal que una persona vomite sangre –al instante me arrepiento de haber usado esas palabras al ver la mueca de dolor que atraviesa la cara de todos –y tú solo... –él no me deja terminar y me toma en sus brazos
-shh...tranquila pequeña todo va a estar bien –y no importándole que estén los demás me besa


Anoche los demás se fueron muy tarde...Héctor no ha pasado buena noche, sus músculos están tensos, no me suelta ni un instante. Es tan desesperante querer saber lo que sucede y no poder

-buenos días pequeña –deposita un beso en mi desordenada melena –hoy tenemos una reunión con Trace –sus ojos lucen cansados y mi corazón no deja de entristecerse por ello
-te amo Héctor...no te preocupes que nada malo me va a pasar –el me abraza fuertemente
-así será mi amor...así será –frotando mi cuerpo que está un poco frio me pregunta –dejaras que te bañe –sus ojos se abren en una suplica
-si eso te hace sentir mejor, hoy estoy dispuesta a dejarme consentir por ti si con ello alivio tus penas –le abrazo y me besa una y otra vez


Llegamos hasta el consultorio de la doctora Trace, nos saluda cálidamente pero por la forma en que mira a Héctor no se siente muy segura de querer comunicarle los resultados de mis análisis
-doctora Trace soy una mujer de 24 años, soy una mujer hecha y derecha dueña de mi misma...hemos venido para saber los resultados de los exámenes, así que por favor deje de comunicarse con Héctor como queriendo que yo no me entere...si alguien tiene que saber su estado de salud esa soy yo –Héctor sostiene mi mano
-es tu derecho...Héctor, ella lo debe saber –él la mira y sé que le cuesta dar su consentimiento –Catalina si en cualquier momento lo que te estoy diciendo es difícil para asimilar para ti solo tienes que pedirme que no continúe, has entendido –asiento y ella continua –padeces una enfermad llama leucemia mieloide agua, es una enfermedad que destruye células de tu sangre, provocando hemorragias súbitas, ictericia, hematomas generalizados, cansancio, perdida del calor corporal, ausencia del oxígeno y  si no tratamos con tiempo será demasiado tarde...eres un caso atípico, porque esta enfermedad ha estado silente en tu cuerpo por muchos años e incluso a pesar del episodio que me narro Héctor aun verte tan bien como estas es un verdadero asombro...pero eso solo se ve en tu exterior porque internamente tu cuerpo va a una velocidad que es típico de esta enfermedad –miro a Héctor, trata de mostrarse fuerte, pero sé que está destrozado
-cuando dice resultados desastrosos, se refiere a que voy a morir –Héctor tensa su cuerpo y aprieta mi mano –que es lo que tenemos que hacer, dígame doctora y lo haré todo al pie de la letra –mi voz apenas es un susurro
-la quimioterapia en tu caso ya es innecesaria....ha aparecido de manera súbita y se está desarrollando a una velocidad que nos aterra, aquí solo podemos aguardar a un trasplante de medula urgente –su expresión denota su vasta experiencia lidiando con situaciones como esta
-que tan difícil es que me hagan ese trasplante –
-no tienes familiares vivos Catalina, lo cual reduce las posibilidades, hicimos averiguaciones con tu familia adoptiva y tampoco son compatible y Héctor sufrió de hepatitis A...te hemos incluido en la lista para donantes de medula como paciente prioritario...y aunque no sea lo que queremos ahora solo nos toca esperar por encontrar alguien compatible contigo –el corazón se me encoge...pero trato de mostrar fortaleza, Héctor se destrozaría si  ve derrumbarme
-bueno nuestro mayor enemigo es el tiempo pero solo nos queda esperar...volveré a presentar episodios como el que viví en Londres??, no escatime esfuerzos doctora soy más fuerte de lo que parezco –aunque por dentro me estoy muriendo
-debemos conseguir ese trasplante lo antes posible porque con el tiempo los síntomas acrecientan y empeoran –al fin me decido volver a mirar a Héctor después de esto y sus ojos están llenos de lagrimas
-gracias doctora...ahora solo queda esperar –me levanto, Héctor me sigue –tranquilo hombre, que esta es la vida, no se puede cambiar nada...a unos les toca un poco más a otros disfrutar de lo que queda –el me abraza y la doctora entiende que necesitamos un poco de tiempo y sale
-Catalina no permitiré que te pase nada...nada mi amor –me besa desesperadamente...acaricio su rostro y cierra sus ojos no queriendo que mi toque lo abandone jamás
-tienes que estar preparado Héctor, nadie tiene la vida asegurada...solamente que a mí me han puesto fecha –esas palabras me queman al pronunciarlas –si tengo que morir, lo hare y ya está –él no sabe que decir...él está viviendo su propia muerte
-no hables así mi amor...tú no te vas a morir...tu –empieza llorar como un niño desconsolado, lo abrazo con todas mis fuerzas
-sea que consigan ese trasplante de medula o no...Debemos esperar lo que sea Héctor –mis dedos se escuecen por su cabello que empieza a llegarle un poco ya a los hombros –soy demasiado egoísta para decirte que te alejes de mi –me mira y sus ojos muestran un profundo terror, pero continuo es ahora o nunca –así que si tu propuesta de matrimonio sigue en pie...entonces vivamos cada minuto que nos queda, no me voy pasar los últimos día de mi vida lamentando el hecho de por qué yo y no otra persona...sea el tiempo que me quede lo voy a vivir intensamente a tu lado –Héctor vive su propio Getsemaní y sé que le cuesta mantenerse en pie y yo no voy a hacer su carga más pesada
-Catalina en estos momentos me estoy comportando como un estúpido...perdóname por no ser lo que necesitas en estos momentos mi amor, solo sé que aunque se me vaya la vida en esto daré todo lo que tengo –
-calla mi amor...calla, ahora vámonos quiero estar tan cerca de ti como pueda...no quiero separarme de tu lado –salimos del consultorio...la doctora Trace nos intercepta y afirma como ultima cosa que nos mantendremos en contacto ante cualquier eventualidad...

Llegamos a la casa...lo que me había negado a reconocer estos últimos días me apuñala sin piedad, estoy más cansada de lo habitual...siento un frio que me cala los huesos, pero si antes me mantuve indiferente ahora no va a ser la excepción...Héctor luce ausente, aun sosteniendo mi mano sé que su mente no está aquí...
-si quieres hablar de esto –aspiro el aire como si me faltara –es lo que mejor podemos hacer en estos momentos –él dirige su mirada hacia mi
-pequeña hagamos el amor –susurra a mis oídos
-soy tuya en cuerpo y alma mi hombre –me lleva en sus brazos hasta la alcoba
Allí empieza a besarme con tanta ternura, comprendo que más que querer saciarse quiere tener hasta la última gota de mi esencia en su cuerpo...desabrocha la blusa que llevo puesta y la falda de tubo, estando en ropa interior me toma por detrás, recoge mi cabello entre sus manos y empieza mordiendo el lóbulo de mi oreja, eso me excita tanto...cierro mis ojos, quiero sentirlo en cada ápice de mi cuerpo, baja a mi cuello y muerde mis hombros desnudos...dejo escarpar un jadeo y con mansajes circulares en mi espalda haya la forma de soltar el brazier, me da la vuelta...
-mi amor mírame a los ojos –le obedezco –eres tan bella –toma entre sus grandes manos mis senos y los aprieta con ferocidad...su lengua acaricia mis labios y los abro para pueda envolverse con la mía, sus labios son tan firmes como el mármol, me besa con lujuria...muerde mi labio inferior....empieza a bajar por mi cuello y echo mi cabeza hacia atrás para que lo mime en toda su extensión
-nuestra parte favorita –inmediatamente muerde mis pezones ausente y gimo de placer...su boca viaja de uno a otro y siento que mis piernas empiezan a fallar
-amor llévame a la cama –él lo hace y se coloca entre mis piernas, abandona mis senos y acaricia mi abdomen, lo besa y su lengua juega alrededor de mi ombligo...su toque me enciende...quiero que me tome ya pero sé que esto él lo necesita así que no protesto...desliza mis bragas y las tira al suelo y sus manos masajean fuertemente mis muslo...su boca no deja de adorarlos
-si quieres hacerlo hazlo –le sorprendo con mi invitación y sus ojos brillan llenos de lujuria
-quiero darte todo el placer que pueda –nunca había sentido esto...un poco nerviosa cierro los ojos –no pasa nada chiquita –y lentamente abre mis piernas y ahora mi intimidad queda expuesta a sus ojos –amor desde aquí luces despampanante –río ante la ocurrencia y notando que me relajo su lengua lame mi sexo...un escalofrió atraviesa mi cuerpo y con sonora decisión su lengua no deja de recorrer mi sexo de arriba abajo...empiezo a gemir de placer y como un desafío acelera en sus provocaciones...sus labios con ferocidad sostienen mi sexo y con ansias desmedidas no lo abandona...sus dientes sostienen mi clítoris y empieza morderlo...los espasmos previo al orgasmo me sorprenden
-Héctor... –ahogo mis gemidos, él sabe que estoy enloqueciendo de placer y continua, tira de mi clítoris que se tensa y sus lengua vuelve sigilosa a provocarme –Héctor no puedo más –le suplico –me voy a correr –nunca pensé que sintiera igual de placer que con sus embestidas
-eso quiero nena...quiero que te corras para mí y poder sorber tu pasión –vuelve a mi sexo y me hace estremecer y no pudiendo contenerme más, me corro...empieza a lamerme, me siento avergonzada, no creí que fuera capaz de hacerlo. Él me conoce y sabe que me siento avergonzada así que vuelve y mirándome a los ojos me dice –tu deseo es mi deseo, y no quiero que haya en ti algo que no me pertenezca...quiero que seas mía en todos los sentidos –ahora besa mis labios y siento en su boca el salitre
-no te vas a desnudar –le digo recuperándome del orgasmo vivido
-oh si pequeña pero hoy no será para complacerme sino para disfrutar de ti –y antes que le diga cualquier cosa vuelve su boca hasta mi clítoris...esta vez abro un poco más mis piernas y el entiende mi invitación, con la misma lujuria de hace un momentos su lengua provoca a mi clítoris, mi cuerpo se arquea y con sus manos sostiene mis caderas y sin preverlo ahora introduce un dedo en mi vagina...abro mis ojos e introduce un segundo dedo, levanta su rostro y me da una sensual sonrisa y por ultimo introduce un tercer dedo y los mueve en mi interior de adelante hacia atrás
-Héctor... –el placer es abrazante
-tranquila pequeña solo déjate llevar –vuelve con sus dientes a estimular mi clítoris sin que sus dedos abandonen mi interior...y empiezo a gemir...jadeo su nombre y puedo sentir que sonríe contra mi sexo y las oleadas de calor inundan mi cuerpo nuevamente y antes de pensarlo nuevamente me corro y ya no soy capaz de comprender nada...mi cabeza da vueltas...siento que pierdo el control
-pequeña lo has disfrutado –me susurra al oído y con fiera pasión le grazno
-Héctor tómame por favor...no lo prologues más quiero que sea tu pene ahora quien me llene de placer –se levanta de la cama y se quita la ropa y una erección que aguardaba se muestra desnuda para mi
-voltéate chiquita –le obedezco y sin preámbulos me embiste...desde esta posición y con la fuerza de sus embestidas le siento más cercano...me pierdo en gemidos de placer, sé que estoy cercana a otro orgasmo y creo que mi cuerpo ya no soporta otro subidón de adrenalina...pero la velocidad de sus embestidas aumenta y sé que está próximo a llegar también a su orgasmo, me arqueo y mis nalgas chocan contra él...dado el momento se corre y descansa sobre mi espalda.
Empiezo a reír y sus labios acarician mi nuca –esa risa la tomare como un cumplido –muerde mi oreja –
-has pensado siquiera que me podrías matar de placer –se levanta un poco y volteo para mirarle a la cara, su preocupación esta ausente en estos momentos no hay nadie más delante de mí, más que mi Héctor, ese que me desea y que con su mirada es capaz de desnudar mi alma
-esa muerte sería mejor que verte como te apagas poco a poco entre mis manos –unas lágrimas que no se preocupa en limpiar salen de sus excitados ojos azules –si te vas Catalina llévame contigo porque no quiero esta vida sin ti –lo beso desesperada él se tiende sobre su espalda y lleno su cuerpo de caricias...mis labios no abandonan su cuerpo, tomo su erección entre mis mano y me siento a horcajadas sobre ella...ahora es mi turno de darle placer, agarro sus brazos fuertes y comienzo moverme sobre él, cierra sus ojos
-no mi amor...mírame, no quiero que lo dejes de hacer –lo hace y me sonríe
-está bien pequeña quiero verte –su rostro denota lo mucho que lo excito no se preocupa en llevar el control...ahora yo mando sobre su deseo y él no protesta –cuidado nena, no quiero que te lastimes –me agarra por las caderas –
-sshhh...no digas nada –y acelero en mis movimientos
-oh cariño me voy a correr nuevamente –me dije entre jadeos...su rostro se demuda de excitación
-eso es lo que espero –y embisto con violencia contra él y se corre dentro de mí por segunda vez y grito de excitación ante mi nuevo orgasmo
Me lleva su pecho y empiezo llorar desconsoladamente, me acuna y no dice nada...las palabras sobran. No solo nuestro deseo es compartido...mi dolor es su dolor...su agonía es mi agonía
-y si no conseguimos un donante –pregunto al fin
Sus manos juegan con mi pelo y desciende hasta lo bajo de mi espalda y apretando mi trasero contra él me dice –pues como me lo has preguntado hace rato que más da...hare que mueras de un sin número de orgasmo –río pero ambos sabemos que nuestras almas lloran...ninguno de los dos está preparado para dejar al otro...
Despunta un nuevo día...no hemos queridos levantarnos de la cama, de rato en rato hacemos el amor...no queremos saber de nada más
-pediré a la junta que nuevamente asuma la dirección de la editorial...no quiero separarme de ti nunca más mi alma...nunca –nos abrazamos y asiento –además quiero que organicemos nuestra boda en el menor tiempo posible...ya no quiero seguir viviendo así contigo...quiero que todo el mundo sepa que eres mi esposa. Llamare a Gregory, quiero que regrese y también quiero que durante todo este tiempo estés rodeadas de las personas que amas. Como promesa quiero decirte que en nuestra luna de miel, regresaremos a Inglaterra y disfrutaremos el mayor tiempo posible en los campos escoceses, no sabemos nuestro futuro pero el presente hare que lo vivas con creces –le beso
-gracias por amarme –el acaricia mi rostro...
-cariño... –se levanta estrepitosamente de la cama y se dirige al baño, trae unas servilletas de papel me acuna entre sus brazos y con ternura empieza a limpiar la sangre que proviene desde mi nariz
-desangrándome es la mejor manera que tiene esta puta enfermedad de matarme –le digo con tono burlesco pero él no ríe y me aprieta contra su pecho –lo siento –me excuso – el permanece en silencio, Dios mi hombre está acabado...lo único que le queda soy yo...

Aurora vino a hacer de enfermera conmigo mientras Héctor pone en marcha las últimas decisiones en la editorial
-cambia esa cara Aurora, que aún no me he muerto –
-deja tu pendejada Catalina y a mí no me vengas con tu fortaleza de mierda...déjame a mi manera llevar mi duelo, que no es quien se muere sino los vivos que quedan a los que les toca sobrellevar el dolor de la ausencia –se limpia airadamente las lágrimas –y deja de hablar como si te fueras a morir...en algún puñetero momento aparecerá alguien y será compatible contigo y esto solo será un mal trago ya verás –me abraza y no intento zafarme...necesito sentir su amor por mí, ya no tengo nada que perder
-Héctor llamara a Greg, le ofrecerá de nuevo su antiguo puesto...quiero que este rodeada de todos ustedes, Aurora mi hombre esta devastado y no sé qué hacer para arrancarle esa tristeza –lloro desconsoladamente
-pues intenta vivir chaparrita...solo haznos ese favor. En cuanto Grego debes hablar con él, lo último que él quisiera es que no se enterara la difícil situación que como familias estamos viviendo, sé que tan solo tiene tres semanas de casado pero Adela te adora y ellos comprenderán que su lugar está en estos momentos es con su familia y tú eres parte de esa familia –estábamos ausente en nuestros pensamientos cuando ella toma mi mano
-oh mierda!!! Catalina y cuando pensaban decírnoslo –francamente se nos había pasado la idea y me sentí avergonzada de no haberle contado nada a Aurora
-amiga lo siento tanto...pero es que con todo esto –ella vuelve a tomar mi mano –me lo propuso en nuestro viaje de un día a Londres pero como paso aquello, te juro que no me percaté de que no les habíamos dicho nada, lo siento Aurora –su expresión es de total asombro
-Cata este anillo es preciosísimo pero como te lo propuso, si ya tantas veces habías rechazado su proposición que paso –Aurora estaba pletórica de felicidad...le conté uno a uno los detalles y ella solo hacia llevarse las manos al corazón y suspirar –amiga sabes que tienes a tu lado al hombre más romántico y cursi de la historia –le doy un pequeño empujoncito
-claro que lo sé tontuela y lo mejor es que es solo mío –le guiño un ojo

-se puede saber que las tiene tan llenas de emoción –dijo Héctor al entrar en la sala
Corro a sus brazos y le doy un beso –amor habías pensado si quiera en que no le hemos dicho a los demás que nos vamos a casar –su cara es como la mía de hace un rato
-oh amor pero como ha podido pasar esto –me sostiene junto a él –lo siento tanto Aurora pero con todo esto lo hemos olvidado –ella hace un ademan que lo olvide –y tu como has pasado la mañana fierecilla –vuelve su atención a mi
-pues bien entre los intervalos en que no has dejado de acosarme por teléfono para saber cómo llevo la mañana –todos reímos y pasamos al comedor a almorzar






-sucede algo –Gregory sabe que de no ser así no lo llamaría
-estas solo –
-si...sucede algo Héctor –puedo palpar su tensión a través de la línea
-siéntate porque lo que tengo que contarte es muy fuerte –
-le ha pasado algo a Catalina...suéltalo de una vez –su voz se ahoga
-no es posible que te lo cuente por teléfono...convence a tu mujer para que traigan sus culos hasta acá...haremos que te trasladen nuevamente a la ciudad y para que lo tomes con calma...sí, ella está bien de momento –
-tomo el primer vuelo que salga...luego veré que hago con Adela –
-no seas cabron y piensa que ella ahora es tu esposa y tiene prioridad en tus decisiones...solo convéncela de que por un tiempo es mejor que estén aquí –dicho esto colgué

Es duro para mi tener que enfrentarme a todo esto, por eso necesito que todas las personas que aman a Catalina estén aquí junto a ella...no puedo permitirme el lujo de desaprovechar cualquier instante de hacerla feliz...hable con Trace y me ha dicho que no hay la mínima posibilidad de hallar un donante de medula para Catalina, he tomado la decisión que solo yo sabré sobre esto...no quiero que Catalina se entere de nada, si en mis manos está la posibilidad de que ella se aferre a cualquier resquicio de luz, aunque sea una mentira no se lo voy a impedir

-estas bien –entra al despacho...cada vez está más pálida y languidece con los días, dentro de poco habrá que someterla a transfusiones...lo peor está por venir
-ahora lo estoy amor mío, como se nos pudo pasar no comunicarle a tu familia que nos vamos a casar...el señor Maximiliano se enojara por no haberle comentado nuestros planes –se acurruca entre mis brazos y aspiro su dulce olor a flores
-déjalo estar...cuando les digamos como sucedieron las cosas ellos lo entenderán –beso sus cabellos, siento su tranquila respiración. Deseo hacerle el amor pero no sé qué tan agotada este y no quiero reducir sus energías innecesariamente
-te amo –no me cansare de repetírselo
-demuéstramelo –ella no cambia
-no te basto lo suficiente anoche pequeña –le digo con humor y ese rubor que tanto añoro en sus mejillas aparece
-nunca me bastara –la levanto en mis brazos, la llevo en la habitación...empiezo a llenarla de mimos y se queda dormida, sus fuerzas no son las misma...yo solo quiero que sea feliz, lloro en silencio....
Recuerdo ese día cuando aquel hombre entro a mi departamento y me entrego el sobre donde me indicaba que todo lo que debía saber sobre ella estaban en esos documentos, la ame desde ese día y la amare hasta que me muera...Oh Dios!!! Solo no prolongues mi agonía y llévame con ella, no puedo vivir si no la tengo a mi lado...




Aun no se ha levantado...duerme profundamente, de ahora en adelante este será un habito que la acompañara...

-señor, el señor Trebord lo espera en la sala –
-gracias, sírvale un café mientras bajo –ahora a explicarle a Gregory la situación de Catalina, esto lo destrozara pero al menos el tampoco sabrá que no cabe la posibilidad de un trasplante de medula...

-Oh Dios!!! –Se lleva las manos a la cabeza –déjame verla Héctor, por favor –las lágrimas inundan su rostro
-aún está durmiendo, pero le hará muy feliz que estés aquí –respiro profundamente, solo yo puedo comprender su dolor...él al igual que yo la amamos y entre nosotros no tiene sentido que lo ocultemos
-que vamos a hacer –me pregunta trémulo
-y yo que se Gregory, maldición!!!...no ves que estoy igual de desesperado que tú, al menos tú tienes a Adela pero yo solo la tengo a ella...yo solo la tengo a ella –nos abrazamos y por un instante volvemos a ser aquellos viejos amigos y lloramos como dos niñatos...




Uff será que nunca me voy a cansar de dormir...siento una pesadez tremenda, pero si sigo debajo de las sabanas no podre despertarme al fin...Héctor ya se levantó, conociéndolo como lo conozco sé que estará tomándose su café y pensando en todo esto, mejor bajo y evito que se torture con pensamientos innecesarios

-oh Dios mío!!! Y tú que haces aquí, donde esta Adela –camino hacia donde los hombres que más amo en la vida, charlan muy tranquilamente y eso me llena de tanta felicidad...Greg se levanta en seguida y me abraza sin querer soltarme
-eh!!! Mira que aún estoy aquí pedazo de mierda –sé que lo dice en broma y todos reímos –y para tu futuro esposo no hay si quiera un beso –me dice Héctor reclamando mi atención
-para ti todos los quieras –Greg resopla -mejor no hubiesen salido de la cama –
 Pronto estamos desayunando juntos...nunca imagine que mi enfermedad los uniera y aunque suene de locos pero al menos algo bueno ha salido de todo esto



Adela es muy sentimental y Greg trata de consolarla, pero es de esperarse... sabemos  que esta situación nos joroba a todos
-hablemos de algo más animado –se aclara la garganta Cesar –ustedes con sus tonterías de pactos y demás han hecho que Héctor y yo cuadremos la fecha de una boda en conjunto, hemos acordado que la celebraremos en el jardín del patio trasero de vuestra casa...amor no se tu pero entre más íntima sea esta ceremonia será lo mejor para todos -
-osito sabes que siempre estoy de acuerdo con lo que tu disponga –le dice Aurora a Cesar mientras se sienta junto a él
-lo que menos quiero es que vengan nuestros familiares, bastante quisquillosos son en las fiestas –argumenta Maximiliano desde el otro extremo y Alicia asiente con aprobación
-entonces no se diga más, ustedes damas encárguense de los vestidos que Cesar y yo cuadraremos lo concerniente a la boda –dice Héctor mientras frota mis manos
-Héctor son mis hijas y es mi deber correr con los gastos...sabes que no escatimare esfuerzo en preparar la boda que se merecen –contesta Maximiliano y sé que Héctor no puede llevarle la contraria en esto
-como usted prefiera Maximiliano...no se diga más y dentro de un mes daremos el sí –cenamos animadamente y dentro de poco mi sueño se hará realidad...verme convertida en la esposa del hombre que amo

Héctor en este tiempo no ha dejado que mueva prácticamente un dedo, asisto a control semanal con Trace...no ha habido indicio de un posible donante y poco a poco me voy a aferrando a la idea que es mejor que me prepare para morir y disfrute al máximo con los que amo
-sucede algo pequeña –entra Héctor al baño
-me acaba de llegar el periodo y eso quiere decir que pasare mi luna de miel sangrando –le digo haciendo pucheros, él se sienta junto a mí y toma mi mano
-la regla no te durara toda la vida...podemos ampliar el tiempo de los días de la luna de miel  por si quieres que te haga el amor en el frio suelo escoces –esboza una sonrisa sensual
-me parece perfecto, quiero que mi marido me haga el amor en todas las superficies posible de esa isla –le digo de vuelta y mi mal humor se esfuma
-mañana mi amor serás mi esposa...como quiero que el tiempo vuele –me besa, se levanta y aunque no quiero que se separe de mi debo no intentar retenerlo...Alicia ordeno que la noche antes de nuestra boda se quede a dormir en su casa, así hayamos estado viviendo en “pecado” según palabras de ella todo este tiempo es necesario que respetemos la tradición, Aurora dormirá aquí conmigo...

Estoy nerviosa, he tratado de disimular al máximo la ansiedad...me ha tocado cambiarme numerosas veces el tampón, quizás por los nervios el flujo me ha aumentado...la maquillista hizo un trabajo maravilloso, no ha llenado mi rostro de capas de maquillaje...solo ha disimulado mi extrema palidez y resaltado mis enormes ojos azules que se han acentuado con la languidez de mi rostro...cada mañana Héctor me mira como si fuese lo más bello que ven su ojos, sinceramente cada día parezco más un fantasma...

-necesito pasar –dice Héctor a través de la puerta, Alicia le bloquea el paso
-no puedes ver a la novia antes de la boda...no te portes como un niño caray –lo regaña, decido levantarme, igual aun no me he puesto el vestido de novia, estoy solamente con mi sexi lencería
-no te preocupes Alicia déjalo entrar aun no me he puesto el vestido –ella asiente resignada
-ponte al menos un camisón –me señala
-no hay nada que el ya no haya visto –le digo despreocupada
-ustedes los jóvenes han perdido todo pudor –levanta las manos en señal de derrota y yo rio
Héctor entra y al verme con un sexi corsé blanco que no da pie a la imaginación, resaltando una pronunciada cintura debido a mi delgadez y un muy alentador liguero de encaje a juego con el corsé... queda boquiabierto –Dios!!! Amor me has dejado entrar para solo provocarme –logra decir al fin...no esperaba que reaccionara así y un sencillo rubor rosa me sube a las mejillas
-te gusta lo que ves –le pregunto trémula
-oh amor no hay nada de ti que no me guste –mueve de un lado a otro la cabeza –has hecho que olvide a que he venido –
-y a que has venido –se acerca cuidadosamente y agarra mi mano y la besa
-quiero que uses esto –saca una caja de entre su saco, lo abre y es un cadena preciosa...de ella cuelga una luna en cuarto menguante hecha a base de diamantes incrustados, mis ojos se abren como platos...él se da la vuelta e instintivamente muevo a un lado mi cabello –era de mi madre, el día de su boda mi abuela se lo dio y quiero que hoy lo lleves tu...ella hubiese querido lo mismo –vuelve y se coloca al frente, levanta mi barbilla –sshhh no vayas a llorar mi niña que estas tan hermosa que no quiero arruinar tu maquillaje –vuelve y besa mi mano –anda ponte ese vestido que no puedo esperar el momento para arrancarte esta lencería tan provocativa...

Alicia se acerca a Aurora y a mí...Adela nos ayuda a colocarnos nuestros vestidos
Cuando vi el que sería mí vestido de bodas no lo dude un segundo, es un blanco hueso, tiene una amplia falda en forma de “A”, es ligeramente entallado en la cintura, el cual tiene un diseño de encaje color champagne que resalta el entallado, la parte superior es de encaje...no tiene mangas, dejando mis hombros al descubierto y perfecto para la cadena que me acaba de obsequiar Héctor...Aurora se decidió por un hermoso vestido modelo imperio...
-se ven hermosas mis niñas –dice Alicia con lágrimas en los ojos
-mamá no exageres...quieres que se corra nuestro rímel –dice Aurora mientras se abanica el rostro
-tienes toda la razón, apurémonos que esos hombres maravillosos esperan por ustedes –

Maximiliano nos entrega a las dos, colgábamos a cada lado de sus brazos...el jardín lucia más hermoso que de costumbre, mire a Héctor quien no podía disimular la emoción, al llegar al improvisado  altar Maximiliano nos entregó sin antes no recordarles a ellos que nos cuidaran y nos amaran como si fuésemos las únicas sobre la faz de la tierra...

Cuando llegó la lectura de los votos, las lágrimas que llevaba conteniendo toda la mañana no se hicieron esperar...Héctor desnudo mi alma con esas palabras tan hermosas:

Hoy coloco como testigos al cielo y la tierra de mi amor por ti
Prometo amarte y respetarte hasta que abandone el último suspiro de vida
Y pido a Dios que no solo estas alianzas unan nuestras vidas
Sino que te inscriba como sello de reyes en cada hueso de mí ser para quedar ligado a ti más allá de la muerte, más allá del tiempo
Ni el tiempo, ni la muerte agotaran mi amor por ti
Por ello te desposo como mi amada, mi amante y mi amiga
Por siempre tuyo

Iniciamos nuestra intima celebración, este era nuestro pedacito de cuentos de hadas...no importaba lo que pasara mañana, hoy era feliz y nadie me podría arrebatar esa felicidad...
Héctor bailo conmigo nuestro primer baile de casados, descanse sobre su pecho, era tan feliz
-estas agotada amor mío –le miro atontada de la emoción
-hoy no hay lugar para el cansancio...te amo Héctor Mafort Villianco, t...






-Catalina!!! –mi ángel se desvanece entre mis brazos, los asistentes se sobresaltan...Gregory acude en seguida a mi lado, la música se detiene...cuando la levanto entre mis brazos me doy cuenta que sus piernas estas llenas de sangre, casi pierdo los estribos...todos empiezan a gritar como locos. Trace quien asistió a la boda, pide una ambulancia y en calidad de médica la examina...

Estoy desesperado, lo que hoy pintaba como el mejor día de nuestras vidas, se vio empañado con este incidente tan horrible...han controlado la hemorragia y le han colocado dos bolsas de sangre, todos están esperando en la sala de la clínica...todos lucen devastados, Gregory se acerca
-voy a llevar a Adela a la casa, está muy mal...este tipo de circunstancias la desbanca –toca mi hombro
-pierde cuidado que con una enferma tenemos, anda cuida de ella...te llamare si sucede algo; lo más difícil ya paso –le animo

Me acerco a Aurora que parece un mar de lágrimas junto a Cesar –Aurora ustedes tenían planeado su viaje de luna de miel, Catalina ya está estable...disfruten de su luna de miel –ella se reincorpora
-de aquí no me voy hasta que mi hermana reaccione y me cerciore que está bien y no se discute más este tema –asiento



Trace sale de la habitación de Catalina
- Trace  como esta, la vez bien –no logro mantener la calma, Maximiliano se pone a mi lado, me da una palmada en la espalda
-Héctor contra lo que tenemos que luchar en estos momentos es la incapacidad de comunicarse de Catalina, todo se lo guarda y aparenta que no pasa nada...si ella me hubiese comentado el grado de su flujo, nada de esto hubiese pasado –Trace está afectada también, durante nuestra carrera fuimos muy buenos amigos y ahora quiere a Catalina tanto como a mi
-lo se Trace pero sabes lo terca que es ella, puedo verla –le pido suplicante
-lo mejor es que no la agobien con sus visitas, déjenla descansar...hagan ustedes lo mismo, pero como sé que tú no te marcharas ni aunque venga seguridad a sacarte puedes quedarte junto a ella hasta que despierte –estoy enloqueciendo por verla
Los demás entienden la situación y se marchan, me he quedado junto a ella...sostengo su mano, aun le están colocando sangre, ella duerme como si nada pasase a su alrededor
-Catalina, mi amor solo nos tenemos el uno al otro...he prometido que te cuidaría hasta que abandonara el último suspiro de vida pero si tú no cooperas mi ángel moriré en el intento de velar por ti...tan difícil es que confíes en mí –beso su gélida mano, mi corazón parece ausente...todo es tan difícil de aceptar
-claro que confío en ti –Catalina se ha despertado
-pero miras que eres como un roble, según Trace no despertarías hasta mañana...te sientes mal, quieres que llame a la enfermera –le pregunto ansioso
-quiero que te acuestes junto a mí –me mira con sus hermosos ojos azules
-amor estas camas no se hicieron para ser compartidas –le digo apesadumbrado
-por favor amor es nuestra primera noche de bodas y vamos a dormir separados...además tengo mucho frio, por favor –no me puedo negar a nada de lo que ella me pida, así que me acomodo a su lado y se acurruca junto a mi
-gracias –beso su frente
-duerme mi amor...duerme –la siento llorar –que sucede pequeña –le pregunto
-amor me voy a morir –por una fracción de segundos mi corazón se detuvo
-pequeña no digas eso –la abrazo tratándole de darle calor
-no mi amor no vale la pena negarlo, han pasado casi dos meses desde que se ordenó mi trasplante y no han encontrado donante...para mí el tiempo esta medido y mientras más pase el tiempo menos son las posibilidades de que incluso un trasplante me sea útil –no soy capaz de decirle nada, porque yo sé que ella tiene la razón
-duerme mi amor, duerme –le doy un beso e intento que descanse...








NOTA: el próximo capitulo sera publicado el lunes 3 de junio...hasta siempre gente hermosa, besos de colores


  • Digg
  • Del.icio.us
  • StumbleUpon
  • Reddit
  • RSS